El sector público sigue tirando del empleo en Canarias durante el mes de octubre, impulsado sobre todo por el refuerzo de las contrataciones en educación

  • La afiliación media a la Seguridad Social en las Islas se elevó en octubre en 8.980 personas (+1,16% mensual), mientras que en el conjunto del país lo hizo en 118.975 nuevas altas (+0,6%).
  • El incremento mensual de la afiliación responde fundamentalmente al fuerte aumento registrado en “Educación” (+7.835 efectivos), en “Sanidad” (+863 empleados) y en la “Administración pública, defensa y Seguridad Social” (+632 trabajadores).
  • En términos interanuales, el número de afiliados medios en el Archipiélago se redujo un 4,8%, 39.447 empleados menos.
  • En este escenario, el paro registrado en las Islas se ha incrementado un 3,2% mensual (8.207 desempleados más que en septiembre), y en un 24,9% (52.356 parados más) con respecto al dato de octubre del ejercicio anterior.

Los últimos datos publicados en la mañana
de hoy por la Seguridad Social muestran un incremento de la afiliación media
a la Seguridad Social en Canarias de 8.980 nuevas altas
durante el mes de octubre,
lo que implica superar el dato de empleo del mes anterior en un 1,16% mensual.

En el conjunto del país, por su parte, la afiliación media suma 113.975 trabajadores más que durante el pasado mes de septiembre, lo que equivale a un incremento del 0,60 por ciento.

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Analizando con mayor detalle las
características del nuevo empleo creado en Canarias durante el pasado mes de octubre,
cabe destacar que ha sido nuevamente el sector público el que ha liderado el crecimiento
del empleo, y muy especialmente las actividades ligadas a la Educación, vinculado
al inicio de la actividad escolar.

Durante el pasado mes de octubre, el
número de trabajadores afiliados a la rama de Educación en Canarias aumentó en
7.835 nuevas altas, lo que supone el 87,3% del total del empleo creado ese mes.

Otras ramas estrechamente vinculadas con el sector público también han aumentado el número de afiliados durante el último mes, como es el caso de “Sanidad” (+863 afiliados) y de la “Administración pública, Defensa y Seguridad Social” (+632 afiliados), al tiempo que la actividad del “Transporte” anotaba un aumento de 327 nuevos afiliados, y el sector de la construcción elevaba la afiliación en 117 personas, un 0,22% más que en el mes de septiembre anterior. En cambio, actividades clave para Canarias como son la “Hostelería” y el “Comercio” han seguido destruyendo empleo en el último mes, anotando 1.545 y 509 afiliados menos, respectivamente, al igual que la actividad agraria e industrial, que han reducido el número de afiliaciones a la Seguridad Social en 85 empleados, en el primer caso, y en 62 trabajadores, en el segundo.

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En términos interanuales, se
aprecia que el total de afiliados en Canarias todavía se distancia en un 4,81% con
respecto a los contabilizados hace un año, lo que se traduce en 39.447 altas menos
que las registradas en octubre de 2019, un retroceso que resulta
proporcionalmente superior al observando en el conjunto del Estado, donde se
constata una caída del empleo del 20,4%, 648.384 trabajadores menos.

Si analizamos la evolución del empleo en
el periodo comprendido des el pasado mes de febrero, se aprecia cómo las
Islas continúan acusando la caída del empleo como consecuencia de la crisis
generada por la pandemia con una intensidad mayor a lo que lo hace el conjunto
del territorio nacional.

Entre febrero y octubre, en Canarias se habrían
perdido un total de 37.078 empleos, lo que supone un descenso del 4,5% que más
que triplica el registrado en el conjunto del Estado, donde la afiliación media
acumula durante el mismo periodo una caída del 1,4% (-259.865 efectivos).

Cabe destacar, además que, en Canarias,
79.335 trabajadores aún se encuentran acogidos a ERTES de causa de Fuerza
Mayor, lo que supone prácticamente el 16,0% del total de trabajadores acogidos
a esta modalidad de ERTE en el conjunto del país, y se coloca así, como la tercera
comunidad con mayor número de trabajadores afectados por ERTEs en nuestro país,
tan solo superada por la Comunidad de Madrid y en Cataluña.

Retomando el estudio de la
afiliación media en el periodo de crisis, el conjunto de los servicios concentra
la mayor parte de la caída que ha experimentado el empleo en Canarias entre los
meses de febrero y octubre, con un descenso de 35.410 afiliados, destacando la
“Hostelería” (-22.021 empleados), el “Comercio” (-8.725 efectivos), los
“Transportes” (-3.711 afiliados) y la “Administración y los servicios
auxiliares” (-3.691 trabajadores).

El resto de actividades productivas
también acusan caídas en las cifras de afiliación media a la Seguridad Social con
respecto al pasado mes de febrero, acumulándose durante el periodo 862
afiliaciones menos en el sector industrial; 750 trabajadores menos en la
agricultura y 56 empleados menos en el caso de la construcción.

Por lo que se refiere al dato de paro
registrado
en Canarias, publicado también en el día de hoy, el desempleo en
Canarias se ha visto incrementado en 8.207 personas en el último mes, un
3,23% más que en el mes de septiembre anterior, con lo que el total de
inscritos como demandantes de empleo en la Islas se sitúa en un total de
262.487 desempleados.

En el ámbito nacional, el paro también se habría elevado en el último mes, si bien con menor intensidad, a razón de un 1,31% mensual (49.558 demandantes más), situando la cifra de parados en el total del país en 3.826.043 personas. Con respecto al dato de hace un año, las Islas evidenciaron un ascenso del desempleo del 24,92%, lo que se traduce en 52.356 personas más en situación de desempleo en comparación con el dato del mismo mes del año anterior.

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Analizando por sectores, en términos mensuales, se aprecia un acenso generalizado del paro
en Canarias, siendo los más significativos los registrados en el conjunto de
los servicios, con un repunte de 6.006 parados (+3,07%) y por el colectivo “Sin
Empleo Anterior”, que contabilizó un avance en relación con el mes anterior de
1.301 nuevos inscritos como demandantes de empleo (+6,58%),

A estos les siguieron los anotado por la “construcción”, con un aumento de 555 efectivos (+2,33%); al tiempo que la industria elevó su desempleo en 230 desempleados (+2,43%) y el sector agrícola en 107 demandantes (+2,43%) en comparación con octubre de 2019.

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En términos interanuales, el paro
registrado se incrementó en 52.356 trabajadores, un 24,9% más que en el mismo
mes del ejercicio anterior.

En comparación con los datos
de febrero, vuelve a quedar reflejado que el paro registrado en las Islas se ha
incrementado de forma más intensa que en el ámbito estatal, con un aumento del
desempleo del 26,29%, frente al aumento del 17,9% anotado a escala nacional.


El Presidente del CES, José Cristóbal García, preside la Sesión del Pleno del CES en la que Román Rodríguez, Vicepresidente y Consejero de Hacienda, Presupuestos y Asunto Europeos del Gobierno de Canarias, ha presentado el Proyecto de Ley de Presupuestos de la C.A.C. para 2021

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En la mañana de hoy, día 2 de noviembre, José Cristóbal García, Presidente del CES, ha presidido la Sesión del Pleno del Consejo Económico y Social (CES) de Canarias, en la que se contó con la comparecencia, a petición propia, del Vicepresidente y Consejero de Hacienda, Presupuestos y Asunto Europeos del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, para presentar el Proyecto de Ley de Presupuestos de la C.A.C. para 2021.

A lo largo de la sesión, cuya vicepresidencia corrió a cargo de Pedro Martínez y que contó con la presencia del Secretario General del CES, Enrique Francisco Wood, los miembros del Pleno del CES tuvieron ocasión de conocer las principales partidas de ingresos y gastos que se recogen en el Proyecto de Ley de Presupuestos, que será remitido en próximos días al Parlamento de Canarias, y que crecen en comparación con los presupuestos de 2020 un 5,0%, hasta situarse en un total de 8.474,06 millones de euros.


Canarias es la única comunidad autónoma que sigue destruyendo empleo

  • El empleo descendió en Canarias en 2.900 trabajadores durante
    el tercer trimestre del año, mientras que, en el contexto nacional, el número
    de ocupados aumentó en 569.700 nuevos ocupados.
  • Los inactivos descienden y aumenta el número de activos
    en Canarias en 44.900 personas (+4,28%), al tiempo que el desempleo ha crecido
    en 47.800 parados (+21,16%)
  • La tasa de paro alcanza el 25,04%, 3,49 puntos más que
    en el trimestre anterior, y supera en casi 9 puntos la media nacional.

Los últimos datos ofrecidos por la Encuesta de Población Activa, referidos al tercer trimestre de 2020, continúan situando a Canarias entre las regiones donde más impacto están teniendo los efectos de la crisis sanitaria sobre el mercado laboral.

Los datos de empleo
muestran una destrucción de 2.900 puestos de trabajo en las Islas entre los
meses de julio y septiembre de este año, lo que supone una caída de la
ocupación del 0,35% trimestral, mientras que, por el contrario, en el conjunto
del territorio nacional, se ha creado empleo, y la población ocupada se incrementó
en un 3,06%, sumando 569.700 nuevos ocupados a los estimados durante el
trimestre anterior.

No en vano, Canarias destaca como la única comunidad autónoma que aún continúa destruyendo empleo, solo superada por la Ciudad Autónoma de Ceuta.

En este contexto de
destrucción de empleo, el INE estima un aumento destacado de la población
activa que se incrementa en las Islas en un 4,28%, sumando 44.900 nuevos
activos.

De este modo, el aumento
de los activos y la pérdida de empleo elevan la población parada en las Islas
en 47.800 nuevos desempleados durante el último trimestre, lo que supone un
incremento del 21,16% respecto del dato estimado durante el trimestre anterior.
Este avance prácticamente duplica el incremento que experimenta el desempleo en
el conjunto del territorio nacional, donde la población parada se ha
incrementado en un 10,54 por ciento.

De los datos de este
último trimestre, cabe destacar la corrección a la baja que ha experimentado la
población inactiva en las Islas, tras el fuerte avance que había experimentado
durante el trimestre anterior, en el que se había estimado un incremento de
102.700 nuevos inactivos.

Cabe recordar que las condiciones
impuestas por el Estado de Alarma durante el segundo trimestre del año, llevó
al INE a excluir del mercado laboral a muchos demandantes de empleo que no
podían clasificarse como tal, al no poder realizar actuaciones de búsqueda
activa de empleo, debido a las condiciones impuestas por el confinamiento y la
falta de actividad empresarial.

En esta ocasión, y tras el levantamiento del Estado de Alarma, la cifra de inactivos en Canarias se ha reducido en 41.700 personas que se incorporan nuevamente al mercado laboral como activos, aunque en un contexto en el que continúa destruyéndose empleo, por lo que estos nuevos activos impactan directamente sobre la cifra de desempleo del tercer trimestre, y explican el fuerte incremento que experimenta la tasa de paro que se sitúa ya en el 25,04% de la población activa, 3,49 puntos más que en el segundo trimestre de 2020, y casi 9 puntos por encima de la media nacional que se ha situado en el 16,26 por ciento en el tercer trimestre del año.

Pese a este descenso, lo cierto es que la población inactiva en las Islas aún se sitúa muy por encima del dato estimado un año antes, por lo que cabe pensar que el dato de desempleo aún pudiera estar subestimado.

A este respecto, además, conviene recordar que el INE sigue considerando a los trabajadores afectados por ERTE con suspensión de empleo como trabajadores ocupados, por lo que la pérdida de empleo en Canarias podría seguir infraestimada, debido a que, en cifras del mes de septiembre, seguirían en situación de ERTE un total de 83.079 trabajadores.

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Los datos publicados en el día de hoy también vienen a poner de manifiesto que la actividad privada continúa acusando el impacto del COVID-19 con mayor intensidad, especialmente el colectivo de autónomos y emprendedores que en el último trimestre se ha reducido en 14.100 personas, lo que supone una caída del 10,26% de autónomos en un trimestre, muy por encima del dato que registró este colectivo en el conjunto del territorio nacional donde experimentó un descenso del 0,34 por ciento.

Además de la caída en el número de autónomos, el número de trabajadores asalariados en el sector privado también se ha reducido en el último trimestre, anotando un descenso de 2.200 trabajadores, en un contexto donde el número de asalariados del sector público se incrementaba en 12.800 trabajadores, y amortiguaba la destrucción de empleo en las Islas.

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Analizando por sectores
de actividad, se observa que la población ocupada en las Islas decreció,
especialmente, en la industria, donde el empleo se redujo en 6.400 personas (-14,45%),
en el último trimestre, seguido del conjunto de los servicios, donde se
perdieron 2.200 puestos de trabajo, lo que implicó una caída del empleo del 0,31
por ciento.

Como cabía esperar, el descenso en este sector se concentró principalmente en actividades como el comercio, el transporte y la hostelería, que, en conjunto, acusaron una disminución de 24.100 ocupados (-6,73%), mientras que, por el contrario, las ramas vinculadas al sector público apuntaron un incremento de 20.900 empleos (+11,17%).

La construcción, por su parte, anotó un crecimiento del empleo de 5.800 personas, lo que supone, en términos relativos, un 12,53% más que en el trimestre previo, al tiempo que, en la agricultura, se mantuvo el nivel de empleo del trimestre previo.

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El mercado laboral de Canarias continúa acusando los efectos de la pandemia, y lo hace con una intensidad mayor que en el conjunto del territorio nacional y pone de manifiesto la especial exposición de nuestro sistema productivo.

Según los datos de la EPA, en lo que va de año, se han perdido 121.000
empleos en Canarias y la tasa de paro se ha elevado en más de 6 puntos
porcentuales, desde el 18,8% que registraba a comienzos del año, hasta el
25,04% que se ha estimado en el tercer trimestre del año.


El papel de las empresas Canarias y los objetivos de desarrollo sostenible frente al Covid-19

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En apenas unos meses, el mundo
y nuestra concepción de muchas de las realidades que dábamos por sentadas han
cambiado radicalmente desde que el pasado 11 de marzo el COVID-19 fue declarado
pandemia mundial.

La magnitud y la rapidez con la que se ha
propagado la enfermedad por el planeta y que ha supuesto la paralización de la
mayor parte de la actividad productiva a escala mundial, no tiene precedentes
en nuestra historia moderna, y tendrá irremediablemente graves consecuencias
sobre nuestra economía y el empleo que todavía resultan muy difícilmente
cuantificables.

Ello hace necesario, quizá más que nunca,
que todos los actores implicados, Administración, sector privado y sociedad
civil, trabajemos de manera ágil, eficiente y coordinada sobre la base de un
objetivo común, que no debe ser otro sino el de superar esta terrible crisis
sanitaria a la que seguimos haciendo frente y, al mismo tiempo, tratar de
amortiguar sus efectos sobre la actividad productiva y el empleo, para que no
deriven en una profunda crisis económica y social de devastadoras consecuencias
para nuestra sociedad en su conjunto.

La economía y el comercio mundial, las
cadenas de valor e incluso la forma en la que nos relacionamos con nuestro
entorno se encuentran actualmente en plena revisión. Resulta indudable que esta
crisis ha dejado al descubierto algunas de las vulnerabilidades que
aquejan a nuestro sistema económico y social, como es la necesidad de acelerar
y adaptar en mayor medida nuestros modelos de trabajo y de gestión a entornos
digitales y que sean más sostenibles, especialmente en el ámbito de la PYME.

El cambio de los paradigmas asociados a
estos dos conceptos se han intensificado en los últimos meses, por lo que
debiera propiciarse un marco adecuado y de apoyo para que las empresas puedan readaptar
sus procesos hacia modelos que promuevan la eficiencia y la sostenibilidad, lo
que redundará en significativas mejoras de la productividad y que traerá
aparejado, además, nuevas oportunidades de nego­cio de la mano, entre otras, de
un uso más racional de los recursos o mejoras en términos de posicionamiento e
imagen corporativa a través de la responsabilidad social.

Como fórmula inaplazable para la
recuperación, surge la necesidad de contar con un tejido productivo que resulte
más competitivo y resiliente ante eventuales shocks externos, preparado para el
nuevo escenario que está surgiendo a raíz de la pandemia y los obligatorios
cambios de interacción social que estamos viviendo.

Es el momento idóneo, por tanto, para
apoyar la inversión empresarial ligada a fenómenos que ya eran realmente
necesarios mucho antes incluso a la irrupción de la pandemia, como son la transición
energética, la lucha contra el cambio climático o la transformación digital. Debemos
aprovechar la necesidad de estimular la economía para promover inversiones que
son necesarias y rentables, pero, al mismo tiempo, evitando medidas que
pudieran disuadirlas, como incrementar la ya elevada presión fiscal que
soportan nuestros hogares y empresas.

Por otro lado, si algo ha dejado también
patente la crisis derivada del COVID-19 ha sido el mejor aguante y capacidad de
respuesta de aquellas empresas más digitalizadas, dentro de un escenario
completamente disruptivo y que está demandando el fortalecimiento e impulso de
un tejido productivo que cuente con un capital humano más especializado y
adaptado a la nueva realidad económica y social.

No cabe duda que nos encontramos en un
momento histórico, en el que será necesario pensar ya no solo en el corto, sino
sobre todo en el medio y el largo plazo, siendo imperativo seguir avanzando en
el establecimiento de programas y actuaciones que permitan a nuestras PYMES
poder desarrollar sus procesos con una mayor eficiencia y un carácter más
sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental,
alineadas con las metas propuestas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) de la ONU y las recomendaciones de la Comisión Europea.

Con este objetivo, resultará básico
aumentar la formación y los niveles de capacitación de los trabajadores tanto
para el devenir diario de sus puestos de trabajo, como de cara a los nuevos
perfiles profesionales que afloren dentro del imparable proceso de transición,
además del deber de los poderes públicos de facilitar un mejor aprovechamiento
de las nuevas tecnologías de vanguardia, con la digitalización y la
sostenibilidad como motores clave de crecimiento y desarrollo a futuro.

Es en este escenario en el que la CCE,
como organización empresarial más representativa y siendo conscientes de nuestra
obligación de liderar desde el punto de vista empresarial el cumplimiento de la
Agenda 2030 en nuestro territorio, ha diseñado un plan de acción que contempla
actuaciones de sensibilización, además de la puesta a disposición de nuestras
pymes de herramientas que les permitan poder integrar el concepto de
sostenibilidad en sus estrategias de negocio.

Un plan de actuación que desde la CCE
consideramos ha adquirido una mayor importancia, si cabe, en el complejo e
incierto escenario actual de pandemia, y sobre el que seguiremos informando en
las próximas semanas, entendiendo a los ODS como una oportunidad para
implementar en el seno de las organizaciones canarias iniciativas destinadas a
reducir y eliminar los impactos negativos y potenciar aquellos que sean
positivos, lo que les ofrecerá como contrapartida importantes retornos en
términos de eficiencia, reducción de costes o atracción y fidelización de
clientes, entre otros.

Todo ello a objeto de propiciar un ecosistema
que facilite la modernización de nuestro sistema productivo, basado en una
mayor potenciación de la innovación, la digitalización y la sostenibilidad en
el entorno empresarial, y que coadyuve a superar con mayores garantías de éxito
los efectos de esta terrible crisis sanitaria, económica y social, bajo la
consigna de no dejar a nadie atrás, contribuyendo a generar mejores
oportunidades y bienestar social para todos.


Encuentro de la Junta Directiva de la CCE con José Alberto González-Ruiz, Secretario General de CEOE

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En la mañana del 19 de octubre, la Confederación Canaria de Empresarios celebró una Junta Directiva Extraordinaria que contó con la intervención de José Alberto González-Ruiz, Secretario General de la Confederación Española de Organización Empresariales (CEOE).

Encabezada por el
Presidente de la CCE, Agustín Manrique de Lara; y por el Secretario General,
José Cristóbal García, la reunión sirvió de ocasión para debatir sobre la
situación actual y las perspectivas a medio y largo plazo de la economía
española, haciendo especial énfasis en la coyuntura especialmente difícil que
enfrenta Canarias, dada su estructura económica más terciarizada a la de otros
territorios y su mayor sensibilidad ante los efectos de la pandemia y las
restricciones a la actividad.

Del mismo modo,
durante la reunión se realizó una conexión telemática con la Oficina Técnica de
Apoyo para Proyectos Europeos, en la que el coordinador de la Oficina, Luis
Socías, presentó a nuestra Junta Directiva los aspectos principales de este instrumento
creado por CEOE, con la colaboración de PwC España, cuyo fin principal es el de
informar y asesorar para aprovechar al máximo el Plan Europeo de Recuperación y
ser voz del empresariado en la configuración del Plan Nacional de Reformas e
Inversiones.


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Septiembre de 2020

Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Septiembre de 2020

Los datos más recientes parecen indicar que la economía
internacional
está experimentando un proceso de recuperación incompleta y
desigual.

Tras la abrupta caída de la actividad económica
registrada desde el inicio de la crisis sanitaria, que llevó al PIB mundial a
desplomarse durante el segundo trimestre, la reactivación económica no termina
de consolidarse, en un contexto en el que la incertidumbre ante los rebrotes de
la pandemia y la ausencia de un tratamiento definitivo, amenazan con retrasar
la recuperación a medio y largo plazo.

En este sentido, algunos indicadores adelantados han
mostrado una cierta pérdida de ritmo con respecto a meses anteriores, como
muestra el leve retroceso del índice de compras en la industria manufacturera y
en los servicios (PMI), debido a la aplicación en algunos países de nuevas
medidas de restricción para contener los rebrotes.

No obstante, el Fondo Monetario Internacional ha
sugerido en su último informe de previsiones, que la reducción del PIB durante
el segundo periodo del año ha resultado menos intensa de lo previsto
inicialmente, sobre todo en el caso de las economías avanzadas, lo que unido a
las señales más positivas ofrecidas por los indicadores de actividad y
confianza durante el tercer periodo del año, han llevado al FMI a revisar al
alza sus proyecciones en relación con su anterior publicación del mes de junio.

Según esta institución, la economía mundial cerrará
2020 con una caída del PIB del 4,4%, ocho décimas menos de lo previsto
anteriormente; apuntando una caída del 5,8% para las economías avanzadas y del
3,3% para las emergentes.

Para 2021, el FMI ha estimado que la economía global
apreciará un rebote del 5,2%, lo que implica dos décimas menos que en la
anterior previsión, fruto, entre otras causas, del mantenimiento de medidas de
distanciamiento social.

Estas previsiones no están exentas de riesgos, sobre
todo de carácter bajista, relacionados con la evolución de la crisis sanitaria
y los efectos que finalmente tengan sobre el consumo las nuevas medidas de
contención y restricciones a la movilidad.

En el caso concreto de Estados Unidos, los
indicadores de confianza de los consumidores y de sentimiento empresarial
siguen ofreciendo un comportamiento muy favorable, pese a la elevada tasa de
contagios que se están registrando en el país.

Sin embargo, la expectativa ante la aprobación de un
nuevo paquete de estímulos fiscales ha ido perdiendo fuerza, y parece que
quedará postergado hasta después de los próximos comicios presidenciales, que
se celebrarán a principios de noviembre.

En cualquier caso, el FMI ha previsto que el PIB
estadounidense cerrará el presente ejercicio 2020 con una disminución del 4,3%,
3,7 puntos menos que en la estimación previa, y crecerá un 3,1% en 2021.

En lo que concierne a la Eurozona, los datos
que se van conociendo relativos al tercer trimestre del año apuntan a la
desaceleración de una recuperación, que ya de por sí, está resultando
atemperada e incompleta, en un contexto en el que el descenso del empleo
continúa contenido en cierta medida, debido, sobre todo, a los programas de
regulación temporal de empleo, materia en la que jugará un rol muy relevante la
llegada a los Estados miembros de los recursos del fondo SURE de la Comisión
Europea.

En este escenario, el FMI ha proyectado un descenso
del PIB cifrado en un 8,3% para 2020, 1,9 puntos porcentuales menos que lo
anunciado durante el pasado mes de junio.

Las previsiones de este organismo internacional
apuntan a que el conjunto del Área del euro volverá a experimentar tasas
positivas en 2021, con un crecimiento previsto del 5,2 por ciento.

En cuanto a la economía española, el Consejo
de Ministros ha aprobado recientemente la suspensión de las reglas fiscales
para los ejercicios 2020 y 2021, lo que supone la activación de la cláusula
general de salvaguarda de la Comisión Europea, que deja sin efectos los
objetivos de estabilidad y deuda pública, así como la regla de gasto, y que
deberá ser confirmada por el Congreso de los Diputados.

A pesar de ello, el Ejecutivo ha establecido como
referencia una previsión del déficit público para el cierre de 2020 del 11,3%
del PIB (cerca de un punto por encima de la estimación del pasado mes de mayo),
algo lejos del 14,1% que prevé el FMI.

Con respecto a la deuda pública, el Gobierno estima
que podría situarse en el 118% del PIB durante este año, como consecuencia del
aumento del gasto público necesario para paliar los efectos de la crisis
sanitaria, frente al 123% que ha proyectado el Fondo Monetario Internacional.

Por otro lado, según el cuadro macroeconómico
previsto por el Estado, España anotará un descenso del PIB del 11,2% en 2020, y
empeora así la estimación anterior en la que preveía una caída del 9,2% de la
economía durante este año.

Las nuevas previsiones, apuntan además a que la tasa
de paro ascendería hasta el 17,1% de la población activa.

De cara a 2021, el Ejecutivo prevé que la economía
de nuestro país crezca un 7,2%, si bien podría alcanzar el 9,8%, si se
incluyera el efecto adicional que aportaría la aplicación del Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia, y que supondría un desembolso en
diversos proyectos e inversiones de 72.000 millones de euros, procedentes del
Fondo Europeo “Next Generation EU”.

Por su parte, el FMI prevé un descenso más acusado
para la economía española durante 2020, con una caída prevista del 12,8%,
aunque estima que en 2021 el PIB podría volver a registrar avances positivos
con un incremento del 7,2 por ciento.

Si atendemos a las cifras que ofrece el mercado
laboral nacional, se aprecia que el número de afiliados a la Seguridad Social a
último día del mes de septiembre en nuestro país anotó un aumento mensual de
252.423 efectivos (+1,4%), la mayor parte en “Educación”, donde se anotaron
187.598 efectivos adicionales (+23,2%).

Este mismo comportamiento se observó en el empleo de
Canarias, apreciándose un avance mensual de la afiliación a la Seguridad
Social a último día del mes de 18.406 nuevas altas (+2,4%), debido al fuerte
peso que tuvo también la rama de “Educación”, que sumó 15.540 trabajadores, en
comparación con el mes de agosto, lo que pone de manifiesto que gran parte de
la actividad privada continúa acusando los efectos del COVID-19.

Si atendemos a los resultados que arroja el mercado
de trabajo en las Islas desde el inicio de la pandemia, se constata que la
afiliación en el Archipiélago se ha reducido en 44.235 personas entre febrero y
septiembre, lo que implica una caída del empleo del 5,4 por ciento.

Este dato más que duplica la caída que ha mostrado
el empleo en el conjunto del país, en el que el número de trabajadores en alta
laboral se ha contraído un 2,3% (435.686 efectivos menos), lo que deja patente
los efectos más acusados de la pandemia sobre el empleo de Canarias.

La rama de actividad más afectada en el periodo
comprendido entre febrero y septiembre ha sido la “Hostelería”, que en conjunto
con la actividad comercial y los “transportes”, acumulan una pérdida de 34.399
empleos.

Por lo que se refiere al resto de sectores, la
agricultura anotó una caída de 1.036 trabajadores, al tiempo que el sector
industrial y la construcción observaron sendos descensos de 900 y 222
afiliados, respectivamente.

Sólo la actividad sanitaria se ha mantenido en
valores positivos, apuntando un alza de 5.555 trabajadores.

La situación del empleo se está viendo agravada por
el impacto de los nuevos brotes de la pandemia y el aumento de la incertidumbre
generada en torno a la actividad turística, a raíz de los nuevos cierres de
establecimientos y el veto de mercados emisores.

Durante el mes de septiembre volvió a reducirse la
entrada de visitantes desde el extranjero hasta los 99.432 viajeros, lo que
supuso 145.784 turistas menos que los contabilizados durante el mes de agosto
(-59,5%).

Tras este resultado, la llegada de estos visitantes
acumula en los nueve primeros meses de 2020 una caída de 6,4 millones de
personas en relación con el mismo periodo del pasado ejercicio, un 65,6% menos.

Otro indicador de demanda de las Islas que continúa
inmerso en una trayectoria negativa es la matriculación de vehículos, que
apuntó en septiembre un descenso mensual del 2,8%, con lo que acumula en lo que
va de año una disminución del 46,4 por ciento. Este descenso se refleja en
todos los canales de venta, aunque resulta de una especial intensidad en el
segmento de vehículos de alquiler, que acumula un descenso del 83,4%, como
consecuencia de la contracción del sector turístico.

Los efectos de la crisis sanitaria derivada del
COVID-19 siguen manifestándose en toda la actividad económica de las Islas, y
la evolución de los precios refleja esta tendencia, empeorando el estancamiento
que venía mostrando el consumo desde hace varios meses.

En esta línea, al término del pasado mes de
septiembre, el IPC apuntó una variación mensual nula, al tiempo que en el
conjunto del territorio nacional se observó un ligero incremento del 0,2 por
ciento.

En términos interanuales, la inflación evidenció un
aumento del 0,3% en el Archipiélago, mientras que, por el contrario, en el
ámbito del Estado, los precios descendieron un 0,4% interanual. Estos datos
ponen de relieve la mayor intensidad que está acusando la caída de los precios
de los combustibles a nivel nacional, cifrada en un 12,9%, frente al descenso,
mucho más moderado, que muestran en Canarias, donde se han aminorado un 3,9 por
ciento.

La economía de las Islas atraviesa un momento
delicado, por lo que resulta esencial sentar unas bases sólidas que garanticen
la recuperación del empleo y la supervivencia del tejido productivo,
incentivando e impulsando la actividad y la inversión, a través de medidas que
impliquen un gasto público eficaz y eficiente.

Por otro lado, el reciente acuerdo que ha extendido la vigencia de los ERTES tendrá sin duda efectos positivos para el mercado laboral y las empresas canarias, pero es vital seguir trabajando en esta materia para lograr que todas las actividades que lo necesiten puedan acogerse a unas medidas que están resultando indispensables para hacer frente a los efectos de la crisis sanitaria.

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La CCE consolida su colaboración con Telefónica

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Durante la mañana de hoy, D.
Agustín Manrique de Lara y Benítez de Lugo, Presidente de la Confederación
Canaria de Empresarios y D. Juan José Flores Mederos, Director de Telefónica de
España en Canarias rubricaron un Acuerdo de Colaboración con el que se
consolida la relación que mantiene desde hace años la Confederación con esta
empresa líder en el sector de las comunicaciones, en la prestación de servicios
y en la venta de equipos orientados al ámbito empresarial.

Este compromiso de colaboración resulta especialmente relevante en
un contexto como el actual en el que las empresas canarias afrontan el reto de
la digitalización, y permitirá potenciar servicios de alto valor
añadido para las empresas que contribuyen a la modernización tecnológica de
Canarias y su transformación digital.

Además del Presidente de la
Confederación Canaria de Empresarios y del Director en Canarias de Telefónica
de España, en el acto de la firma también estuvieron presentes D. José
Cristóbal García Garcia, Secretario General de la Confederación, y Dña. Carmen
Gloria Rodríguez Falcón, Directora de Ventas, Administraciones Públicas y
Grandes Empresas Canarias de Telefónica.


El precio de los carburantes y la debilidad del consumo continúan condicionando la evolución de los precios en Canarias

  • Los precios han registrado una variación nula en Canarias durante el pasado mes de septiembre, y en el conjunto del Estado han registrado un leve aumento del 0,2% en el último mes.
  • En términos interanuales, los precios en Canarias se incrementaron un 0,3%, al contrario que en el ámbito nacional, en donde la inflación descendió un 0,4 por ciento.
  • La inflación subyacente crece un 0,1% mensual en Canarias, aunque permanece en terreno negativo en términos acumulados, con una caída del 0,8% en lo que va de año.

Los datos publicados en la mañana de hoy
por el INE, señalan que el IPC en las
Islas permaneció invariable durante el pasado mes de septiembre, frente al
avance moderado del 0,2% que mostraron los precios en el conjunto del
territorio nacional, acusando así con mayor intensidad el estancamiento que ya
venía acusando el consumo en las Islas, especialmente en bienes y servicios
vinculados al turismo.

La evolución mensual
de los precios en Canarias se produjo en un escenario condicionado por la
finalización del periodo de rebajas, que impulsó al alza los precios en el
grupo Vestido y Calzado, hasta anotar un avance mensual del 7,1 por
ciento.

No obstante, el
impacto de este incremento se vio limitado por la caída que experimentó el
conjunto de los bienes y servicios relacionados con los “Transportes” (-0,9%), influenciados
a la baja por la caída que mostraron los “Carburantes y combustibles” (-1,6%), y
de los bienes y servicios altamente vinculados a la actividad turística.

Este es el caso
del grupo de Restaurantes y hoteles donde los precios han
descendido un 0,7%, donde se incluyen los precios de “servicios de alojamiento”
que, en el último mes, han descendido un 10 por ciento.

También es el caso del grupo “Ocio y Cultura”, donde los precios han registrado un descenso en Canarias del 1,7%, como consecuencia de la fuerte caída observada por los precios de “Paquetes turísticos”, que durante el pasado mes de septiembre han descendido un 11,7 por ciento.

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Los precios
también cayeron en los grupos de “Bebidas alcohólicas y tabaco” (-0,3%) y “Alimentos
y Bebidas no alcohólicas” (-0,1%), mientras que el resto de grupos de bienes y
servicios que conforman el Índice General de Precios en Canarias, mostraron
avances muy moderados o permanecieron invariables.

En términos interanuales, los precios en Canarias experimentaron un incremento del 0,3%, a diferencia del contexto nacional donde se observó una caída de la inflación del 0,4 por ciento.

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Desde esta perspectiva, la evolución de
los precios en las Islas continúa condicionada por el comportamiento de los
carburantes y combustibles en las Islas.

En comparación con los datos de hace un
año, los precios de los carburantes y combustibles en Canarias se han reducido
en un 3,9%, mientras que en el conjunto del Estado, los precios de los
carburantes se han reducido en un 12,9 por ciento.

La mayor resistencia que han mostrado los
precios de los combustibles en Canarias incidió directamente en una caída más
moderada en el grupo “Transportes”, que en las Islas ha anotado un descenso
interanual del 2,0%, tres puntos inferior que en el conjunto del Estado (-5,0%),
además de en el grupo Vivienda, agua, electricidad, gas y otros
combustibles, que en Canarias ha anotado un incremento interanual del 0,6%,
en contraste con la caída del 1,4% observada en el ámbito nacional.

Atendiendo al resto de grupos en el
Archipiélago, el conjunto de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” volvió a
experimentar un nuevo repunte de los precios del 2,6%, seguido de “Bebidas
alcohólicas y tabaco”, cuyos precios aumentaron un 2,0%, como resultado del
incremento que volvió a mostrar el “Tabaco” (+2,9%) y “Otros bienes y
servicios” donde se apreció un avance del 1,7% interanual.

La inflación subyacente, que descuenta el efecto sobre los precios de los componentes más volátiles, estos son, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, registró en el Archipiélago un incremento mensual del 0,1% y del 0,4% interanual, si bien en términos acumulados permanece en terreno negativo, observando una caída en lo que va del año del 0,8%, una décima más que la tasa acumulada a escala estatal (-0,7%).

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La educación sitúa el empleo en Canarias en cifras positivas en septiembre, aunque sigue acumulando una pérdida de 46.058 efectivos por los efectos del COVID-19

  • La afiliación media a la Seguridad Social en las Islas
    se elevó en 6.749 personas (+0,9% mensual), al tiempo que en el conjunto del
    país, aumentó en 84.013 nuevas altas (+0,4%).
  • Este incremento mensual fue fruto del aumento en la
    “Educación” (+4.419 efectivos), en las “Actividades Administrativas y Servicios
    Auxiliares” (+2.942 trabajadores) y en “Sanidad” (+1.301 empleados).
  • En términos interanuales, el número de afiliados
    medios se redujo en el Archipiélago un 5,3%, 43.216 personas menos, con mayor intensidad
    que a escala estatal (-2,3%).
  • Entre febrero y septiembre, Canarias ha observado una
    caída del empleo del 5,6%, casi el triple que el conjunto del Estado, donde la
    afiliación se ha aminorado un 1,9% en dicho periodo.
  • El paro registrado en las Islas apreció un retroceso mensual
    del 1,21% (3.126 desempleados menos), al tiempo que en términos interanuales, observó
    un alza del 24,32% (49.751 parados más) al cierre de septiembre.

Según los datos oficiales, publicados durante la mañana de hoy, la afiliación media a la Seguridad Social en las Islas experimentó en septiembre un alza mensual de 6.749 personas, un aumento del 0,9%, al tiempo que el número de afiliados en el ámbito nacional también ascendió en 84.013 efectivos, un 0,4% más que en agosto.

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Es importante reseñar que las
cifras de empleo del mes de septiembre, tradicionalmente son positivas, debido
al inicio de la temporada escolar. En este caso, la mayor parte de la creación
de empleo en el noveno mes del año se localizó en la “Educación” y la
“Sanidad”, que, en conjunto, observaron un incremento mensual de 5.720
efectivos, en un contexto en el que la actividad privada sigue acusando los
efectos de la pandemia y las restricciones a la movilidad del turismo, tal como
sucede en la “Hostelería”, con 2.315 afiliados menos que en agosto, o en la
actividad comercial, que anotó 477 trabajadores menos.

En términos
interanuales
, la afiliación media en Canarias continúa en valores negativos,
apuntando una caída de 43.216 empleos, un descenso relativo del 5,3%, más del
doble que en el ámbito nacional, donde el número de afiliados se redujo un
2,3%, con 447.062 trabajadores menos que en septiembre de 2019.

Una de las principales conclusiones
que subyace, es el mayor impacto de la crisis que acusa el empleo del
Archipiélago en relación con el conjunto nacional, lo que puede verse con mayor
claridad al observar los resultados del mes de septiembre en relación con los
de febrero, antes del inicio de la crisis sanitaria.

En este sentido, en comparación con el segundo mes del año, las Islas han apreciado en septiembre una pérdida de 46.058 trabajadores, lo que implica un descenso relativo del 5,6%, que resulta casi tres veces mayor que la registrada en el conjunto del Estado, donde la afiliación media acumula una contracción del 1,9% (-373.840 efectivos).

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Los
servicios concentran el grueso de esta caída, acusando un descenso de 44.419
afiliados con respecto al mes de febrero, destacando la “Hostelería” (-20.476
empleados), el “Comercio” (-8.216 efectivos), la “Educación” (-6.915
trabajadores), o los “Transportes” (-4.038 afiliados).

El resto
de sectores también han apreciado retrocesos en sus cifras de afiliación media a
la Seguridad Social entre febrero y septiembre, así lo pone de manifiesto el
sector industrial, con 800 afiliaciones menos; la agricultura, en la que se ha
anotado una contracción de 666 personas; y la construcción, que acumula una
minoración de 173 afiliados.

En cuanto a los datos de paro, se observa que en las Islas el desempleo se ha reducido un 1,21% a lo largo del mes de septiembre, lo que equivale a 3.126 parados menos que en agosto, con lo que el paro registrado en Canarias se sitúa en un total de 254.280 personas.

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Por sectores, la caída mensual del desempleo se ha localizado, sobre todo, en los servicios, donde se apuntaron 3.988 parados menos que en agosto (-2,00%); y en menor medida, en la industria, que apreció un descenso de 178 parados (-1,85%). Por el contrario, la construcción constató un aumento de 27 desempleados (+0,11%), mientras que la agricultura observó una elevación mensual de 21 personas (+0,38%), en relación con el mismo mes del año precedente. Por su parte, el colectivo “Sin empleo anterior” apuntó un alza de 992 demandantes (+5,25%).

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En relación con el mes de septiembre del pasado año,
el paro registrado en el Archipiélago mantiene la tendencia de crecimiento,
anotando un aumento del 24,32%, 46.443 parados adicionales.

Si atendemos
al comportamiento del desempleo desde el comienzo de la pandemia, queda
reflejado que el paro registrado en las Islas se ha incrementado de forma más
intensa que en el ámbito estatal, con una elevación del 22,35%, frente al aumento
del 16,34% anotado a escala nacional.


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Agosto de 2020

Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Agosto de 2020

Las señales positivas de recuperación que comenzaba a mostrar la economía mundial tras el levantamiento gradual de muchas de las restricciones a la movilidad, se han enfriado en las últimas semanas debido al rebrote de la pandemia, especialmente en el ámbito de Europa y España.

Los indicadores adelantados de actividad y confianza, o los de actividad empresarial, continúan apuntando datos positivos en el contexto global, aunque más moderados de lo que cabía esperar inicialmente, y con cierto grado de desigualdad entre países, y en los mercados financieros internacionales continúa imponiéndose la cautela en la toma de decisiones, fruto de la incertidumbre que aún planea en el contexto global por la evolución de la pandemia y el recrudecimiento del conflicto comercial entre Estados Unidos y China.

Por lo que se refiere a las materias primas, los precios de los metales y de las materias energéticas han mostrado un alza desde el periodo estival, aunque en el caso del petróleo, este ascenso ha ido perdiendo algo de fuerza tras cerrar el mes de agosto en los 45,4 dólares por barril de Brent (+3,4% mensual), y situarse, durante la primera mitad de septiembre, por debajo de los 40 dólares, debido a la incertidumbre sobre el comportamiento de la demanda global en los próximos meses.

En este contexto, la economía de Estados Unidos ha experimentado en el segundo trimestre una caída del PIB menos intensa que otros países, sobre todo en el caso de los europeos, cifrada en un 9,1% trimestral, según la última estimación, fruto de unas medidas de restricción menos rígidas y del efecto de unos estímulos fiscales y monetarios de gran contundencia.

En cualquier caso, el incremento del gasto público no ha podido compensar la fuerte caída del consumo privado, aunque se espera que al cierre del segundo semestre del año se pueda revertir esta situación, lo que dependerá de la evolución que describa el ritmo de contagios del COVID-19.

En el caso de China, el comportamiento favorable de la demanda interna, especialmente en la actividad manufacturera y la inmobiliaria, ha impulsado la recuperación durante el tercer trimestre, que, además, se ha visto reforzada por la evolución del sector exterior, que está aprovechando los vientos de cola que implican las ventas internacionales de productos sanitarios.

Pese a que los indicadores de actividad sugieren que la economía china no está siendo ajena a la pérdida de tono del crecimiento a medida que avanza el trimestre en curso, se trata del país que más ha destacado en su recuperación tras la reanudación de la actividad económica.

En lo que concierne a la Eurozona, la última actualización de los datos del PIB, publicada por Eurostat, indica que el conjunto del Área apreció un decrecimiento trimestral del 11,8% en el segundo periodo, tres décimas menos de lo estimado inicialmente, lo que sigue mostrando la fuerte incidencia de la crisis sanitaria sobre los países de la Zona del Euro.

Pese a que los indicadores de actividad siguen describiendo una trayectoria positiva, tal como indican los índices de compras en la industria manufacturera y en los servicios (PMI), la recuperación está perdiendo impulso durante el tercer periodo del año.

Esta tendencia se reproduce en el contexto de la economía española, en la que el repunte de la pandemia está ralentizando la recuperación, debido a la aplicación de nuevas medidas de restricción de la actividad, lo que, unido al impacto sobre el sector turístico, condiciona las perspectivas de aquí al término del ejercicio.

Así lo refrenda el último informe de previsiones del Banco de España, que rebaja sus estimaciones anteriores debido a los rebrotes del COVID-19 y al enfriamiento de la recuperación, y plantea ahora dos escenarios posibles, en función del impacto que pudieran tener las nuevas medidas de contención de la pandemia sobre el conjunto de la actividad productiva.

El Escenario 1 contempla la aparición de rebrotes que harían necesaria la aplicación de medidas de contención de un alcance limitado, tanto desde el punto de vista geográfico como de las actividades afectadas, con lo que la incidencia sería, relativamente, más moderada sobre la actividad económica, llevando al PIB a registrar un descenso del 10,5% al término del presente ejercicio, observando un repunte del 7,3% en 2021.

Las actividades afectadas con mayor intensidad estarían relacionadas directamente con el turismo, la hostelería y el ocio, si bien, el resto de sectores, aunque también se verían perjudicados, su incidencia sería más moderada.

El Escenario 2 asume que habrá rebrotes más acusados del COVID-19, y ello conllevaría la aplicación de medidas de contención más restrictivas, aunque no del mismo calibre que las adoptadas al inicio del estado de alarma.

Estas restricciones tendrían un efecto relevante sobre aquellas actividades de servicios que implicasen un mayor grado de contacto social, e incidirían de forma directa sobre otros sectores, lo que provocaría un impacto negativo más acusado y persistente sobre la actividad económica.

En este escenario, el PIB cerraría 2020 con una minoración del 12,6%, anotando un incremento del 4,1% en 2021, debido a los efectos de arrastre que tendría la recuperación de la actividad en el transcurso del segundo semestre del presente año.

En todo caso, el BDE no prevé que la economía recupere los niveles de PIB previos a la pandemia antes del final de 2022.

El servicio de estudios de Funcas también ha revisado a la baja la previsión de crecimiento de España para 2020, y prevé ahora que el PIB nacional se reducirá un 13% (3,2 puntos menos que la anterior previsión), bajo el supuesto de un escenario en el que se contiene el rebrote del COVID-19, lo que evitaría medidas de confinamiento general, aunque se estima también que el retroceso sería mucho más intenso en actividades vinculadas al sector turístico y del ocio.

Por su parte, el mercado laboral ha vuelto a acusar la incertidumbre en que está inmersa la economía de nuestro país, anotando resultados negativos durante el pasado mes de agosto.

Así, el número de afiliados a la Seguridad Social a último día del mes pone de relieve que el empleo en el conjunto del territorio nacional se redujo en agosto en 82.541 efectivos (-0,4%) con respecto a los datos observados en julio.

Esta tendencia se traslada también al empleo en Canarias, que evidenció, con datos a último día de agosto, una caída mensual de la afiliación a la Seguridad Social de 2.499 efectivos (-0,3%), corrigiendo el avance mensual que había arrojado el dato de afiliación media publicado con anterioridad.

De esta manera, y considerando el periodo comprendido entre febrero y agosto, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en las Islas acumula ya una caída de 62.641 personas, lo que implica un descenso del 7,6%, que más que duplica el registrado en el contexto nacional, donde la afiliación durante la pandemia se ha reducido en un 3,6% (688.109 afiliados menos), lo que sigue mostrando la fuerte exposición del Archipiélago a los efectos del COVID-19.

La caída de la afiliación en el Archipiélago se ha concentrado especialmente en los servicios, que han perdido un total de 60.531 trabajadores, principalmente en la “Hostelería”, el “Comercio” y los “Transportes”, que, en conjunto, suponen un descenso de 32.690 efectivos; al tiempo que la “Educación” y las “Actividades administrativas” han apreciado sendos retrocesos de 17.014 y 7.044 empleos, respectivamente. Sin embargo, la “Sanidad” ha anotado un alza de 4.137 nuevas altas en comparación con el mes de febrero.

Los nuevos rebrotes aparecidos durante el mes de agosto han venido a sumar nuevos impedimentos que frenan la leve recuperación que había comenzado a experimentar la actividad turística en el Archipiélago.

Los datos que arroja el mes de agosto cifran la entrada de turistas extranjeros en las Islas en apenas 245.216 visitantes,  y ello supone que el sector de las islas ya acumula en los ocho primeros meses del año una pérdida de 5,5 millones de viajeros en comparación con el mismo periodo del pasado ejercicio, lo que supone un 63,0% menos, en términos relativos.

La matriculación de vehículos también continuó en cifras negativas y registró una caída del 30,3% mensual a lo largo del pasado mes de agosto, acumulando entre los meses de enero y agosto una contracción de la actividad del 47,0%, lo que se extiende a todos los canales de venta, aunque de manera especialmente intensa al segmento de vehículos destinados al alquiler, que ha apreciado un descenso del 81,1 por ciento.

La crisis continúa afectando al empleo y a la actividad de las empresas, debido al impacto directo que continúan generando las diferentes medidas de contención, la reducción de aforos y las limitaciones a la movilidad, pero también ha agudizado la debilidad que ya venía mostrando el consumo tal y como muestra el comportamiento de la inflación.

Los precios de consumo se aminoraron en las Islas durante el pasado mes agosto en un 0,1%, mientras que en el ámbito del Estado apreciaron una variación mensual nula.

En términos interanuales, el IPC observó un alza del 0,5% en el Archipiélago, frente a la disminución del 0,5% apuntada en el conjunto del país.

Esta evolución dispar se debe a la mayor resistencia que están mostrando los precios de los carburantes y los productos energéticos en las Islas con respecto al total nacional.

De esta manera, el descenso que han venido mostrando los precios internacionales del petróleo durante el presente año (el precio del barril de Brent ha caído un 23,1% en relación con el mes de agosto de 2019), se ha reflejado con mayor intensidad en la estructura de precios del Estado, en la que los carburantes se han abaratado un 11,0% interanual, mientras que en Canarias, los precios de los combustibles han evidenciado una contracción de menor entidad, cifrada en un 1,9 por ciento.

A la luz de estos datos, resulta más que evidente la necesidad de seguir insistiendo en todas aquellas ayudas y estímulos del tejido productivo y el mercado laboral, siendo esencial que se mantenga en funcionamiento una figura tan importante como los ERTEs, en aras de que las empresas puedan seguir adecuándose al ritmo de la actividad económica, máxime, en un momento de especial incertidumbre ante los rebrotes del virus.

Asimismo, deben aplicarse medidas que apoyen e impulsen el retorno a la senda del crecimiento y que mantengan un marco jurídico seguro y estable, huyendo de aquellas que puedan elevar el esfuerzo fiscal, tanto de las empresas como de las familias, o que menoscaben la capacidad de crear empleo de la economía.

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