La Junta Directiva de la CCE se reúne con José Sánchez Ruano, Delegado del Gobierno de Canarias en Bruselas

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Durante la mañana de hoy, la
Confederación Canaria de Empresarios celebró su Junta Directiva ordinaria del
mes de febrero, encabezada por el Presidente de la CCE, Agustín
Manrique de Lara; y por el Vicepresidente, José Cristóbal García, en la que,
además, se contó con la presencia del Delegado del Gobierno de Canarias en
Bruselas, José Sánchez Ruano.

Durante el encuentro se pudieron conocer,
de primera mano, las últimas novedades referentes al fondo europeo para la
recuperación, en especial, sobre el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tras
la reciente aprobación del Reglamento de la UE que lo regula.

Asimismo, el Vicepresidente realizó
un repaso de la coyuntura económica internacional, nacional y canaria, poniendo
énfasis en las perspectivas para el presente ejercicio y los principales
riesgos que pueden lastrar la recuperación de la economía, que sigue muy
condicionada por los efectos de la pandemia y las medidas de restricción.

En el caso particular del
Archipiélago, José Cristóbal García expuso los datos correspondientes al cuarto
trimestre de 2020 de la contabilidad trimestral de Canarias, así como los últimos
resultados de la actividad económica y del mercado laboral, entre otras
cuestiones.

Por otro lado, se realizó la presentación de la Guía de teletrabajo elaborada por la Confederación Canaria de Empresarios, en la que, además, se establece su vinculación con otras materias transversales, como el compliance, la empresa saludable o la digitalización.


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Enero 2021

Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Enero de 2021

La economía internacional inició el ejercicio 2021 con cierto optimismo, fruto del comienzo de la campaña de vacunaciones contra el COVID-19 y el acuerdo alcanzado entre la UE y el Reino Unido para sus relaciones comerciales tras el “Brexit”, y por la nueva propuesta de estímulos fiscales del nuevo Gobierno en Estados Unidos.

Sin embargo, los rebrotes de la pandemia registrados a finales de 2020 siguen condicionando la actividad económica desde el inicio del presente año, con lo que se han mantenido las medidas de restricción y confinamiento, y en algunos casos se han recrudecido, sobre todo, en los países europeos, afectando, en mayor medida, a las actividades de servicios más vinculadas con la interacción social.

A esto se ha unido la incertidumbre que se ha generado en torno a la producción y distribución de las vacunas, si bien, se espera que a medida que avance el año la actividad económica se vea favorecida, debido al aumento del grado de inmunización, a la retirada gradual de las medidas de distanciamiento social y a las políticas de estímulo adoptadas en economías como Estados Unidos o Japón.

Así lo ha indicado el FMI en la actualización de su panel de previsiones, que, tras estimar un descenso del PIB del 3,5% al cierre de 2020 (nueve décimas menos de lo previsto con anterioridad), mejora sus previsiones para 2021 y ahora confía en que el PIB repunte un 5,5% (tres décimas más de lo previsto inicialmente) y del 4,2% para 2022.

En este contexto, las materias primas han mantenido la tendencia ascendente de los últimos meses, lo que se observa especialmente en el caso del petróleo, que continúa al alza pese a las medidas de restricción de la actividad, debido a la decisión de los países productores de posponer el incremento de la producción previsto para el comienzo de 2021. Así, el precio del barril de Brent se sitúo en el primer mes del año en los 54,6 dólares, un 8,7% más que en diciembre.

Por su parte, el PIB de la economía estadounidense habría cerrado 2020 con un descenso del 3,5%, debido al impacto de la crisis sanitaria sobre la actividad económica, aunque resulta menos intenso que en otras economías avanzadas, dado el menor grado de las medidas de restricción a la movilidad, a pesar de la fuerte incidencia de la pandemia.

En lo que respecta a 2021, la vacunación y las políticas de estímulo han generado unas expectativas positivas, tal y como confirman los últimos indicadores de actividad, aunque un empeoramiento de los contagios podría restar dinamismo a la recuperación.

En este escenario, el FMI estima que el PIB de EE.UU. crecerá un 5,1% en 2021 y un 2,5% en 2021.

En lo que se refiere a China, el pasado ejercicio culminó con la recuperación del nivel de actividad previo a la irrupción de la pandemia, anotando un aumento del PIB del 2,3 por ciento. Se trata de uno de los pocos países que habrían cerrado 2020 en valores positivos, debido a la rapidez con la que se contuvo el COVID-19, a la contundente respuesta del Gobierno y al fuerte apoyo del banco central.

A pesar de todo, es importante no perder de vista que la economía china sigue adoleciendo de ciertos desequilibrios que debe superar, especialmente en términos de endeudamiento, una vez consolidada la recuperación de la actividad.

En cuanto a la Eurozona, los efectos de la crisis sanitaria han hecho mayor mella en la actividad económica, si bien, el establecimiento de unas restricciones más localizadas tras los últimos rebrotes del COVID-19 ha tenido un impacto menos intenso sobre las manufacturas en la última fase del año, con lo que el PIB habría observado un retroceso del 6,8% que finalmente resultaba menos acusado de lo esperado.

En cualquier caso, pese a la debilidad que ha mostrado la actividad al comienzo del presente ejercicio, el aumento del ritmo de vacunación y la descongestión de los sistemas sanitarios, permitirían una relajación progresiva de las medidas de contención que dinamizaría el arranque de la recuperación económica, lo que se vería impulsado por la ejecución de los fondos europeos del “Next Generation EU”.

Así, según el informe de previsiones de invierno de la Comisión Europea, el Área del euro cerrará, tanto 2021 como 2022 con un crecimiento del PIB del 3,8%, aunque señala que la velocidad de recuperación será diferente por países, y será más compleja para aquellos que tengan una mayor orientación hacia actividades como el turismo, como es el caso de España.

En nuestro país, los datos de avance de la Contabilidad Nacional Trimestral muestran que el PIB habría crecido un 0,4% en el cuarto trimestre del año, lo que supone, como ya se esperaba, una moderación del notable aumento apreciado el trimestre anterior (+16,4%), debido a la pérdida de fuerza de la recuperación de la actividad y a las nuevas restricciones.

No obstante, los efectos de la crisis sanitaria y de las medidas de contención llevaron al PIB a anotar un retroceso del 11,0% en el conjunto de 2020, como consecuencia de la mayor intensidad con la que se dejó notar la caída en el consumo de los hogares (-12,6%), en la inversión (-13,5%) y en el sector exterior, especialmente en el caso del gasto de los no residentes (-75,0%).

En el caso de la economía española, la Comisión Europea ha estimado un escenario de previsiones menos pesimista que el pasado otoño, elevando la proyección para 2021 hasta el 5,6% (dos décimas más) y la de 2022 hasta el 5,3% (cinco décimas más), aunque esto dependerá de que la actividad recobre fuerza durante el segundo semestre del presente ejercicio, una vez logren retirarse las restricciones que vienen limitando la actividad productiva y haya avanzado el proceso de implementación de la vacuna.

Los datos más recientes del mercado laboral indican que el número de afiliados a la Seguridad Social a último día del mes de enero en nuestro país descendió en 78.221 trabajadores en un solo mes, lo que implica un 0,4% menos que en diciembre. En relación con el primer mes del pasado 2020, el empleo se ha reducido en 214.694 efectivos, y ello implica un descenso relativo del 1,1 por ciento.

Por lo que se refiere a Canarias, la actividad y el empleo continúan mostrando una mayor vulnerabilidad ante los efectos de la crisis sanitaria, y no en vano, la economía de las Islas destaca como una de las regiones donde más se ha acusado la destrucción de empleo durante el último año.

Las últimas estimaciones de la EPA, referidas al cuarto trimestre de 2020, indican que, en términos interanuales, Canarias fue la región de España que destruyó más empleo al cierre del año, con una pérdida de ocupación del 12,01%, 112.900 trabajadores menos, lo que resulta una caída cuatro veces superior a la experimentada a escala nacional, cifrada en un 3,12 por ciento.

La tasa de paro en las Islas se situó, de este modo, en el 25,22%, 6,44 puntos más que en el último periodo de 2019, y más de 9 puntos por encima de la media nacional.

La EPA confirma, además, que el empleo se ha destruido, principalmente en el sector privado, donde se han perdido 133.700 asalariados en el último año, lo que supone un descenso del 20,28%, en un contexto donde el número de asalariados en el sector público repuntaba al alza en 8.500 personas, un 5,45% adicional.

Es importante reseñar que en esta difícil situación de pérdida de empleo, destaca el incremento de 17.400 ocupados (+21,75% interanual) registrado en las Islas al cierre del cuarto trimestre de 2020, fruto de la iniciativa emprendedora de muchos empresarios sin asalariados.

Por otro lado, la afiliación a la Seguridad Social a último día del mes de enero pone de manifiesto que el empleo en las Islas descendió en 8.962 efectivos durante el primer mes del año, un 1,2% menos que en diciembre; al tiempo que, en términos interanuales, se aminoraba en 41.209 trabajadores, que, en términos relativos, se traduce en una caída del 5,1%, lo que resulta muy superior al descenso anotado a escala nacional (-1,1%).

Los servicios siguen encabezando la pérdida de afiliados, con 39.350 menos que en enero de 2020, destacando, fundamentalmente, el retroceso del empleo de la actividad privada, en las ramas de la “Hostelería”, la “Actividad Comercial”, los “Transportes” y las “Actividades administrativas”, que, en conjunto, han perdido 45.590 afiliados a la Seguridad Social en el último año.

En cuanto al resto de sectores, la industria apuntó una disminución interanual de 928 trabajadores, al tiempo que la agricultura registró 695 afiliados menos que en el mismo mes del pasado año. La construcción observó la contracción más moderada, cifrada en 236 empleos menos, en términos interanuales.

Esta situación se está viendo agravada por la paralización en la que sigue inmersa la actividad turística al comienzo de 2021, debido a las restricciones a la movilidad y las medidas de confinamiento que siguen prolongándose en los principales mercados emisores, como consecuencia de los rebrotes del COVID-19.

En esta línea, el Archipiélago registró durante el mes de enero la entrada de 88.461 visitantes desde el extranjero, un 92,1% menos que durante el mismo mes de hace un año, cuando se recibió un total de 1,1 millones de turistas foráneos.

La debilidad de la economía y del consumo se traslada también a otros indicadores como la matriculación de vehículos, que, al término del mes de enero registró un descenso interanual del 45,6%, destacando la incidencia sobre los vehículos destinados al alquiler, que se han reducido un 83,5% con respecto al mismo mes de 2020.

En lo referido a los precios, el IPC en Canarias anotaba un descenso mensual del 0,3% durante el mes de enero, lo que denota un claro estancamiento en la demanda interna y el consumo que adquiere aún mayor intensidad si tenemos en cuenta la caída mensual del 1,0% apuntada por la inflación subyacente.

La principal clave de este resultado en las Islas fue el notable descenso del 15,1% anotado por el grupo “Vestido y calzado”, debido al efecto de las rebajas, y el descenso que también experimentaron grupos de bienes con una alta relevancia en la composición del índice como son los alimentos y bebidas.

En términos interanuales, la inflación se mantiene en valores positivos aunque muy moderados con un incremento de apenas un 0,2%, tres décimas por debajo de la media nacional (+0,5%), dado el mayor encarecimiento que mostraron los precios de los alimentos en el conjunto del país (+1,7%), en comparación con el Archipiélago (+1,0%).

Estos resultados no hacen más que constatar que la economía canaria necesita aplicar ayudas directas destinadas a equilibrar la estructura de costes, además de reducir la carga tributaria que siguen soportando las empresas en periodos sin actividad y sin ingresos, actuando sobre figuras como el Impuesto de Bienes Inmuebles de naturaleza urbana, o el Impuesto de Actividades Económicas, para garantizar la supervivencia de nuestro tejido productivo y el mantenimiento del empleo.

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Los precios inician el año en Canarias en niveles moderados y siguen condicionados por los combustibles

  • La inflación observó un descenso mensual del 0,3% en las Islas al término del mes de enero; en el conjunto del país se mantuvo invariable.
  • En términos interanuales, el IPC en el Archipiélago anotó un ascenso del 0,2%, tres décimas menos que en el ámbito nacional, donde aumentó un 0,5 por ciento.
  • La inflación subyacente creció un 1,0% mensual en Canarias, aunque en términos interanuales se mantiene en valores positivos, con un alza del 0,3 por ciento.

Los datos publicados durante la
mañana de hoy por el INE indican que los precios continúan dando muestras de la debilidad que aún acusa el consumo al inicio del
ejercicio en las Islas, con una caída mensual del 0,3% a lo largo del primer
mes del año
, mientras que, a escala estatal, se mantuvieron sin variación.

La debilidad del consumo se manifiesta incluso con mayor
intensidad si analizamos la evolución de los precios descontando el efecto de los
carburantes y alimentos no elaborados, toda vez que la inflación subyacente
anotó en las Islas una caída del 1,0 por ciento.

La principal clave de esta evolución en el Archipiélago fue
el notable descenso del 15,1% anotado por el grupo “Vestido y calzado”, debido
al efecto de las rebajas, muy similar al que experimentó este mismo grupo en el
conjunto del territorio nacional (-15,3%).

La caída de los precios en las Islas obedece además al
descenso que mostraron grupos de especial relevancia en la composición del
índice, como son “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” (-0,3%) y “Bebidas
alcohólicas y tabaco” (-0,2%).

El retroceso que experimentaron los precios de estos grupos contrasta, en cambio, con el encarecimiento de estos mismos productos en el conjunto del territorio nacional, donde mostraron avances mensuales del 0,9% y del 0,5%, respectivamente.

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Otros grupos que también mostraron una tendencia descendente en
los precios en las Islas fueron “Ocio y cultura” (-0,5%) y “Muebles, artículos
del hogar y artículos para el mantenimiento corriente del hogar” (-0,4%).

En cambio, los grupos que destacaron como los más
inflacionistas durante el pasado mes de enero en Canarias fueron,
principalmente, el grupo de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros
combustibles”, que apreció un incremento del 3,5%, seguido de “Transporte”
(+1,5%), “Comunicaciones” (+0,5%) y “Sanidad” (+0,1%), mientras que el resto de
grupos que componen el índice apuntaron una variación mensual nula.

Por otro lado, en términos interanuales, el IPC en Canarias
observó un incremento del 0,2%, tres décimas por debajo de la media nacional
(+0,5%).

La evolución diferenciada de la inflación viene dada por el
mayor encarecimiento de los precios de los alimentos observado en el conjunto
del país, cifrado en un 1,7%, frente al alza del 1,0% que se anotó en el
Archipiélago. Asimismo, el grupo “Ocio y cultura” apuntó una caída interanual
del 0,7% en las Islas, mientras que en el territorio nacional se elevó un 0,1
por ciento.

Por lo que se refiere al resto de grupos inflacionistas, los
precios de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” anotaron un
aumento interanual del 4,2%, condicionados por el aumento de los precios de la
electricidad, mientras que otros evidenciaron incrementos menos acusados, como “Bebidas
alcohólicas y tabaco” (+1,8%), “Otros bienes y servicios” (+1,4%) o “Enseñanza”
(+1,0%).

En sentido opuesto, destacó la disminución interanual del 3,5% anotada por “Comunicaciones” y el comportamiento del grupo “Transporte”, que volvió a apreciar en Canarias un retroceso menos intenso (-2,8%) que en el ámbito estatal (-3,2%), debido a la menor incidencia de la caída de los carburantes en las Islas que en el conjunto del Estado (-9,1% Nacional; -7,9% Canarias).

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En cuanto a la inflación subyacente, desde la perspectiva interanual, se mantuvo en valores positivos, aunque moderados, en el Archipiélago, con un incremento interanual del 0,3%, tres décimas menos que la media del Estado, que anotó un alza del 0,6%, en comparación con el mes de enero de 2020.

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Curso modalidad teleformación “COVID-19. Medidas en la empresa”

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Ya está disponible la inscripción del curso de formación “COVID-19: Medidas en la empresa”, elaborado por la Confederación Canaria de Empresarios, con la financiación de la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias.

El curso es totalmente gratuito y en modalidad de teleformación con una duración de 20 horas.

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Si desea inscribirse rellene el siguiente formulario y si tuviera alguna duda puede contactarnos a los teléfonos 683358769 / 659624703 o en las direcciones de correo prevencion2@ccelpa.org / prevencion7@ccelpa.org


Canarias ha perdido en los últimos doce meses más del triple de empleo que el conjunto del Estado

  • En términos mensuales, la afiliación media en las Islas descendió en 12.349 personas, un 1,58% menos que el mes, y en el conjunto del país se perdieron 218.953 empleos (-1,15%).
  • En los últimos doce meses, el número de afiliados medios apuntó un retroceso en Canarias de 46.464 trabajadores, un 5,70% menos que en enero de 2020.
  • Desde el inicio de la pandemia, el empleo en el Archipiélago ha disminuido un 5,97%, y prácticamente triplica el descenso que ha observado la afiliación en el ámbito estatal (2,19%).
  • El paro registrado en las Islas experimentó un crecimiento mensual en enero del 3,63%, mientras que, en términos interanuales, se elevó un 32,23 por ciento.

Los datos más recientes de
la afiliación media a la Seguridad Social indican que el empleo en las Islas
anotó en el primer mes del año un descenso mensual de 12.349 trabajadores, una
caída relativa del 1,58%
, algo más acusada que la anotada a escala
estatal
, cifrada en un 1,15%, 218.953 efectivos menos que el pasado
diciembre.

Así, el número de trabajadores en alta en la Seguridad Social se sitúa en Canarias en 769.335, una cifra que incluye a los 84.403 trabajadores que se encuentran en situación de ERTE (5.197 trabajadores más que los registrados en el mes de diciembre).

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Profundizando en el
análisis, los servicios continúan acusando con
especial intensidad los efectos de las medidas de
restricción a la actividad y la movilidad, apuntando una contracción de 11.139 empleos
con respecto al mes anterior.

Dentro de las ramas de
este conjunto de actividades, destaca la minoración de 3.161 personas observada
por la “Hostelería”, que sigue siendo la actividad más castigada desde la
irrupción de la pandemia; seguida por el “Comercio”, que apuntó una disminución
mensual de 2.512 afiliaciones; y por las “Actividades administrativas”, con un
descenso de 1.421 efectivos.

Asimismo, la construcción experimentó una contracción mensual del empleo cifrada en 799 trabajadores, al tiempo que el sector industrial vio reducir su número de afiliados medios en 368 personas. La pérdida más moderada la registró la agricultura, con 43 empleados menos que en diciembre.

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En términos interanuales, la afiliación media en Canarias anotó una caída del 5,70%, que
se traduce en 46.464 empleos menos que hace un año
, lo que resulta más del
triple que la anotada por la media nacional
, cifrada en un 1,75% (335.014 afiliados
menos).

Por sectores, los servicios siguen a la cabeza de la
pérdida de afiliados, con 43.722 menos que en enero de 2020, destacando, sobre
todo, el descenso del empleo de la actividad privada, en las ramas de la
“Hostelería”, la “Actividad Comercial”, los “Transportes” y las “Actividades
administrativas”, que, en conjunto, han mostrado una caída interanual de 47.966
personas, en comparación con el mes de enero del pasado año.

A escasos meses de cumplirse un año de la declaración del Estado
de Alarma en nuestro país, el número de afiliados se habría reducido en 420.749
empleos en el conjunto del Estado (-2.19%). En el caso de Canarias, la pérdida
de empleo prácticamente se triplica, anotando un descenso del 5,97%, que
equivale a 48.805 afiliado menos durante el periodo de la pandemia.

En lo que concierne a las cifras de paro, estas también dan señal de un efecto más acusado del COVID-19 en Canarias, describiendo un ascenso mensual del 3,63% mensual, 9.793 desempleados más que en el mes de diciembre, frente al aumento del 1,96% apreciado a escala nacional (+76.216 parados).

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Analizando los datos por sectores, el alza mensual del desempleo se localizó, en su mayor parte, en los servicios, que sumaron 8.512 parados a los registrados el término del mes anterior (+4,14%); tras los que se situaron la construcción, con 422 demandantes más (+1,66%); y la industria y el sector agrario, que anotaron sendos repuntes de 218 parados en el primer caso (+2,20%), y de 51 en el segundo (+0,89%).

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En
comparación con los datos del mes de enero del pasado año
, el paro registrado en el Archipiélago ha mantenido la tendencia
ascendente, anotando al cierre del último mes un incremento interanual del 32,23%,
68.066 demandantes adicionales.

En este mismo sentido, si observamos el comportamiento
del paro desde el comienzo de la crisis sanitaria, vuelve a mostrarse con
claridad la mayor vulnerabilidad del mercado laboral de las Islas
, dado que
el desempleo ha crecido en Canarias un 34,35% con respecto al mes de febrero de
2020, 12,2 puntos porcentuales más que en el total nacional (+22,13%).


El Consejo Social de la ULPGC presenta ante la Junta Directiva de la CCE la iniciativa “Canarias Importa”

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Durante la mañana de hoy, la
Junta Directiva de la Confederación Canaria de Empresarios, presidida por
Agustín Manrique de Lara y por José Cristóbal García, se reunió con el
Presidente del Consejo Social de la ULPGC, Jesús León Lima, y con la
Vicepresidenta, Ana Suárez Calvo, con motivo de la presentación de la
iniciativa “Canarias Importa”.

Este proyecto, cuya exposición
corrió a cargo de su coordinador y Rector Honorario de la ULPGC, Francisco
Rubio Royo, propone un nuevo modelo de desarrollo sostenible, diversificado e
integrador para las Islas.

Los programas y acciones
seleccionados por “Canarias Importa” responden a cinco criterios: priorizar los
de mayor potencial multiplicador; buscar equilibrio entre diversificación del
sistema productivo, impulso de sectores emergentes y evolución de sectores
existentes, con potencial y capacidad de mejora; seleccionar los que a priori
puedan tener un impacto económico social y ambiental equilibrado; buscar un
equilibrio entre las tres categorías de elementos que considera “Canarias
Importa” y facilitar el equilibrio dinámico y estable entre tres escenarios
posibles para Canarias: corto plazo (2021-2023),  medio plazo 
(2025) y largo plazo (2030 y años posteriores). El proyecto se ocupa del
segundo y tercero de estos escenarios, por lo que considera que hay que tender
puentes entre 2021 y 2023 y, especialmente, hacerlo en el primer paso,
relacionado con el turismo inteligente.


Canarias recupera tímidamente el empleo en el último trimestre del año, pero aun así destaca como la región donde más empleo se ha destruido durante 2020

  • La
    ocupación en las Islas aumentó en 8.100 personas (+0,99%) en el cuarto
    trimestre del año.
  • El
    empleo autónomo tiró de la ocupación en Canarias durante el último periodo del
    ejercicio.
  • En
    términos interanuales, Canarias es la región que acusa la mayor caída de la
    ocupación, con 112.900 trabajadores menos, un descenso relativo del 12,01 por
    ciento.
  • La tasa
    de paro alcanza el 25,22%, 6,44 puntos más que en el cuarto trimestre de 2019,
    y supera la media del Estado en más de nueve puntos.

Los últimos datos publicados por la
Encuesta de Población Activa, referidos al cuarto trimestre de 2020, indican
que Canarias cerró el año 2020 como la región donde se destruyó más empleo, y
ello a pesar de la tímida recuperación que experimentó la ocupación en el
cuarto trimestre del año.

El número de ocupados en las Islas aumentó
un 0,99% entre los meses de octubre y diciembre de 2020, lo que supuso la
creación de 8.100 nuevos empleos en Canarias. De este modo, las Islas mejoraban
levemente el aumento del empleo que también experimentó el conjunto del
territorio nacional, cifrado en un 0,87 por ciento.

No obstante, y a pesar de la tímida recuperación del cuarto trimestre del año, el número de ocupados en Canarias en el conjunto del año se ha reducido en un 12,01%, lo que supone casi cuadruplicar la caída que mostraba el empleo en el conjunto del país, cifrada en un 3,12 por ciento.

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De los datos trimestrales, cabe también
destacar que el número de activos en las Islas aumentó en 13.500 efectivos en
comparación con el trimestre anterior, lo que supone un avance del 1,24 por ciento.

Con este dato, la población activa
aumentaba a un ritmo superior al que lo hacía la creación de empleo, y ello
deriva en un nuevo repunte del desempleo que en las Islas aumentó en un 1,94%,
en el último trimestre del año, lo que supone 5.300 desempleados más.

La población parada alcanzaba de esta
manera los 279.000 desempleados al cierre de 2020, lo que supone una tasa de
paro del 25,22%, 6,44 puntos más que en el cuarto trimestre de 2019, y 9 puntos
por encima de la media nacional, que se ha situado en el 16,13 por ciento.

Si analizamos en detalle el comportamiento
del empleo del cuarto trimestre del año, podemos apreciar que la mejora que ha
registrado la ocupación en las Islas obedece, principalmente al buen
comportamiento que ha mostrado el empleo autónomo.

No en vano, el número de trabajadores por cuenta propia en Canarias aumentó en 12.100 ocupados en el cuarto trimestre del año, lo que supone un avance del 9,81 por ciento, mientras que, por el contrario, el empleo asalariado en las Islas disminuía en 4.200 efectivos, todos en la actividad privada, donde el empleo ha descendido en un 1,39 por ciento.

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Si analizamos el comportamiento del cada
sector de actividad, observamos que el aumento del empleo durante el pasado año
se concentró principalmente en el sector industrial, donde se contabilizaron
4.800 nuevos ocupados, seguidos del sector servicios, donde la ocupación
ascendía en 1.700 empleos, principalmente ligados a actividades altamente
vinculadas a la administración pública, como sanidad, educación y servicios
sociales, donde el número de ocupados aumentó en 4.100 nuevos empleos.

Haciendo balance de la evolución del
mercado laboral de Canarias en el conjunto del año 2020, los datos de la EPA
muestran que el número de ocupados ha descendido en las Islas en 112.900
personas, lo que supone perder el 12% del empleo que se estimaba en Canarias al
cierre de 2019.

La caída, como decimos, es la de mayor
intensidad que han registrado todas las comunidades autónomas, y se ha
concentrado principalmente en el conjunto de los servicios, donde se han
destruido 121.200 empleos, lo que supone un descenso del 14,69 por ciento.

Prácticamente todas las ramas que
conforman el sector servicios en las Islas han acusado una fuerte destrucción
de empleo, a excepción de las ramas vinculadas a la Administración pública,
sanidad y educación, donde el número de ocupados al cierre del año superaba en
2.200 efectivos el dato del año anterior, además de las actividades
relacionadas con la Información y las comunicaciones, donde el empleo ha
aumentado en 3.900 efectivos.

En cambio, ramas clave para la economía
como la hostelería, el comercio y el transporte han perdido 81.500 empleos
durante 2020, lo que supone el 72% del total del empleo que se ha destruido en
Canarias.

También ha caído el empleo en la actividad agrícola, donde se han perdido 600 ocupados, mientras, que por el contrario, la ocupación ha aumentado en la industria, donde se aprecia un avance del 13,07 por ciento, y en la construcción, donde se registró un crecimiento del empleo del 8,32 por ciento.

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Estos datos ponen de manifiesto el mayor
impacto que está teniendo la pandemia sobre el sistema productivo de Canarias,
y ello a pesar de que el dato de empleo que recoge la EPA incluye como ocupado
a los trabajadores en situación de suspensión por estar acogido a algún
expediente de regulación temporal de empleo.


Reunión de la Junta Directiva de la CCE con Juan González-Barba Pera, Secretario de Estado para la Unión Europea

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La Confederación Canaria de Empresarios ha celebrado, en la
mañana de hoy día 22 de enero de 2021, una Junta Directiva Extraordinaria con
ocasión de la visita de Juan González-Barba Pera, Secretario de Estado para la
Unión Europea.

Durante la reunión,
que estuvo encabezada por el Presidente de la CCE, Agustín Manrique de Lara; y
por el Vicepresidente José Cristóbal García, se hizo especial hincapié en la
coyuntura especialmente difícil que atraviesa Canarias, dada su estructura
económica más terciarizada y su mayor sensibilidad ante los efectos del
COVID-19 sobre la actividad económica y el empleo, además de tratarse otros
temas de interés para las Islas como son los Fondos Europeos, el Brexit y la necesidad
de flexibilizar temporalmente los requisitos para acogerse a los incentivos del
REF como respuesta a la pandemia.


La Junta Directiva de la CCE se reúne mediante videoconferencia con Conrado Domínguez Trujillo, Director del Servicio Canario de la Salud

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Durante la mañana del 19 de enero, la Junta Directiva
de la Confederación Canaria de Empresarios y representantes de otras
organizaciones empresariales se reunieron con el Director del Servicio Canario
de la Salud, Conrado Domínguez.

Encabezada por el Presidente de la CCE, Agustín
Manrique de Lara; y por el Vicepresidente, José Cristóbal García, durante la
reunión el Director del SCS presentó la Estrategia de Vacunación contra el
COVID-19 en Canarias.


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Diciembre de 2020

Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Diciembre de 2020

La economía mundial cerró 2020 con la
expectativa de que la vacuna contra el COVID-19 iba a despejar la mayor parte
de las incertidumbres en las que ha estado inmersa durante el ejercicio, lo que
podría suponer la recuperación de la senda del crecimiento a medio y largo plazo.

Asimismo, el acuerdo comercial alcanzado por la
Unión Europea y el Reino Unido, que establece los términos de su relación tras
el Brexit, debería servir para aclarar parte de las dudas que venían afectando
al entorno económico global, sobre todo en Europa.

Los mercados financieros han acogido estos avances
con un ligero optimismo, acentuado por el compromiso de los principales bancos
centrales de mantener el carácter excepcionalmente acomodaticio de la política
monetaria, respaldando así, en cierta medida, el ritmo de las inversiones.

En este escenario, en las últimas semanas se ha
apreciado un incremento de los precios de las materias primas, sobre todo en lo
que se refiere al petróleo, cuya cotización internacional se situó, al cierre
de 2020, en los 50,2 dólares por barril de Brent, el precio más alto registrado
desde el inicio de la pandemia, lo que supone un alza mensual del 19,5%, y del
232,5% con respecto al mínimo del año, anotado en abril (15,1 dólares por
barril).

No obstante, la falta de certeza sobre cómo se
desarrollará la recuperación durante 2021 se ha intensificado en la última fase
del año, debido al impacto de los nuevos brotes de la pandemia y las nuevas
medidas de confinamiento y restricciones a la movilidad adoptadas por los
países, especialmente, en el caso de las economías avanzadas, lo que da una
visión más clara de la fragilidad de cualquier previsión sobre la recuperación
económica, ligada necesariamente a la evolución de la crisis sanitaria.

En Estados Unidos, pese a la mayor
resistencia que parece haber mantenido hasta ahora su economía ante los efectos
de la pandemia, los repuntes recientes de la tasa de contagios y las nuevas
medidas restrictivas continúan afectando a la actividad económica, lo que ya
comienza a reflejarse en un descenso del consumo y en una mayor debilidad del
mercado laboral del país.

Tras el resultado de las elecciones presidenciales,
en las últimas semanas se han recrudecido las tensiones políticas ante el
cambio de signo del Ejecutivo estadounidense, aunque el avance de la campaña de
vacunación y los estímulos fiscales aprobados a finales del mes de diciembre,
en conjunto con el nuevo paquete de medidas propuesto por el Gobierno entrante,
podrían apoyar la mejoría de la actividad económica durante los primeros meses
de 2021.

En cuanto a la economía china, se estima que
habría logrado cerrar 2020 con un aumento del PIB del 2,3%, y ya habría
recuperado los niveles de actividad anteriores a la pandemia, dada la agilidad
que mostró en su contención y el rápido reinicio de la actividad económica, especialmente
en los casos de la industria y el sector exterior.

Destaca de forma notable la recuperación de las
exportaciones chinas, máxime, en un momento en el que muchos otros países han
mantenido el nivel de actividad en niveles bastante reducidos, debido a las
restricciones impuestas para la prevención del COVID-19.

En lo que respecta a la Eurozona, continúa
siendo una de las áreas más afectadas por la crisis sanitaria, por lo que en
países como Alemania o Francia se han vuelto a adoptar medidas de confinamiento
estricto, al tiempo que en otros se siguen aplicando restricciones a la
movilidad y a la actividad, lo que, de mantenerse, podría comprometer las
perspectivas de recuperación durante la primera parte de 2021.

Por otro lado, y como aspecto positivo y favorable
al impulso de la actividad económica europea, además de la aprobación del nuevo
marco presupuestario de la Unión Europea (lo que facilitará el flujo de fondos
europeos para la recuperación), el acuerdo comercial alcanzado entre la UE y el
Reino Unido, pese a que no mantendrá las relaciones entre ambas partes en los
mismos términos que antes del Brexit, sí que brindará cierta seguridad para los
operadores económicos en materia comercial, además de mantener los estándares
europeos en muchos otros ámbitos, como el laboral, la seguridad, la energía o
los niveles de competencia entre las empresas de la UE y del país británico.

En lo concerniente a la economía española, el
Instituto Nacional de Estadística publicó a finales del pasado mes de diciembre
la actualización de los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral de España,
correspondientes al tercer trimestre de 2020, y puso de relieve que el PIB del
conjunto del territorio nacional habría apuntado un crecimiento del 16,4%, un
rebote que, si bien ya se preveía, dada la paralización casi completa de la
actividad económica desde el inicio del confinamiento en el mes de marzo,
corregía a la baja en tres décimas, el avance de estimación que se había
publicado anteriormente (+16,7%).

En términos interanuales, el PIB español se redujo,
en el tercer periodo del año, un 9,0% en comparación con el resultado
registrado doce meses antes.

Por otra parte, en lo referente a las cuentas
públicas, el aumento del gasto derivado de las medidas para contener la pandemia
ha situado el déficit público en un 6,54% del PIB, en el periodo comprendido
entre los meses de enero y noviembre de 2020, lo que equivale a un montante de
72.322 millones de euros, en un escenario en el que la deuda de las
Administraciones Públicas ha alcanzado un total de 1,31 billones de euros, un
10,5% más que en el mismo periodo de 2019.

Con respecto al mercado de trabajo, los últimos
datos disponibles evidencian que el número de afiliados a la Seguridad Social a
último día del mes de diciembre, apreció un descenso mensual de 69.600
efectivos (-0,4%) en el conjunto nacional, lo que supone cerrar 2020
contabilizando 356.784 afiliados menos afiliados que en diciembre de 2019
(-1,9%), hasta alcanzar un total de 18.904.852 trabajadores en situación de
alta laboral.

En el ámbito de Canarias, el empleo
experimentó un descenso mensual del 0,2% que supuso la pérdida de 1.610
efectivos, y de este modo, el número de afiliados en el Archipiélago alcanzaba
un total de 777.232 trabajadores al término del pasado ejercicio.

Si analizamos los datos del mercado laboral en
términos interanuales, la cifra de afiliación a la Seguridad Social al cierre
de 2020 evidencia una caída del empleo en las Islas del 5,8%, lo que supone
47.637 afiliados menos que los inscritos en 2019, de los que 41.984 se han
contabilizado en el periodo de pandemia, comprendido entre marzo y diciembre.

De esta manera, la pérdida de empleo que ha
experimentado Canarias prácticamente triplica el descenso observado en el
ámbito nacional, donde la afiliación ha caído un 1,9% en el conjunto del año.

Desde esta perspectiva, la actividad privada ha
sufrido la mayor pérdida de empleo en el transcurso de un ejercicio en el que,
ya, en los primeros meses, antes incluso de la declaración del Estado de alarma,
comenzaban a apreciarse señales de ralentización que, lejos de corregirse,
adquirieron más intensidad tras la paralización casi total de la actividad
económica como consecuencia de las medidas adoptadas para combatir la expansión
de la pandemia.

En este sentido, la rama de la “Hostelería” ha
acusado con mayor intensidad el impacto de la alerta sanitaria, no en vano, en
esta rama de actividad se concentra más del 57% de la pérdida de empleo que ha
registrado Canarias durante 2020, lo que supone 27.352 empleos menos que en
idéntico mes del año previo.

La actividad comercial también se ha visto afectada
por las medidas de distancia social y limitación de aforos, y ello ha
repercutido en una caída de la afiliación de 11.571 personas, al tiempo que las
“Actividades administrativas” y los “Transportes” evidenciaron sendos
retrocesos de 5.724 efectivos y de 4.244 trabajadores, respectivamente.
Conjuntamente, estas actividades apuntaron una caída de 48.891 empleos con
respecto a las cifras del último mes de 2019.

Este comportamiento contrasta con la evolución
descrita por las ramas que tienen una mayor vinculación con el sector público,
como son la “Sanidad”, la “Educación” y la “Administración Pública”, que, en
conjunto, concluyeron el pasado 2020 anotando un avance interanual de 10.552
nuevas inscripciones.

En cuanto al resto de sectores, también se constató
un descenso interanual en la afiliación, encabezado por la industria, con 1.289
efectivos menos, y la agricultura, que observó una reducción de 1.104 afiliados.
La caída de menor intensidad se registró en el ámbito de la construcción, con
un descenso 425 empleos, en términos interanuales.

Estas cifras muestran, sin lugar a dudas, que el
mercado laboral canario sigue soportando de forma más intensa los efectos de la
pandemia y de las notables restricciones para paliarla, lo que además, resulta
más evidente si tenemos en cuenta que, al cierre de diciembre, permanecían en
situación de ERTE un total de 79.206 personas en Canarias, un 10,2% del total
de trabajadores afiliados en las Islas, frente al 4,0% observado en el ámbito
estatal (755.613 efectivos).

Por otro lado, la incertidumbre sobre la actividad
económica sigue golpeando con especial intensidad al sector turístico, en un
escenario marcado por las restricciones a la movilidad y por las medidas de
confinamiento que se mantienen en los principales mercados emisores.

Así, en el balance de 2020, Canarias habría recibido
3,9 millones de viajeros desde el extranjero, la mayor parte de ellos durante
el primer trimestre del año. Ello implica que la entrada de turistas en las
Islas ha caído en 9,4 millones (-70,7%) en comparación con el dato registrado
durante 2019.

Estas cifras representan un fuerte golpe para una
economía como la canaria, en la que la actividad turística tiene una
importancia muy destacada, no solo por sus efectos directos, sino por el
arrastre que supone para el resto de sectores.

En este sentido, la matriculación de vehículos
culminó el año acumulando en las Islas un descenso del 42,6%, sobre todo en el
segmento destinado al alquiler (-81,4%); al tiempo que el tráfico portuario en
la provincia de Las Palmas anotó un retroceso acumulado del 3,5% en el conjunto
de 2020, destacando la caída del 13,7% de la descarga de mercancías al
interior.

En este contexto, el estancamiento del consumo de
los hogares ha llevado al IPC en el Archipiélago a cerrar 2020 en valores
negativos, anotando un descenso interanual del 0,1 por ciento.

Esta caída resulta más moderada que la observada en
el ámbito nacional (-0,5% interanual), dado el comportamiento mostrado por los
carburantes y los combustibles, que siguen evidenciando una mayor resistencia
en Canarias (-7,0%) que en el conjunto del país (-11,2%).

A la luz de los datos, la economía de las Islas ha
cerrado 2020 inmersa en una incertidumbre muy acentuada por los efectos de la
pandemia que solo podrá ser disipada a través del desarrollo de políticas
encaminadas a reactivar e impulsar la actividad económica, la inversión y el
fortalecimiento y apoyo del tejido productivo.

En este sentido, es de carácter esencial que las empresas continúen contando con la flexibilidad interna que suponen los ERTES, en tanto y en cuanto la crisis sanitaria siga condicionando la actividad económica del Archipiélago; al tiempo que resulta vital llevar a cabo la adaptación de nuestro REF a las circunstancias actuales para poder aprovechar los mecanismos e incentivos que ofrece, tanto para la actividad de las empresas canarias como paras atraer recursos e inversiones del exterior.

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