Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Noviembre 2024
Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Noviembre 2024
A poco más de dos semanas para que concluya el año, la coyuntura económica mundial sigue manteniendo la tendencia que ha venido observando en gran parte del ejercicio, con tasas de crecimiento ralentizadas, aunque con diferencias entre países.
Todo ello, en un escenario en el que continúa la escalada de tensiones geopolíticas, debido fundamentalmente a los conflictos entre Rusia y Ucrania y a la creciente inestabilidad en Oriente Medio; y en el que el efecto de arrastre del endurecimiento monetario continúa condicionando en cierta medida la actividad económica. Ante este panorama, el desempeño de los principales bloques económicos describe un comportamiento desacelerado pero con diferentes intensidades, tal como atestiguan los indicadores más recientes.
Así, Estados Unidos parece mostrar una resiliencia algo mayor, en contraste con la debilidad que sigue mostrando la Eurozona, derivada, fundamentalmente, de la complicada situación que enfrentan Alemania y Francia. Por su parte, la economía de China sigue echando en falta medidas que estimulen de forma efectiva la inversión y el consumo, pese a las políticas adoptadas en los últimos meses por el Ejecutivo chino, que no han tenido los efectos previstos inicialmente.
En materia de política monetaria, pese a que la inflación continuará moderándose al cierre de este año y durante 2025, los principales bancos centrales parecen mostrar ciertas divergencias en su hoja de ruta de cara al próximo año.
Por su parte, la Reserva Federal (FED) parece adoptar un enfoque más prudente tras la victoria de Trump y vista la buena marcha de la economía de EE.UU., con el objetivo de favorecer un proceso gradual de descenso de los tipos de interés que fomente el crecimiento sin desestabilizar la economía del país.
En cambio, las señales de debilidad que sigue mostrando la economía de la Zona euro y la incertidumbre política han llevado al Banco Central Europeo (BCE) a mantener el ritmo de reducción de los tipos de interés, aprobando en su última reunión del año una nueva rebaja de 25 puntos básicos.
Por tanto, el Tipo de la Facilidad de Depósito se sitúa en el 3,00%, y el tipo de las OPF en el 3,15%, en un contexto en el que el BCE prevé que la inflación salde 2024 en un 2,4%, y se modere hasta el 2,1% en 2025.
En este contexto, la OCDE ha actualizado su panel de previsiones de crecimiento, estimando que la economía mundial crecerá en 2024 al mismo ritmo que el pasado año, con un ascenso del PIB del 3,2%, con lo que mantienen la proyección de su informe anterior. Para 2025, revisan al alza sus perspectivas en una décima, hasta el 3,3 por ciento.
En el caso concreto de EE.UU., el organismo internacional prevé un incremento el Producto Interior Bruto del 2,8% para 2024, elevando en dos décimas su previsión precedente. Todo ello, en consonancia con el impulso que continúa mostrando el consumo privado y el aumento de la renta disponible.
De cara a 2025, la OCDE ha revisado al alza su proyección en ocho décimas, aunque sigue estimando que la economía estadounidense se ralentizará el próximo año, hasta situarse en un crecimiento del 2,4%, debido a un mayor enfriamiento de la demanda laboral y a la pérdida de fuerza del consumo, en un contexto marcado por la incertidumbre existente en torno a la dirección que tome la agenda económica de la nueva Administración y sus implicaciones, no solo sobre la economía norteamericana, sino también en el contexto global.
En lo que respecta a China, la OCDE mantiene la proyección de crecimiento en el 4,9% para 2024, y mejora en dos décimas la de 2025, hasta el 4,7 por ciento.
A pesar de estas perspectivas, el país asiático sigue mostrando signos de debilidad en el último trimestre del año, con la producción industrial y las ventas minoristas creciendo por debajo de los niveles prepandemia, al término del mes de octubre. A su vez, las perspectivas a medio plazo siguen siendo inciertas, dada su débil demanda interna y las dificultades estructurarles que presenta el sector inmobiliario, sumándose, además, los riesgos derivados de la política arancelaria de EE.UU.
En lo que concierne a la Eurozona, los indicadores más recientes siguen anticipando un cierre de año débil, tal como atestigua el empeoramiento del clima empresarial y un PMI compuesto en zona contractiva durante el mes de noviembre, condicionado, sobre todo, por el estancamiento industrial de Alemania, a lo que se la ha sumado, recientemente, el aumento de la inestabilidad política y económica en Francia.
Asimismo, para 2025, su suman otros retos adicionales, como la consolidación fiscal que deberán aplicar algunos países debido al excesivo déficit público, y el impacto de un posible endurecimiento de los aranceles por parte de Estados Unidos, que, sin duda, condicionarán la actividad económica del Área del euro.
No obstante, en este escenario, la OCDE ha elevado sus perspectivas de crecimiento para 2024 en una décima, hasta el 0,8%, y prevé que la economía de la Zona euro mejore en 2025, manteniendo su proyección en el 1,3 por ciento. En esta misma línea, el BCE estima que el PIB del Área saldará el presente año con un alza del 0,7%, si bien, para 2025 la previsión resulta algo menos optimista y se sitúa en el 1,1 por ciento.
Por países, la OCDE rebaja en tres décimas la previsión de Italia, hasta el 0,5%, y en una la de Alemania, que cerraría 2024 con un crecimiento nulo; al tiempo que mantiene el crecimiento de Francia en el 1,1 por ciento. Para 2025, ha revisado a la baja en tres décimas las proyecciones de Alemania (+0,7%) y Francia (+0,9%), y en dos la de Italia (+0,9%).
Por lo referido a la economía española, la OCDE prevé que nuestro país seguirá creciendo por encima de la media europea, a razón de un 3,0% en el conjunto de 2024, dos décimas más que en su anterior informe, dado el impulso de la demanda interna, respaldado por el aumento del consumo privado.
Sin embargo, para 2025, a diferencia del conjunto de la Eurozona, y en sintonía con las previsiones de la mayor parte de las instituciones y organismos internacionales, la Organización estima que el PIB de España se desacelerará hasta el 2,3%, una décima por encima de la proyección anterior.
Ante estas perspectivas, si bien es cierto que España ha venido mostrando un ritmo de crecimiento mayor que el resto de los países europeos, debemos señalar que la incertidumbre en el panorama internacional, especialmente en el continente, podría suponer nuevas trabas sobre nuestra economía en ámbitos clave como el turismo, el comercio o la industria. Así, habrá que prestar especial atención a varios factores, como el cariz que tome la política económica y comercial en EE.UU. el próximo año, las respuestas de China a los aranceles aplicados por la Unión Europea o la evolución de los principales tipos de interés.
En lo que se refiere a los precios, los datos más recientes muestran que el IPC cerró el mes de noviembre en el conjunto nacional con un aumento mensual del 0,2%, dos décimas menos que en Canarias, donde el aumento fue del 0,4 por ciento.
La clave de esta mayor alza en el Archipiélago fue el encarecimiento observado por “Restaurantes y hoteles” y los “Alimentos”, con incrementos del 0,5% y del 0,3%, respectivamente, en un escenario en el que ambos grupos cayeron a nivel estatal.
En términos interanuales, la inflación cerró el mes de noviembre en el 2,4% a escala nacional, y en el 2,2% en las Islas, por lo que de cara al cierre del año, ya se sitúan en el entorno del valor objetivo.
Desde este enfoque, los grupos que tuvieron un mayor impacto alcista en los precios fueron “Vivienda”, con un incremento del 6,6%, condicionado por el aumento del 18,7% en los precios de la electricidad; y “Restaurantes y hoteles”, que saldó el mes con un ascenso del 4,2 por ciento.
La componente subyacente, por su parte, apuntó en noviembre un avance mensual del 0,1% en el ámbito estatal, y del 0,3% en las Islas; al tiempo que en términos interanuales, se situó en el 2,4%, tanto en el conjunto de España como en el Archipiélago.
Por otro lado, las últimas cifras del mercado laboral indican que la afiliación a último día del mes a nivel estatal saldó el pasado noviembre con un aumento mensual de 254.944 trabajadores, un 1,2% más que el mes anterior.
En el ámbito de las Islas, el incremento mensual del empleo resultó más notable que la media del Estado, constatando un avance relativo del 1,7%, lo que se traduce en 16.115 efectivos adicionales, hasta alcanzar un total de 940.143 afiliados.
El conjunto de los servicios fue el que concentró la creación de empleo en el Archipiélago en el undécimo mes del año, registrando 15.062 nuevas altas (+1,9%), especialmente la “Hostelería”, que destacó con un repunte de 4.007 personas (+2,4%), debido al impulso propiciado por la temporada alta turística; al contrario que el conjunto del país, donde esta rama perdió un total de 47.126 afiliados (-2,6%).
Asimismo, también sobresalió el “Comercio”, con 3.756 efectivos adicionales (+2,3%), gracias al inicio de la campaña navideña en el sector comercial.
Con respecto al dato de hace doce meses, también se apreció un ascenso en el ámbito del Estado, en este caso del 2,8%, con 589.224 efectivos adicionales, hasta totalizar los 21.351.259 afiliados.
En el caso de Canarias se contabilizó un ascenso de mayor intensidad, del orden del 3,9%, con 35.222 trabajadores más que en idéntico mes del año previo, destacando de nuevo la “Hostelería”, con 8.807 efectivos más que en noviembre de 2023 (+5,4%).
No obstante, también sobresalieron otras ramas como “Sanidad” (+6.419 afiliados; +7,0%), las “Actividades administrativas y servicios auxiliares” (+4.348 personas; +6,0%) o la “Actividad Comercial” (+4.305 trabajadores; +2,6%).
Con respecto al paro registrado, tanto el conjunto nacional como Canarias aminoraron sus cifras en relación con el pasado mes de octubre, si bien, la media del Estado lo hizo con una mayor intensidad relativa, registrando un descenso del 0,62% (-16.036 parados), frente a la minoración del 0,38% (-613 desempleados) apuntada por el Archipiélago.
En términos interanuales, las Islas experimentaron una caída del paro del 6,83%, lo que se traduce en 11.649 individuos menos; al tiempo que en el ámbito nacional se constató una contracción relativa, menos intensa, del 5,44%, con 148.813 desempleados menos, en relación con noviembre de 2023.
Por lo respecta a las últimas cifras del sector turístico de las Islas, las estadísticas publicadas por AENA indican que en noviembre llegaron desde el extranjero a Canarias 116.819 viajeros más que el mes previo, un 8,5% adicional, hasta contabilizar un total de 1.485.996 visitantes.
Desde un enfoque interanual, también se observó un avance, en este caso del 10,3%, lo que equivale a 138.359 viajeros adicionales.
En términos acumulados, el Archipiélago ha registrado en lo que va de año la entrada de 13.991.459 visitantes desde el extranjero, lo que supone 1,3 millones de viajeros más que en los primeros once meses de 2023 (+10,1%); superando también las cifras prepandemia, con 2 millones visitantes más que en el intervalo enero-noviembre de 2019 (+16,4%).
En síntesis, y a pesar de la mejora de las condiciones financieras y la moderación de la inflación, la persistencia de los conflictos geopolíticos y la incidencia de posibles políticas proteccionistas continúa insuflando incertidumbre al panorama económico internacional.
En este contexto, una economía como la de Canarias difícilmente podrá quedar exento de este escenario incierto, y la evolución de nuestros principales emisores de turistas se configura como uno de los factores de riesgo más relevantes, además de otros elementos como la baja productividad o el incesante crecimiento del absentismo.
Por este motivo, resulta crucial establecer estrategias que fortalezcan la competitividad de la economía de las Islas y que incentiven la inversión, la creación de empleo y la consolidación del crecimiento, respetando siempre los cauces del Diálogo Social, y no adoptar medidas que distorsionen el normal desempeño de la actividad económica y que eleven los costes a los que debe hacer frente el tejido productivo.