Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Noviembre 2021

16 de diciembre de 2021|In Actualidad CCE

Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Noviembre 2021

A poco menos de dos semanas para finalizar el ejercicio 2021, la economía internacional ha seguido avanzando en la senda de la recuperación, beneficiada de los elevados niveles de ahorro y el mantenimiento de las condiciones monetarias y fiscales expansivas a escala global.

No obstante, el dinamismo mostrado por la actividad económica durante el primer semestre del año se ha visto mucho más atemperado en los últimos meses de 2021, debido a factores como la aparición de la nueva cepa del virus Ómicron, el deterioro que sigue denotando el sector industrial por las disrupciones en las cadenas de suministros o el cada vez más acusado repunte de la inflación, a lo que podría sumarse el inicio de una retirada de las políticas de estímulo por parte de los principales Bancos Centrales del planeta.

Ello ha llevado a la OCDE, en sus últimas previsiones publicadas a comienzos de diciembre, ha rebajar las perspectivas de crecimiento del PIB mundial en una décima, pasando del 5,7% al 5,6% para el año 2021, aunque mantiene invariables las estimaciones para el próximo 2022, en el 4,5 por ciento.

En Estados Unidos, tras la marcada desaceleración que experimentó su economía al cierre del tercer trimestre del año, algunos indicadores han vuelto a mostrar valores más optimistas de cara al último trimestre del presente ejercicio, destacando la evolución positiva que ha seguido constatando el PMI en el transcurso del mes de noviembre y los datos favorables de su mercado laboral.

Pese a ello, las tensiones desde el lado de la oferta como resultado de la escasez de suministros y el consecuente encarecimiento de los costes de producción, a lo que se ha sumado también un incremento de los costes salariales, han vuelto a remarcar las señales de que se esté produciendo un sobrecalentamiento de su economía.

Todo ello en un escenario en el que la inflación permanece en cotas muy elevadas, situándose en el mes de noviembre en el 6,8%, 6 décimas por encima del aumento cifrado en octubre (6,2%), y la inflación subyacente registró un crecimiento del 4,9%, tres décimas más que en el mes anterior.

En este escenario, la OCDE ha rebajado en cuatro décimas el crecimiento esperado del PIB de EEUU al cierre del presente año, situándolo ahora en el 5,6%, frente al 6,0% que preveían en septiembre, al tiempo que para 2022 la corrección a la baja ha sido de dos décimas, cifrando un crecimiento del PIB para el próximo año en el 3,7 por ciento.

Por su parte, la economía china ha continuado mostrando señales dispares. De un lado, se constata como la crisis inmobiliaria iniciada a finales de septiembre en el país asiático ha mermado notablemente los niveles de inversión, mientras que, por el contrario, la producción industrial y las ventas minoristas han mostrado claros signos de recuperación.

Ante esta tesitura, la autoridad monetaria china pretende impulsar la economía con un nuevo plan de estímulo dotado con 188.000 millones de dólares, con el objetivo de tratar de contrarrestar así la marcada desaceleración que apreció la actividad económica del país en el tercer trimestre del año.

En lo que atañe a la Eurozona, el buen pulso mostrado por su economía durante el primer semestre se ha visto ralentizado en los últimos compases de 2021.

Ello habría sido consecuencia, en buena parte, de la crisis de oferta sufrida en todo el planeta, pero que ha afectado con especial intensidad al sector industrial y de la construcción de la zona, a lo que se habría sumado también las continuadas presiones alcistas de los precios de la energía y el endurecimiento de las restricciones sanitarias por el repunte de los contagios en el último mes, sobre todo en los países del centro de Europa.

Con todo, pese al empeoramiento del clima económico de los últimos meses, los indicadores de confianza europeos han seguido mostrando una cierta mejoría, como revela el incremento del PMI observado al cierre de noviembre en países como Alemania o Francia.

En cuanto a la economía española, los buenos datos de vacunación y el menor repunte de los contagios, han facilitado que nuestro país haya podido moderar, de momento, las restricciones de cara a la campaña navideña con respecto a otros territorios, con el consecuente beneficio para la actividad productiva y, por ende, para el empleo.

Sin embargo, en relación con esto último, cabe advertir que el buen comportamiento del empleo de los últimos meses no está siendo acompañado por una recuperación de igual intensidad de la actividad, que todavía se mantiene muy alejada de los niveles precrisis, lo que ha traído aparejada una fuerte pérdida de la productividad de nuestro país y que podrá condicionar el proceso de recuperación.

Profundizando en mercado laboral español, los datos más recientes señalan que el empleo se incrementó en el conjunto del territorio nacional en 27.305 trabajados al cierre del mes de noviembre, lo que supone un 0,1% más que en el mes precedente.

En comparación con los datos que se contabilizaban antes de la pandemia, el número de afiliados a último día de mes resulta un 2,3% mayor que el registrado al término del mes de febrero del pasado año, esto es, 447.403 efectivos más.

En lo que respecta al paro registrado en el ámbito del Estado, los datos de noviembre muestran un retroceso mensual del 2,28%, 74.381 parados menos que en el mes anterior, y del 17,36% si comparamos con las cifras de un año antes, lo que supone 668.625 desempleados menos que los inscritos en el mes de noviembre de 2020.

Analizando ahora la evolución de la economía de Canarias, la Contabilidad Trimestral de Canarias, publicada por el ISTAC, estima que el PIB de las Islas se habría incrementado en el tercer trimestre de 2021 un 4,7%, frente al aumento trimestral del 2,0% de la media nacional, en un contexto en el que la retirada de algunas de las restricciones a la actividad y a la movilidad -tanto interior como de nuestros principales mercados emisores de turistas-, lograron reactivar la demanda turística entre los meses de julio y septiembre de este año.

Por sectores, destaca el notorio repunte trimestral observado en la industria del 13,4%, seguido de los servicios, cuyo VAB habría experimentado un alza del 5,6 por ciento. En cambio, el VAB asociado a la construcción y a la agricultura constataron sendas caídas relativas del 2,8% y el 0,6%, en cada caso, en comparación con el trimestre anterior.

En términos interanuales, la economía canaria habría descrito un crecimiento del 7,1%, 4,4 puntos más que la anotada en el concierto nacional, cuyo avance se cifró en el 2,7%, en comparación con el mismo trimestre de 2020. 

En materia de empleo, se observa que la afiliación a la Seguridad Social en la Islas también anotó un repunte mensual, en este caso, del 1,0% durante el pasado mes de noviembre, lo que equivale a 7.920 afiliados más que los contabilizados al cierre del mes anterior.

Estos resultados muestran un incremento del empleo en todos los sectores, si bien especialmente en los servicios, donde el número de afiliados se habría incrementado en el último mes en 7.238 nuevos trabajadores.

Dentro de los servicios, destacan los repuntes mensuales apreciados en el “Comercio”, con un aumento de 2.930 trabajadores, en la “Hostelería”, que elevó su afiliación en 2.788 efectivos y en la “Educación”, cuyo crecimiento se cifró en 820 personas más, en comparación con el pasado mes de octubre.

En cuanto al resto de sectores, la construcción y la industria constataron sendos repuntes mensuales de 99 y 92 trabajadores, respectivamente, al tiempo que la agricultura sumó 26 efectivos más con respecto al mes precedente.

La afiliación en las Islas también superó la cifra de empleo de hace un año, al constatar un crecimiento de 47.890 personas en comparación con el dato de noviembre de 2020 y se sitúa, por primera vez, en niveles prepandemia gracias al impulso del sector público, que se ha visto incrementado en 15.951 afiliados en comparación con febrero de 2020; mientras que el empleo privado todavía sigue sin recuperarse, contabilizando una caída conjunta, en ramas como la “Hostelería”, el “Comercio” o los “Transportes”, de 14.522 trabajadores.

Por su parte, las cifras de paro registrado en el Archipiélago ponen de relieve un descenso mensual del 0,90%, lo que supone, en términos absolutos, 1.885 desempleados menos que en el pasado mes de octubre, con lo que el número total de demandantes se situó al cierre del penúltimo mes del año en 206.431 personas.

Con respecto al dato de un año antes, el paro en el Archipiélago se redujo un 23,07%, lo que se traduce en 61.888 desempleados menos que en el mismo mes de 2020.

Por lo que se refiere al turismo, las estadísticas más recientes continúan dando signos de recuperación en el sector, toda vez que reflejan que, durante el pasado mes de noviembre, los turistas foráneos incrementaron sus visitas a Canarias en un 3,2%, lo que implica un aumento de 31.891 visitantes más en un solo mes, hasta alcanzar un total de 1.029.832 turistas extranjeros.

No obstante, pese a esta incipiente mejora, estas cifras aún se distancian en un 12,9% de los niveles que se contabilizaban durante noviembre de 2019, cuando entraron a Canarias un total de 1.182.214 visitantes foráneos.

En cuanto a la inflación, el IPC en las Islas anotó, al cierre de noviembre, un avance mensual del 0,4%, una décima menos que en el conjunto del Estado (+0,3%), influenciado por el repunte del grupo Vestido y Calzado (+3,6%), debido a la campaña navideña, y, en menor medida, a los transportes (+1,3%).

En términos interanuales, los precios se incrementaron en el Archipiélago un 4,6%, como resultado, sobre todo, de los fuertes incrementos registrados en “Vivienda” (+14,1%) y “Transportes” (+11,6%), en coherencia con el nuevo incremento que experimentaron la electricidad (+44,6%) y los carburantes (+28,4%), con respecto al dato de hace un año.

En este escenario, la inflación subyacente permanece en valores moderados, con un incremento de apenas el 0,5% mensual y del 1,6% interanual, denotando una vez más que la escalada de los precios de los últimos meses responde, exclusivamente, al efecto de factores externos, derivados especialmente de los productos energéticos.

De cara a los próximos meses, se espera que su impacto sobre la inflación sea transitorio y se vaya reduciendo, lo que aconseja que, especialmente en un escenario de estancamiento del consumo, se preserve la moderación salarial para así evitar generar peligrosas espirales inflacionistas precio-salarios y que a buen seguro supondrían un factor de riesgo para la recuperación al lastrar la competitividad de nuestros bienes y servicios en el exterior.

No puede obviarse, además, que aún persisten otros importantes factores de riesgo que amenazan la todavía incipiente recuperación de la economía de Canarias, sustentada principalmente en la mejoría del turismo, como la incertidumbre sobre la evolución de las nuevas variantes del virus, no solo en nuestra región, sino también en la de nuestros principales mercados turísticos emisores.

Ante este contexto de incertidumbre, resulta de capital importancia proseguir con las medidas de apoyo que han venido aplicándose, para así afianzar la recuperación de nuestro tejido productivo y el mercado laboral, suprimiendo los obstáculos regulatorios y financieros que lastran la reactivación de nuestro tejido productivo.

class=wp-image-23953
Copy LinkWhatsAppXLinkedInFacebook
Copy LinkWhatsAppXLinkedInFacebook