Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Marzo 2024
Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Marzo 2024
La economía mundial continúa enfrascada en un escenario de crecimiento desacelerado y desigual entre los diferentes bloques económicos, y enfrenta una serie de riesgos acrecentada en las últimas semanas por la nueva escalada del conflicto en Oriente Medio, que no ha hecho más que elevar los niveles de incertidumbre en torno al panorama geopolítico global, que ya viene muy tensionado por los diferentes acontecimientos de los últimos años.
Asimismo, el efecto del endurecimiento de la política monetaria sobre la actividad económica y la incertidumbre sobre la hoja de ruta de los principales bancos centrales ralentizan la actividad económica, en un contexto en el que el precio del petróleo mantiene la tendencia alcista desde el inicio del presente año, si bien, otras materias primas muestras una mayor estabilidad.
Por otro lado, la reactivación de las reglas fiscales en el ámbito europeo contribuye a elevar el clima de tensión en algunas economías, especialmente en aquellas en los que el ajuste fiscal deberá ser más exigente de cara al presente año y al próximo, para cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria.
Pese a estos desafíos, los indicadores más recientes arrojan señales positivas en ámbitos como el comercio mundial, que ha mostrado algunos signos de recuperación durante el último mes, en un escenario marcado por el encarecimiento del coste de los fletes.
De igual forma, la inflación, aunque todavía se sitúa por encima de los niveles objetivo, continúa moderándose en los últimos meses, lo que acerca la posibilidad de que comiencen a descender los tipos de interés tras el verano, tal y como parece desprenderse de las últimas reuniones que ha mantenido el Banco Central Europeo.
En este contexto, el Fondo Monetario Internacional acaba de publicar su informe de previsiones económicas este mes de abril, en el que se evidencian divergencias entre las diferentes economías del planeta.
Por un lado, se estima que la economía de Estados Unidos crecerá a razón de un 2,7% en el conjunto del presente año, seis décimas por encima de lo que se proyectaba en el informe previo.
El buen inicio del año del país norteamericano, al abrigo de la actividad manufacturera y los servicios, junto con un mercado laboral robusto, ha llevado al FMI ha revisar al alza las estimaciones del ejercicio en curso, si bien, de cara a 2025, el crecimiento podría desacelerarse hasta el 1,9% (mejora en dos décimas con respecto a la previsión anterior).
En cambio, en lo que concierne a la economía china, ha habido cierto impulso en la industria, las exportaciones y la inversión, aunque los niveles de consumo interno siguen siendo muy moderados, y la crisis que sufre el sector inmobiliario no parece remitir.
En consecuencia, el FMI mantiene sin variación sus previsiones para China, y proyecta un escenario de desaceleración para los próximos años, situando su crecimiento en el 4,6% en 2024, y en el 4,1% en 2025.
Por su parte, la Eurozona presenta algunos contrastes, y es que las dificultades por las que atraviesa Alemania, concretamente en su industria, y la falta de dinamismo evidenciada por las economías francesa e italiana, han llevado a reducir en una décima la previsión de crecimiento para el conjunto del Área del euro para 2024, hasta el 0,8%, y en dos décimas la de 2025, hasta el 1,5 por ciento.
En el caso de la economía española, a pesar de que el FMI ha mejorado en cuatro décimas la previsión para 2024, las cifras siguen describiendo una desaceleración del crecimiento del PIB, que, según estiman, se situará en un 1,9% en el conjunto del año, tras haber cerrado 2023 con un avance del PIB del 2,5 por ciento.
El Fondo prevé que la demanda interna y los buenos resultados que viene mostrando el mercado laboral, así como el apoyo de los fondos europeos, impulsarán la economía durante el presente ejercicio.
De cara a 2025, esta institución mantiene la proyección anterior, del orden del 2,1 por ciento.
Entrando a continuación en el detalle de los resultados más recientes del mercado de trabajo, la afiliación a último día del mes de marzo apuntó un incremento del empleo nacional del 1,4%, incorporando 280.804 trabajadores en relación con el mes de febrero.
Con respecto a marzo de 2023, también se constató un repunte, en este caso del 3,0%, con 609.339 efectivos más, hasta totalizar los 20.959.164 afiliados.
En las Islas también se creó empleo durante el mes de marzo, debido al efecto derivado de la Semana Santa, evidenciándose un incremento mensual del 0,9%, sumando 8.095 nuevas altas laborales, hasta alcanzar un total de 907.296 trabajadores.
El conjunto de los servicios concentró la mayor parte de la creación de empleo en Canarias, contabilizando 7.734 efectivos adicionales al cierre del tercer mes del año (+1,0%), destacando las ramas de la “Hostelería” (+2.595 efectivos; +1,6%), “Sanidad” (+1.655 trabajadores; +1,8%) y las “Actividades administrativas y servicios auxiliares” (+1.218 individuos; +1,7%).
En términos interanuales, la afiliación en el Archipiélago registró un alza del 4,3%, 37.153 trabajadores adicionales, sobresaliendo de nuevo la “Hostelería”, con un crecimiento de 10.860 trabajadores (+7,0%); y “Sanidad”, donde se apreciaron 7.083 nuevos empleos (+8,3%).
En cuanto al paro registrado, se aprecia que los dos ámbitos territoriales mostraron una evolución mensual descendente, si bien, Canarias apuntó una caída de mayor intensidad relativa, del 2,76% (4.686 desempleados menos), al tiempo que el conjunto nacional experimentó una minoración del 1,21% (33.405 parados menos).
En comparación con el dato de un año antes, el Archipiélago constató una contracción del 10,00%, lo que se traduce en 18.347 individuos menos en situación de desempleo; mientras que en el ámbito estatal se evidenció un descenso relativo menos acentuado, del 4,73%, esto es, 135.257 parados menos que en marzo de 2023.
Tras el análisis de los datos de empleo, resulta preciso poner el foco de atención en la evolución de la inflación en el último mes, y en este sentido, el IPC aumentó en Canarias un 0,5% mensual en marzo, tres décimas menos que la media nacional (+0,8%).
Los precios se incrementaron, principalmente, por el encarecimiento del grupo de bienes y servicios vinculados con “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, aunque este resultó más acusado en el conjunto del país, donde se cifró en un 2,2%, frente al alza mensual del 2,0% constatada en las Islas, pese a que la factura eléctrica se incrementó en Canarias (+6,6%) con más intensidad que la media nacional (+4,8%).
Además, los precios de los “Alimentos” mostraron un comportamiento más favorable en las Islas, al saldar el mes de marzo con una minoración mensual del 0,1%, al contrario que a escala estatal, donde se apuntó un alza del 0,1%, en relación con el mes de febrero.
Con respecto a los precios de hace un año, la inflación en Canarias se situó en el 3,5%, tres décimas por encima del conjunto del país (+3,2%), debido, sobre todo, al mayor encarecimiento de los “Alimentos” en el Archipiélago (+5,6%) que a nivel nacional (+4,3%).
Asimismo, el precio en los servicios aumentaron más en las Islas, anotando un ascenso interanual del 6,4% en el grupo “Restaurantes y hoteles”, nueve décimas por encima del apreciado en el ámbito del Estado (+5,5%); al tiempo que los precios de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” describieron en el Archipiélago un repunte del 3,0%, el doble que la media de España (+1,5%), en un contexto en el que la electricidad se encareció en Canarias (+5,3%) y se abarató en el conjunto del país (-0,6%).
En este contexto, la inflación subyacente describió un comportamiento más favorable en las Islas, culminando el tercer mes del año con un alza mensual del 0,3%, tres décimas menos que la media estatal (+0,6%).
En términos interanuales, esta componente se mantiene por debajo del índice general de precios en las Islas, apuntando un incremento del 3,1%; a diferencia del conjunto del país, donde continúa por encima, con un aumento interanual del 3,3 por ciento.
A tenor de estos resultados, el mercado laboral continúa mostrando cifras positivas y los precios mantienen la senda de la moderación, en un escenario en el que el sector turístico sigue impulsando la actividad económica en Canarias.
Las últimas estadísticas publicadas por AENA indican que Canarias habría recibido desde el extranjero 129.991 viajeros más que en el pasado mes de febrero, lo que implica un repunte del 9,1%, hasta contabilizar un total de 1.563.491 visitantes foráneos.
En términos interanuales, también se observa una variación positiva del orden del 18,7%, con respecto al mes de marzo de 2023, lo que se traduce en 246.295 viajeros foráneos adicionales.
De este modo, en el primer trimestre de 2024 habría llegado a las Islas un total 4.343.883 visitantes desde el extranjero, 562.695 viajeros más que en el mismo periodo de 2023 (+14,9%), y 627.706 más (+16,9%) que en el mismo intervalo de 2019, antes de la pandemia.
Pese a estos resultados, continúa preocupando una serie de riesgos que siguen condicionando el crecimiento, tanto en las Islas como en el conjunto del país, como la notable pérdida de inversión pública, privada y exterior, las altas cifras de absentismo laboral, o los bajos niveles de productividad, que se mantienen lejos de la media europea.
Estas cuestiones no son baladí, dado que recientemente, el FMI ha advertido de los problemas estructurales que presenta España en materia laboral, desaconsejando, además, nuevas subidas en el SMI, debido a los efectos negativos que tendría sobre el empleo.
Asimismo, en lo referido a la reducción de la jornada laboral, la institución internacional ha indicado que esta medida podría elevar los costes laborales y aminorar la producción y los ingresos de los trabajadores a largo plazo, si no se lleva a cabo con un diseño adecuado, que pasa por acompañarla de una moderación salarial, potenciar la negociación colectiva y permitir una mayor flexibilidad a las empresas, por ejemplo, mediante la reducción de las horas en cómputo anual.
En cualquier caso, las medidas y políticas adoptadas deben ir encaminadas a generar un clima de apoyo y garantizar la seguridad jurídica del tejido productivo y el empleo, y no incrementar unos costes laborales que ya se encuentran en niveles elevados, ni producir tensiones adicionales que penalicen la actividad económica en las Islas.