Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Marzo 2022
Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Marzo 2022
Transcurridos casi dos meses desde el inicio del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, las consecuencias económicas son cada vez más visibles en el panorama internacional, constatándose un impacto global, aunque desigual, en las distintas economías del mundo.
El efecto del enfrentamiento se manifiesta de manera notoria a través de los precios, con un encarecimiento generalizado de las materias primas, más concretamente las relacionadas con la energía, lo que ha generado nuevos repuntes en las tasas de inflación de la mayoría de países del planeta, que ya dibujaban una tendencia alcista como consecuencia del COVID-19 y los cuellos de botella que siguen condicionando las cadenas de suministro globales.
Asimismo, la incertidumbre acerca de la duración de la guerra y sobre la evolución de la pandemia han aumentado las perspectivas de inflación para el conjunto de 2022, en un contexto en el que la persistencia de los efectos de segunda vuelta sobre los precios se ha convertido en uno de los principales factores de riesgo para los próximos meses.
Por otro lado, las sanciones impuestas a Rusia, sobre todo en materia de energía, han añadido más presión sobre las economías que tienen una mayor dependencia de la energía rusa, como es el caso de muchos países europeos. Si bien, entre las principales economías de la Eurozona aún se debate la conveniencia, por el momento, de incluir el suministro de petróleo y gas en las sanciones, ante la dificultad que supone encontrar una alternativa de garantías, lo que tendría un impacto directo sobre la industria europea, especialmente en el caso de Alemania.
En este escenario, la Comisión Europea anunció un Marco Temporal de Crisis con el objeto de que los Estados miembros puedan aprovechar la flexibilidad prevista en las normas de las ayudas estatales, respaldando la economía en el contexto del conflicto, a través de tres posibles vías: la concesión de un importe limitado de ayuda a las empresas afectadas; apoyar la liquidez de las empresas en forma de garantías estatales y préstamos bonificados; y ayudas para compensar a las empresas por los elevados precios de la energía.
En materia de política monetaria, el Banco Central Europeo decidió mantener sin variación los tipos de interés de referencia, aunque ha anunciado que el programa de compra de activos (APP) debería continuar con su ritmo de reducción durante los próximos meses hasta su finalización al cierre del tercer trimestre del presente ejercicio.
Esta hoja de ruta contrasta con el ritmo anunciado por la Reserva Federal para la retirada de estímulos y la normalización monetaria en el caso de la economía estadounidense, en un contexto de fuerte presión inflacionista, a pesar de la mayor resistencia que está mostrando esta economía ante el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia, dada su condición de productor neto de energía y sus menores vínculos comerciales con ambos países.
Así, la solidez del mercado laboral y el aumento de los salarios han impulsado el consumo, llevando a la inflación general a mostrar un incremento interanual del 8,5%, y del 6,5% en el caso de la subyacente, al término del mes de marzo.
Por lo que respecta a China, los recientes datos epidemiológicos negativos en importantes centros productivos y logísticos evidencian un riesgo importante para la economía internacional, en un territorio en el que la política de “COVID cero” ha llevado a la adopción de nuevas medidas de confinamiento en importantes regiones industriales y de servicios desde principios de abril.
No en vano, los últimos indicadores de actividad PMI constatan notables retrocesos al término del mes de marzo, lo que pone de manifiesto el deterioro del crecimiento de la economía china, debido a la incidencia de los últimos rebrotes del virus.
En cuanto a la economía española, el impacto del enfrentamiento bélico ha llevado al Banco de España a revisar a la baja las perspectivas de crecimiento de nuestro país en su último informe del mes de abril.
En este sentido, la institución bancaria nacional ha estimado un crecimiento del PIB del 4,5% para el conjunto de 2022, nueve décimas por debajo de la proyección publicada en diciembre. Asimismo, de cara a 2023, prevén un avance del 2,9%, lo que supone un punto menos que en la última estimación.
Por su parte, el Banco de España considera que los efectos de la guerra propiciarán un agravamiento de los cuellos de botella y un menoscabo del crecimiento global, que se verá empeorado por las sanciones impuestas a Rusia; además de un repunte en las tasas de inflación y un empeoramiento en los niveles de consumo e inversión, como consecuencia de la incertidumbre generada por el conflicto.
En lo que se refiere a la inflación, el BDE ha actualizado al alza sus perspectivas, estimando que los precios culminarán 2022 con un ascenso medio del 7,5% interanual (3,8 puntos más que en el último informe), si bien, se moderarían en 2023, cerrando el ejercicio con un aumento del 2,0% (ocho décimas más que el anterior informe).Pasando a continuación a analizar los últimos datos del mercado laboral de nuestro país, los resultados indican que la afiliación a la Seguridad Social anotó el pasado mes de marzo un ascenso de 102.393 trabajadores, un 0,5% más que en febrero, al tiempo que en términos interanuales, el empleo contabilizó un avance de 970.651 efectivos, lo que supone un repunte del 5,2 por ciento.
De la misma manera, en comparación con las cifras prepandemia, el número de afiliados resultó en marzo un 2,5% superior al observado en el segundo mes de 2020, 484.589 trabajadores adicionales.
Por otro lado, el paro registrado apuntó un descenso mensual del 0,09% en el tercer mes del año, 2.921 parados menos que en el mes previo; mientras que en relación con las cifras de un año antes, el desempleo se redujo un 21,29%, con 840.877 demandantes menos.
Trasladando la comparativa al ámbito de Canarias, los datos de empleo también se situaron al término de marzo en valores positivos, con un aumento del número de afiliados de 8.305 personas, un alza relativa del 1,0% mensual, hasta alcanzar un total de 832.764 efectivos en situación de alta laboral.
En cualquier caso, resulta preciso señalar que en las Islas aún se encuentran en situación de ERTE un total de 9.257 trabajadores, lo que equivale a un 1,1% de la afiliación total.
El ascenso mensual del empleo se concentró, sobre todo, en el conjunto de los servicios, que registraron 7.574 trabajadores más, destacando ramas como la “Hostelería”, con un aumento de 3.116 trabajadores; o la “Administración Pública”, que incrementó sus registros en 2.152 personas, con respecto al pasado mes de febrero.
Desde una perspectiva interanual, los datos de afiliación muestran un repunte de 68.572 efectivos en relación con marzo de 2021, un avance relativo del orden del 9,0 por ciento.
En comparación con los datos previos al inicio de la crisis sanitaria, la afiliación a la Seguridad Social en el Archipiélago apuntó 13.548 trabajadores más, un crecimiento relativo del 1,7 por ciento.
Como viene sucediendo desde meses anteriores, este avance volvió a obedecer, principalmente, al incremento de las ramas de actividad más vinculadas al sector público, como son la “Administración pública”, la “Educación” y la “Sanidad”, que, conjuntamente, contabilizaron un aumento de 20.413 trabajadores.
En cambio, otras ramas que resultan determinantes para la economía de las Islas, a saber, la “Hostelería”, el “Comercio” y los “Transportes”, aún se sitúan muy por debajo de los niveles previos a la pandemia, constatando una minoración conjunta de 13.628 efectivos, aunque es importante destacar que el sector de la construcción registra 2.577 trabajadores más que en el mes de febrero de 2020 (+4,9%).
En cuanto a la cifra de paro registrado en Canarias, en marzo se apreció una minoración mensual del 1,65%, lo que implica, en términos absolutos, 3.381 parados menos que en el mes precedente, registrando un total de 201.753 demandantes de empleo al cierre del tercer mes de 2022.
En términos interanuales, el paro en el Archipiélago se contrajo un 28,11%, una caída de 78.897 desempleados en comparación con idéntico mes del pasado año.
Tras estudiar las principales cifras del mercado de trabajo, centramos la atención en los últimos datos relativos a la actividad turística en las Islas. Según las estadísticas más recientes publicadas por AENA, en el transcurso del pasado mes de marzo llegaron al Archipiélago 1.146.226 visitantes desde el extranjero, lo que implica un nuevo incremento mensual, en este caso del 16,1%, que se traduce en 159.137 viajeros más que en febrero.
Dentro de este resultado es importante destacar el incremento experimentado por los visitantes procedentes de los principales mercado emisores, sobre todo en el caso del Reino Unido, que, además, registraron en el tercer mes de 2022 un 12,6% más que en el mes previo a la pandemia (49.096 viajeros adicionales), aunque el total de visitantes con origen en el extranjero resultó un 1,9% inferior (22.450 pasajeros menos) que en febrero de 2020.
En todo caso, el comportamiento que presenten los flujos turísticos en los próximos meses se encuentra muy condicionado por la incertidumbre derivada de los factores de riesgo globales, como la duración de la guerra o las tensiones inflacionarias.
En el ámbito de los precios, el IPC en el Archipiélago anotó en marzo un crecimiento mensual del 2,3%, siete décimas menos que en el concierto estatal (+3,0%), en un contexto en el que los grupos “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” y “Transporte” se elevaron de forma destacada, a razón de un 8,1% y un 5,5%, respectivamente, condicionados por los repuntes de los precios de la electricidad (+24,2%) y los carburantes (+11,2%).
En este escenario, la inflación subyacente creció un 0,6% mensual en las Islas, lo que indica que los datos comienzan ya a recoger el alza de los precios energéticos derivada de la guerra entre Ucrania y Rusia, que empiezan a notarse incluso en términos mensuales.
Desde un enfoque interanual, los precios continúan con su escalada alcista, contabilizando un crecimiento relativo del 8,4% en las Islas y del 9,8% en el conjunto del territorio nacional.
Los precios de la energía siguen marcando la evolución de la inflación en Canarias, con un avance del 28,5% anotado por el grupo “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, y del 16,0% en el caso de “Transporte”, fruto del aumento de los precios de la electricidad (+94,5%) y de los carburantes y combustibles (+35,9%).
Asimismo, resulta preciso poner de relieve el encarecimiento evidenciado por el grupo “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, cifrado en un 7,7% interanual, y que supone un 23,1% del aumento anotado por el índice general de precios (un impacto de 1,8 puntos sobre la variación total).
Así, la componente subyacente observó un aumento interanual del 3,3%, lo que refleja con claridad que la parte estructural del IPC continúa incorporando efectos de segunda vuelta a la inflación.
Por ello, resulta esencial insistir en la relevancia de no tomar decisiones que puedan empeorar esta situación a medio y largo plazo, sino acometer medidas que sirvan para contener la inflación en un plazo más corto sobre los grupos que integran la cesta de consumo, o para compensar los sobrecostes a los que está haciendo frente el tejido productivo de Canarias.