Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Junio de 2019

15 de julio de 2019|In Actualidad CCE

* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe junio 2019

El panorama económico internacional continúa mostrando señales de un crecimiento moderado, debido a la persistencia de una incertidumbre que no termina de disiparse.

Por un lado, el deterioro de los principales indicadores de confianza y sentimiento económico apuntan a que el ritmo acompasado del crecimiento del PIB mundial se ha mantenido en el segundo trimestre del ejercicio; y por otro, los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, a pesar de haber retomado las negociaciones recientemente, continúan lejos de resolverse, dada la fragilidad de las relaciones entre ambos países.

Asimismo, el “Brexit” sigue suponiendo un importante riesgo a la baja para el crecimiento económico, con un Reino Unido inmerso en el proceso de elección del nuevo Primer Ministro, y con un Parlamento británico en el que sigue imponiéndose la falta de consenso para fijar una estrategia de salida.

En cuanto al mercado del petróleo, la amenaza de medidas proteccionistas y la escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán podrían agudizar el grado de incertidumbre en torno a su cotización internacional, en un escenario en el que los miembros de la OPEP han extendido el acuerdo para continuar con los recortes de la producción de crudo hasta marzo de 2020.

Por su parte, los datos más recientes de Estados Unidos también parecen encaminarse a observar resultados de crecimiento más atemperados durante el segundo trimestre del ejercicio, tal y como apuntan los índices de confianza empresarial, si bien, en el ámbito laboral, a lo largo del mes de junio volvió a recuperarse la solidez de meses anteriores, con la creación de 224.000 empleos.

Por otro lado, la evolución de algunas economías emergentes también ha contribuido a la moderación de la economía global, como es el caso de Brasil o Turquía. En este último caso, a pesar de haber mostrado un aumento trimestral del PIB en el primer trimestre de 2019, los desequilibrios y la situación política siguen manteniendo a la economía turca en un contexto de incertidumbre.

A pesar de estos resultados, en el transcurso del mes de junio, las condiciones financieras de este grupo de países apreciaron una ligera mejora, ante la posibilidad de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, tras retomar las conversaciones.

Con respecto a la economía china, la información disponible también da continuidad a la tendencia de desaceleración del crecimiento, debido, sobre todo, al menor ritmo de la producción industrial y de la inversión. Por su parte, el Banco Central chino ha mostrado su disposición a aumentar el carácter expansivo de la política monetaria si la situación lo requiere, en aras de evitar una ralentización más intensa de la economía del país.

Por lo que se refiere a la Eurozona, tras anotar en el primer trimestre del año un ascenso del PIB de mayor intensidad de lo previsto inicialmente, todo apunta a que el crecimiento se ha moderado en el segundo periodo del ejercicio, debido, fundamentalmente, a la desaceleración del consumo privado, a la debilidad del entorno exterior y a las dificultades del sector industrial, sobre todo, el automovilístico.

Esto resulta especialmente acusado en el caso de Alemania, donde las exportaciones tienen un peso muy importante dentro del PIB, y donde la industria en general se está enfrentando a serios obstáculos.

En lo que respecta a Italia, los compromisos del Gobierno de reducir el déficit público para acercarlo al objetivo de 2019, y de respetar las normas de reducción de la deuda pública en la redacción del borrador de presupuestos para 2020, ha llevado a la Comisión Europea a no recomendar la apertura de un procedimiento de déficit excesivo al país.

En este escenario, la Comisión Europea, en su última revisión de previsiones, ha mantenido la proyección del área del euro para 2019 en el 1,2%, mientras que ha reducido hasta el 1,4% la de 2020 (una décima menos).

En cuanto a la economía española, las dosis de incertidumbre han recobrado fuerza, debido a la situación política actual, en la que de no formarse un Gobierno que dote de estabilidad a la economía del país y que profundice en las reformas necesarias, la sostenibilidad del crecimiento podría verse condicionada a medio y largo plazo.

En cualquier caso, dentro del contexto general de desaceleración, nuestra economía continúa observando resultados por encima de la media del área del euro, gracias al comportamiento favorable de la demanda interna y de la inversión, si bien, se aprecia un ligero debilitamiento en los indicadores de confianza empresarial y del sector exterior.

En este escenario, la Comisión Europea ha recogido esta evolución en sus estimaciones de crecimiento para España, elevando la previsión para 2019 en dos décimas, hasta el 2,3%, al tiempo que mantiene en un 1,9% la de 2020.

En lo que concierne al empleo, al término del mes de junio, la afiliación a la Seguridad Social evidenció un incremento mensual del 0,7%, sumando 130.897 efectivos a los registrados en el pasado mes de mayo.

En los últimos doce meses, el número de afiliados experimentó un avance del 2,6%, con 490.737 nuevas altas, alcanzando un total de 19.458.689 personas en alta laboral.

En lo referente al paro registrado, durante el mes de junio se apreció una caída mensual del 2,07%, lo que implica 63.805 desempleados menos que en mayo; al tiempo que, en términos interanuales, la cantidad de parados disminuyó un 4,63%, 146.476 demandantes menos, lo que supone que la cifra total de personas inscritas en las listas de desempleo se situó en 3.015.686 parados.

Si atendemos al comportamiento del mercado laboral de Canarias, los últimos datos publicados por la Seguridad Social ponen de manifiesto que el número de afiliados, a último día del mes de junio, alcanzó un total de 807.457 efectivos en situación de alta laboral en las Islas, observando un aumento del 0,5% mensual, lo que se traduce en 3.657 efectivos más que en el mes de mayo.

Como era previsible, la creación de empleo en el mes de referencia se concentró, sobre todo, en la “Hostelería” (+2.640 trabajadores); y también en las “Actividades sanitarias y de servicios sociales”, con 2.054 nuevas altas, debido a las contrataciones adicionales destinadas a cubrir las vacantes del periodo estival; o las actividades comerciales (+1.737 afiliados). Por su parte, la agricultura y la construcción también describieron una evolución notable, sumando 629 y 564 efectivos, respectivamente, con respecto al mes precedente; al tiempo que el sector industrial anotó un ascenso mensual de 88 afiliados.

Por el contrario, otras ramas de servicios como “Educación”, “Transportes” y las relacionadas con la Administración Pública, que suelen reducir durante los meses de verano su ritmo de actividad, aminoraron el número de inscritos en 2.432 empleos en el primer caso, en 1.072 en el segundo, y en 1.006 en el caso del empleo público, durante el mes de junio.

En términos interanuales, la cifra de afiliación creció un 2,6%, con lo que se apreció una elevación de 20.479 trabajadores, la mayor parte de ellos (+16.857 altas) en el conjunto de los servicios.

En lo que respecta al paro registrado, a lo largo del mes de junio se experimentó una caída mensual del 1,63%, 3.358 parados menos, en términos absolutos, en comparación con el mes previo. Asimismo, en los últimos doce meses, el desempleo ha observado una disminución del 2,83%, lo que equivale a registrar 5.911 desempleados menos que en el mismo mes del año anterior.

Con estos datos, el número total de parados en el Archipiélago se situó en 202.683 personas al término del pasado mes de junio.

Por otra parte, y en lo concerniente al sector del turismo, las estadísticas referidas a la entrada en Canarias de turistas procedentes del extranjero muestran un crecimiento del 5,8%, 52.492 viajeros más que en el mes precedente.

Sin embargo, a pesar del resultado mensual positivo anotado en junio, en términos acumulados, el balance del primer semestre del año sugiere que la actividad turística continúa inmersa en un proceso de ralentización, registrándose la llegada a Canarias de 6,7 millones de visitantes foráneos, un 2,8% menos que los contabilizados en idéntico periodo de 2018, lo que, en términos absolutos, supone una minoración de 193.342 turistas, destacando con claridad la caída del mercado alemán (-8,2%; 128.455 visitantes menos).

Este contexto de tendencia bajista de la actividad turística también se ha reflejado en otros indicadores de demanda de la economía canaria, como la matriculación de vehículos, que durante el mes de junio también se ha reducido, apuntando un retroceso mensual del 21,1%, debido a la contracción del 40,0% mostrada por las matriculaciones de vehículos destinados al alquiler, y en menor medida, a los descensos de los vehículos de uso particular y de uso empresarial, cifrados en un 10,4% y un 3,0%, en cada caso, si los comparamos con los resultados del mes de mayo.

En cuanto a los datos de inflación, el índice general de precios evidenció en las Islas un ascenso mensual del 0,1%, mientras que en el ámbito del Estado, el IPC se redujo un 0,1 por ciento.

Esta evolución diferenciada obedece, en gran medida, al comportamiento del grupo “Transporte”, que anotó un avance del 0,4% en Canarias, frente a la caída del 1,4% que apuntó en el ámbito nacional.

No obstante, el aumento de los precios se ha visto atemperado, en parte, por la minoración mensual del grupo “Vestido y calzado” (-1,9%), dado el efecto del inicio de las rebajas; y por la contracción de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (-0,5%), fruto del descenso de los precios de la electricidad (-1,9%).

En relación con los datos de hace un año, los precios han observado una variación interanual nula; al tiempo que la inflación subyacente ha vuelto a situarse en valores muy moderados, anotando un aumento interanual del 0,3%, frente al repunte del 0,9% observado en el conjunto del país.

El compás de espera en el que se encuentra inmersa la economía del Archipiélago es fruto de la incertidumbre generada por la dirección que vaya a tomar finalmente la política económica del nuevo Gobierno de las Islas.

En cualquier caso, resultaría conveniente no optar por la ejecución de políticas que pudieran distorsionar el desarrollo de la actividad económica y elevar la presión fiscal, condicionando, de este modo, la sostenibilidad del crecimiento del Archipiélago y la creación de empleo; sino aplicar medidas que doten de una mayor competitividad a las empresas canarias y que incrementen la capacidad de atracción de inversiones del exterior.

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