Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Julio2024
Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Julio 2024
La incertidumbre que desde hace meses viene marcado la evolución económica internacional, lejos de reducirse, ha vuelto a experimentar nuevos repuntes durante las últimas semanas.
La escalada del conflicto bélico que sigue desarrollándose en Oriente Medio y la persistencia de la guerra entre Ucrania y Rusia continúan infiriendo incertidumbre a las perspectivas económicas internacionales, y los riesgos para el crecimiento continúan apuntando a la baja.
Por otro lado, los efectos finales de la política monetaria restrictiva que aplicaron los bancos nacionales en las principales economías mundiales para corregir la fase alcista de la inflación desde 2022 limitan la capacidad de expansión de la economía.
En este sentido, la FED aún mantiene los tipos de interés en el 5,5%, y el BCE, tras la rebaja aprobada en el mes de junio, que situó el tipo de referencia en el 4,25%, ha enfriado las expectativas sobre futuras nuevas rebajas de tipos al anunciar que tiene la determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2 % a medio plazo, y mantendrá los tipos de interés oficiales en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para lograr ese objetivo.
En este marco global, además, los mercados financieros hacían saltar las alarmas en la primera semana del mes de agosto y, aunque la situación parece haberse normalizado, los temores ante un enfriamiento de la actividad en Estados Unidos que provocaba los bajos datos de empleo que presentó la economía norteamericana en el mes de julio, provocaron una reacción en cadena sobre las bolsas mundiales que llevó a los principales indicadores bursátiles del globo a registrar caídas intensas.
La situación, como decimos, ha encauzado una senda de normalización, en la medida en que los datos de empleo mejoraban y los analistas internacionales despejaban dudas y confirmaban la solidez de la economía de EE.UU.
Los datos oficiales apuntaban a que el PIB de la primera economía del globo logró avanzar un 0,7% en el segundo trimestre del año, un crecimiento respaldado por el dinamismo de la demanda privada, principalmente por el consumo y el repunte de la inversión.
Este avance, lejos de moderarse, resulta incluso superior al que registraba el PIB norteamericano durante el primer trimestre del año, cuando anotó un crecimiento del 0,4 por ciento, y supera el avance que ha mostrado la economía de la Unión Europea que, en el segundo trimestre de este año, ha experimentado un tímido avance del 0,3%, interanual.
Todos los análisis apuntan a que la evolución de la primera economía del globo podrá describir una senda de desaceleración en lo que resta de ejercicio, aunque no existe un temor fundado a que se produzca una caída brusca de la economía, máxime cuando cabe esperar que la Reserva Federal comience a reorientar su política monetaria y materialice un recorte de tipos en la segunda mitad del año.
El FMI estima que la economía de EE.UU. salde el ejercicio 2024 con un avance del 2,6%, una décima de punto más que el registrado en 2023, aunque en 2025 podría atemperar su ritmo de avance hasta el 1,9 por ciento.
En este contexto, otras economías de referencia como la de Japón o Europa, acusarán un crecimiento mucho más débil durante el presente año, con crecimientos que podrían alcanzar el 0,9% en el conjunto del ejercicio en la Zona del Euro, y del 0,7%, en el caso de la economía nipona, al tiempo que China, continuará afectada por la fase de desaceleración que viene describiendo en los últimos trimestres y podría cerrar el año con un incremento del PIB del 5,0%, dos décimas por debajo del registrado en 2023.
Los datos más recientes que ha publicado EUROSTAT sobre la Zona del Euro cifran el crecimiento del PIB en esta área en un 0,3% durante el segundo trimestre del año, idéntico al contabilizado en el primer periodo del ejercicio.
La economía de la Eurozona continúa acusando la debilidad de la industria y las exportaciones en un entorno internacional marcado por la elevada incertidumbre, y actualmente apoya su crecimiento, principalmente en el conjunto de los servicios.
Según apunta el Banco Central Europeo, cabe esperar un fortalecimiento de las rentas reales como resultado del descenso de la inflación y de la subida de los salarios nominales, y ello animará la recuperación de la Eurozona en el presente año, vía consumo interno, al tiempo que las exportaciones podrían experimentar un repunte si las condiciones externas se normalizan y aumenta la demanda mundial.
El avance registrado en el segundo trimestre indica, en cualquier caso, una relativa atonía en la economía europea durante el segundo trimestre del año en el que potencias como Alemania continúan acusando síntomas de debilidad que han llevado al PIB germano a registrar una caída trimestral del 0,1% entre los meses de abril y junio, y a Italia a moderar en una décima el avance registrado en el primer trimestre (0,3%) y cerrar el periodo de referencia con un crecimiento del PIB del 0,2 por ciento.
Por su parte, la economía francesa y la española saldaban el segundo trimestre con avances del 0,3% y del 0,8%, respectivamente, idénticos a los registrados en primer periodo del año.
En este contexto, el Banco Central Europeo insiste en que las políticas fiscales y estructurales nacionales deberían buscar una mejora de la productividad y de la competitividad de las economías, de modo que sirvan de palanca para aliviar las presiones inflacionistas a medio plazo y anima a reducir los déficits presupuestarios y las ratios de deuda de los distintos estados miembro de forma sostenible.
Según los datos oficiales, la economía española destaca, nuevamente, como una de las economías más dinámicas de la Eurozona, y ello debido fundamentalmente, a la mayor aportación que realizaba la demanda externa que contribuyó al crecimiento de nuestro país en 0,5 puntos, debido a la mejora que mostraban las exportaciones, especialmente las derivadas del turismo, y a la menor demanda de importaciones.
La demanda interna en nuestro país, por el contrario, continúa condicionada por la desaceleración que viene mostrando el consumo privado, que reducía el nivel de crecimiento durante el segundo trimestre hasta el 0,3%, y especialmente de la inversión, que saldaba el periodo de referencia con un avance del 0,9%, muy inferior al crecimiento del 2,6% que había anotado a comienzos de año.
En este contexto, la economía canaria volvía a crecer durante el segundo trimestre del año, y aunque lo hizo por encima de la media nacional, los avances que viene registrando vienen siendo cada vez más moderados.
El PIB de nuestra economía aumentó un 1,0% entre los meses de abril y junio de este año, dos décimas por encima de lo que hizo la economía nacional (+0,8%), pero casi un punto por debajo de lo que lo había hecho en el primer trimestre de 2024, cuando anotó un avance del 2,1 por ciento trimestral.
Si bien, sectores como la construcción o la agricultura saldaban el segundo trimestre con avances destacados, el VAB asociado a la actividad industrial en Canarias anotaba un segundo descenso trimestral, y se aminoraba un 1,0 por ciento.
Por su parte, el conjunto de los servicios, y tras haber registrado un crecimiento del 2,6% en el primer periodo del año, saldaba el segundo trimestre con un incremento muy moderado, del 0,3 por ciento.
En cualquier caso, lo cierto es que el crecimiento que continúa mostrando la economía canaria responde a la buena evolución que ha marcado el turismo en el segundo trimestre de este año.
La entrada de turistas extranjeros a Canarias hasta el mes de junio acumula un crecimiento del 11,1%, superando los 7,6 millones de visitantes. En este periodo, además, las pernoctaciones en establecimientos turísticos han mejorado en un 5,7%, en el caso de los hoteles, y en un 3,3%, en el caso de apartamentos, y el gasto turístico se habría incrementado en un 16,3%, en comparación con idéntico periodo del año anterior.
En este contexto, las cifras relacionadas con el comercio también mejoran, y el valor del índice del comercio al por menor anota un crecimiento del 1,9%, al tiempo que las matriculaciones de vehículos avanzan a un ritmo superior al registrado hace un año.
En materia de empleo, la afiliación en las Islas durante el pasado mes de julio se aminoró en un 0,6%, lo que supone 5.539 trabajadores menos afiliados al conjunto del sistema de la Seguridad Social.
El descenso del empleo del pasado mes está directamente relacionado con los efectos que, siempre por estas mismas fechas, provoca la finalización del curso escolar sobre la afiliación en ramas como Educación, donde el número de afiliados se ha reducido en 8.050 trabajadores, además de la rama del Transporte, donde el número de afiliados se ha reducido en 186 trabajadores durante el último mes.
Pese a ello, otras ramas clave para la economía canaria como el comercio o la hostelería han continuado creando empleo.
El número de afiliados en actividades comerciales se incrementó en 843 nuevos trabajadores durante el pasado mes de julio, y en la hostelería se contabilizaba un incremento de 1.025 nuevos empleos.
También crecía la afiliación en la Sanidad, donde el aumento de la contratación para cubrir las vacantes de verano supuso aumentar el número de trabajadores afiliados en esta rama en 2.685 efectivos.
En el resto de los sectores productivos, solo la agricultura saldaba el mes de julio con un aumento en el número de trabajadores afiliados, sumando 206 nuevos efectivos, mientras que, por el contrario, la industria y la construcción aminoraban el número de afiliados en 160 y en 103 personas, respectivamente.
Por lo que se refiere a la evolución de los precios, la inflación en las Islas se moderaba el pasado mes de julio, y descendía un 0,4%, debido al efecto que tenían las rebajas en grupos como “Vestido y Calzado” y en “Muebles y artículos del hogar”, donde los precios descendieron un 12,7% y un 0,9%, respectivamente.
También se apreció un descenso en los precios de la energía eléctrica, que se aminoraron un 5,6% en Canarias, y ello permitió reducir los precios en el grupo relacionado con la vivienda y suministros, donde se apreció un descenso de los precios del 1,8 por ciento, además de las “Comunicaciones” (-0,5%) y los alimentos, donde se aminoraron los precios en una décima de punto porcentual.
En cambio, los carburantes se encarecían un 0,3% en comparación con el mes de junio anterior, y este avance impulsó al alza el precio del grupo “Transporte” que acusó un incremento del 0,5%, superior al que experimentaba este mismo grupo en el conjunto del Estado, donde se registró un incremento del 0,3 por ciento.
En términos interanuales el IPC en las Islas continúa moderando su avance y se sitúa ahora en el 2,9%, una décima por encima de la media nacional (2,8%) pero inferior al registro del mes anterior cuando la inflación en Canarias se situaba en el 3,1 por ciento.
En síntesis, los buenos resultados que continúa mostrando la actividad turística en Canarias y las buenas perspectivas de cara al resto del año permiten mantener cierto optimismo, si bien, es importante no perder de vista los efectos de la ralentización del crecimiento en los países emisores, especialmente en el caso del mercado alemán.
En cualquier caso, resulta importante redoblar esfuerzos y seguir trabajando en impulsar y mejorar la competitividad del tejido productivo de Canarias, con el objetivo de consolidar la recuperación de la economía y del empleo.