Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Febrero de 2016
* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe febrero 2016
El ámbito económico internacional sigue estando marcado por una incertidumbre que no ha terminado de despejarse durante el comienzo del presente ejercicio.
Gran parte de esta incertidumbre encuentra su foco en la economía china, donde prosigue el proceso de transición hacia un nuevo modelo más centrado en su demanda interna, en un contexto en el que el PMI de las manufacturas experimentó un retroceso. La devaluación del yuan no hace más que sumarse a este viento desfavorable, provocando que continúe la salida de capitales.
Para atajar esta situación, las declaraciones de las autoridades bancarias del país asiático, asegurando el carácter temporal de esta situación, parecen haber rebajado la tensión entre los inversores en China, a lo que hay que añadir la intención del Gobierno de reducir las trabas a la inversión extranjera en mercados nacionales de renta fija y variable, así como de inyectar una mayor liquidez que permita dinamizar la economía del país.
El resto de las economías emergentes mantiene su tono bajista, sobre todo Brasil, donde se estima que el PIB pueda seguir cayendo durante 2016, en torno al 3,0 por ciento.
A pesar de este escenario, se mantienen vigentes las predicciones del FMI y de la Comisión Europea en cuanto al crecimiento de la economía mundial durante 2016, situándose en el 3,4% y el 3,3%, en cada caso.
Las perspectivas de crecimiento se mantienen, sobre todo, porque en Estados Unidos, a pesar de comenzar el año con un crecimiento menor del esperado, sostiene sus expectativas gracias, entre otras cuestiones, a un sólido mercado laboral que registra bajas tasas de paro, a unos resultados de inflación que se mantienen en los límites deseados, y a unas cifras de consumo público y privado que les permiten resistir las influencias externas.
No obstante, no debe perderse de vista el riesgo de desaceleración que existe en el país norteamericano, ya que la caída de los beneficios empresariales, debido principalmente al sector de la energía, puede afectar negativamente al sentimiento inversor.
En este contexto, la economía japonesa cerró el cuarto trimestre de 2015 con un decrecimiento de cuatro décimas, en un escenario condicionado durante el trimestre por la debilidad de la demanda interna y el ligero empeoramiento observado por sus exportaciones, dejando un promedio de crecimiento anual del 0,5 por ciento. Se estima una leve recuperación para 2016, para lo que se seguirá insistiendo en políticas monetarias expansivas, unidas a medidas fiscales, con las que se intentará superar las barreras que han generado esta situación de desaceleración.
Recientemente, los países productores de petróleo mantuvieron conversaciones con vistas a un acuerdo para contener la producción de petróleo que permitiera estabilizar los precios. Sin embargo, la irrupción de Irán en el mercado del crudo, gracias a la ruptura de su bloqueo económico, hace que las expectativas de los precios para los próximos meses se mantengan a la baja, como ha venido sucediendo meses atrás.
En Europa, la coyuntura de precios ha seguido dándole al Banco Central Europeo mucho margen de maniobra. Así quedó patente en la reunión sobre política monetaria, mantenida el pasado 10 de marzo, en la que se anunció la aplicación de hasta cinco medidas para mantener la estabilidad de precios.
En primer lugar, se recortó el tipo de referencia principal en 5 puntos básicos, quedando en un mínimo histórico del 0,0%; se hizo un recorte en el tipo de facilidad de depósito en 10 puntos, llegando al -0,40%; y se redujo el tipo de préstamo marginal en 5 puntos, al 0,25 por ciento.
En segundo lugar, se adoptaron tres medidas que afectan al programa de compra de activos, que se resumen en un aumento de la cantidad destinada a compras mensuales de 60.000 millones a 80.000 millones de euros, una ampliación del alcance de los activos elegibles, incluyendo de este modo los bonos corporativos en el programa y un aumento de los límites a la adquisición de valores emitidos.
La última medida tiene que ver con una nueva ronda de TLTRO (Operación de financiación a más largo plazo con objetivo específico), con cuatro operaciones de refinanciación, que ofrecen mejores condiciones de financiación a largo plazo a los bancos, con el objetivo de facilitar las condiciones de crédito del sector privado y estimular la creación de crédito.
Estas medidas respoden, en parte, a la bajada en las expectativas de crecimiento europeo, que el propio BCE ha situando para 2016, en un 1,4% en la zona del euro, y para el año 2017, en un 1,7 por ciento.
En el sentido contrario, los indicadores de la economía española siguen presentando perspectivas positivas. Tanto el “BBVA Research” como FUNCAS, mantienen las expectativas de crecimiento, situándose en un 2,7% en 2016, estando de nuevo por encima de la zona euro.
La buena dinámica de la economía española ha venido apoyada por factores externos como las condiciones de abaratamiento del petróleo, que hicieron que se produjera, según publica “CaixaBank Research”, un ahorro del 1,3% del PIB en la factura energética en 2015.
El proceso de expansión continúa avanzando en nuestro país, como consecuencia, sobre todo, de la aplicación de las reformas, como la implementada en el mercado laboral, que sigue mostrando cifras de mejora durante febrero, como demuestra el crecimiento del 2,6% interanual de las afiliaciones a la Seguridad Social y el descenso del 8,0% en el paro registrado.
Mientras, del lado de la oferta, la inversión continúa intensificándose en bienes de equipo y maquinaria, y la demanda externa está ofreciendo resultados positivos debido a la evolución favorable de las exportaciones.
En este sentido, el PMI (Índice de sentimiento empresarial) de las manufacturas mostró una variación positiva el pasado mes de enero, superando la media del último trimestre de 2015, al contrario que el PMI del sector servicios, que tuvo una pequeña reducción en relación con la media del trimestre anterior, aunque muestra una buena proyección.
Por otro lado, la ausencia de presiones inflacionistas hace que el consumo interno siga liderando el proceso de recuperación de la economía española. Además, los datos del último trimestre de 2015 siguen dando muestras de la recuperación del mercado inmobiliario.
A pesar de este abanico de perspectivas positivas, no hay que perder de vista los riesgos que siguen estando sobre la mesa. La influencia de las condiciones externas puede llegar a afectar a largo plazo al proceso de recuperación de nuestra economía, ya que la incertidumbre que hay con respecto a la situación de China y la evolución del precio del petróleo, siguen estando muy presentes.
Si centramos nuestro análisis en el contexto de Canarias, los datos más recientes de crecimiento, publicados por el Instituto Canario de Estadística, revelan un aumento del PIB durante el último trimestre de 2015 del 0,4% trimestral, resultando un crecimiento del 3,0% para el conjunto del año, dos décimas por debajo del experimentado en el ámbito nacional, según las estimaciones provisionales del ISTAC.
En términos de empleo, los datos sobre afiliación a la Seguridad Social más recientes, correspondientes al mes de febrero, muestran que el número de afiliados en Canarias descendió en un 0,1%, lo que equivale a 374 personas menos, aunque sin embargo, en términos interanuales, la afiliación anota un crecimiento del 3,1% (superior al 2,6% nacional), lo que se traduce en 21.530 afiliados más que en febrero de 2015.
Mientras tanto, el paro registrado se redujo en las Islas durante el pasado mes de febrero, en un 1,0% mensual, cayendo en términos interanuales un 5,8%, lo que supone una diferencia de 15.055 parados menos que en el mismo mes del año anterior. La cifra de parados registrados en el mes de febrero en Canarias alcanza la cantidad de 243.632 personas.
En lo referente a los diferentes sectores de actividad, los servicios muestran un decrecimiento relativo del 1,1% durante febrero, lo que equivale, en términos absolutos, a una reducción de 1.973 personas, por lo que este sector vuelve a liderar el descenso del número de parados en Canarias.
En cuanto a los demás sectores, la construcción ve como desciende su número de parados en 540 trabajadores, una disminución relativa del 1,7%, mientras que la industria, con 74 parados menos, apunta una reducción del 0,7 por ciento.
Por el contrario, experimentan un aumento de la cifra de paro la agricultura y el colectivo “Sin actividad económica”, con sendos avances del 0,4% y del 1,4%, respectivamente.
En el dato interanual, todos los sectores ven descender su cantidad de parados, destacando los servicios, donde se apunta un descenso de 7.921 personas en situación de desempleo, que supone una caída relativa del 4,19% con respecto al mismo mes del año anterior. Le siguen la construcción y las actividades industriales, que registran minoraciones del 14,4% (5.191 desempleados) y del 8,7% (1.008 parados menos), en cada caso. También presentan caídas en el número de parados, el colectivo “Sin actividad económica” (-4,98%) y la agricultura (-2,34%).
Estos resultados vuelven a dejar patente que el Archipiélago canario permanece en la senda de la recuperación iniciada meses atrás, sustentada como en meses anteriores en la actividad turística y en la recuperación de la demanda interna.
En cuanto a los principales indicadores de actividad de las Islas, los resultados turísticos vuelven a dejar un balance positivo en lo referente a la entrada de turistas extranjeros durante el mes de febrero, superando la cifra del mismo mes de 2015 en un 11,9%, lo que sitúa la cantidad absoluta de visitantes extranjeros entrados en Canarias en más de 1,1 millones de visitantes.
En lo que respecta a los alojamientos, los datos más recientes indican que, durante el mes de enero, aumentó el total viajeros alojados en establecimientos turísticos en un 9,2% interanual.
El turismo nacional exhibe, como ya hiciera el pasado mes de diciembre, un avance significativo con respecto al mismo mes del año anterior, registrando un crecimiento del 21,6%, por lo que continúa su trayectoria de recuperación con respecto a las cifras anteriores a la crisis.
Profundizando en la demanda interna, la cifra de negocios en el comercio al por menor sigue apuntando una tendencia alcista en el ámbito interanual, con un incremento del 3,9% con respecto a enero del pasado año.
En la misma línea, la matriculación de vehículos también muestra una variación interanual positiva, con un repunte del 19,5%, en comparación con el dato de enero de 2015. Por canales de venta, los vehículos de alquiler y de empresas son los que más destacaron en su crecimiento, con incrementos interanuales del 41,5% y del 38,9%, respectivamente.
En el terreno de los precios, el IPC concluyó el mes de febrero con una caída interanual del 0,8%, de manera análoga a lo sucedido en el ámbito nacional, donde se registró la misma disminución, dentro de un contexto influenciado por el abaratamiento del petróleo.
Por grupos de bienes, los precios más vinculados a los carburantes fósiles son los que han apuntado un descenso mayor. Así lo manifiestan el grupo “Vivienda”, que mostró una reducción del 4,8% interanual, debida al descenso en el subgrupo “Electricidad, gas y otros combustibles”, que anota una caída del 15,7% interanual; y el grupo “Transporte”, que experimentó una caída de un 4,2 por ciento. También se anotan decrecimientos en el grupo “Menaje” (-1,7%) y en “Vestido y calzado” (-0,8%).
En sentido contrario, experimentan variaciones positivas en el ámbito interanual, los grupos de “Bebidas alcohólicas y tabaco” (6,4%), “Comunicaciones” (2,7%), “Hoteles, cafés y restaurantes” (1,5%), Enseñanza (1,1%), “Ocio y cultura” (0,7%), “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (+0,5%), “Otros bienes y servicios” (0,5%) y “Medicina” (0,1%).
En este contexto, la inflación subyacente, que es aquella que descuenta el efecto sobre los precios de los componentes más volátiles de la inflación, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, vuelve a tener una variación positiva, con un incremento del 0,7% interanual, lo que resulta sintomático del proceso de recuperación en el que sigue inmerso el consumo de las Islas, originado por la mejoría en la actividad y el empleo.
En síntesis, los indicadores económicos permiten mirar con optimismo hacia el futuro, lo que hace esperar que se mantenga el dinamismo de la economía canaria durante los próximos meses. Este escenario debe animarnos a seguir profundizando en las reformas, especialmente en aquellas que agilicen y faciliten la inversión. En este sentido, merecen una valoración previa positiva las orientaciones generales del Anteproyecto de Ley del Suelo de Canarias, como mecanismo que debe contribuir a acelerar el crecimiento en Canarias.