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La actividad económica ha continuado mostrando, durante el primer trimestre de 2024, una cierta mejoría con respecto a los periodos anteriores, si bien, es cierto que este comportamiento ha sido dispar entre los diferentes bloques económicos y sigue atenazado por la persistencia de los riesgos existentes a escala global.

La continuidad de los conflictos geopolíticos, entre los que destaca la guerra en Ucrania y la inestabilidad presente en Oriente Medio y el Mar Rojo, sigue generando incertidumbre en los mercados internacionales y repercutiendo a la baja sobre el comercio mundial, sin que pueda descartarse que se produzcan, además, nuevos episodios de inestabilidad en los precios de las materias primas y, con ello, nuevos repuntes de la inflación en el corto y el medio plazo.

En el caso concreto de la inflación, aunque se ha mantenido la contención de los meses previos, no se debe olvidar que esta responde, en buena parte, a la moderación de los costes energéticos y de otras materias primas, tras los máximos de años anteriores, y que los precios todavía permanecen inusualmente elevados. Particularmente, en sus elementos más estructurales o subyacentes, cuya moderación está resultando más lenta y contenida, lo que ha llevado a los principales Bancos Centrales a mantener la prudencia en cuanto a una posible relajación de la política monetaria.

En lo que atañe a los tipos de interés, todas las expectativas apuntan a que estos permanecerán en sus niveles actuales hasta, por lo menos, el mes de julio, a juzgar por los anuncios realizados por la FED y el BCE en sus últimas reuniones. Ambas instituciones parecen alinearse en cuanto a sus decisiones de rebaja de tipos, aún a pesar de que las economías de EE.UU. y la Eurozona están describiendo comportamientos diferenciados.

En Estados Unidos, los principales indicadores de actividad siguen evidenciando un notable dinamismo, como así lo indica el PMI manufacturero y el de servicios, que anotaron importantes crecimientos al cierre del mes de febrero, consolidando su posicionamiento en la zona expansiva del indicador.

Por su parte, el índice de confianza del consumidor en el país norteamericano también muestra señales de mejoría con respecto al trimestre precedente, afianzando la solidez en el consumo previsto por las familias y empresas para los próximos meses, y en un escenario, además, en donde el mercado laboral continúa manteniendo su robustez, con la creación de 353.000 nuevos empleos durante el mes de febrero.

En cambio, la economía de la Eurozona ha seguido denotando mayores dificultades para impulsar su crecimiento durante los tres primeros meses del año, toda vez que los principales indicadores de actividad siguen mostrando señales claras de enfriamiento, principalmente, en el sector industrial, y especialmente en Alemania.

El PMI manufacturero de la zona cerró el mes de febrero con una nueva caída, a pesar de las mejoras apreciadas en países como España, Francia o Italia, pero que no han logrado compensar la notoria contracción registrada en Alemania, lo que evidencia la fuerte incidencia a la baja que está ejerciendo la industria germana sobre el conjunto del Eurogrupo.

Con todo, la nota positiva la han mostrado los servicios, cuyo PMI, tras permanecer seis meses por debajo de los 50 puntos, se ha vuelto a situar en febrero en la zona expansiva del indicador, impulsado, sobre todo, por los buenos datos turísticos en España y en Italia.

En cuanto a China, su actividad económica ha observado una evolución similar con respecto a los meses anteriores, destacando los buenos resultados de consumo interno, beneficiado del mayor gasto en consumo que ha propiciado la celebración del año nuevo en el país a mediados de febrero.

No obstante, la crisis inmobiliaria del país asiático sigue sin resolverse, y sus transacciones continúan disminuyendo, presionando a la baja los precios del sector. Por este motivo, el Banco Popular de China ha implementado nuevas medidas para estimular el crédito y aumentar la liquidez del sistema, en un contexto de reducción de los precios, lo que podría repercutir en las decisiones de consumo e inversión del país.

Mientras, en España, tanto el PMI manufacturero, como, sobre todo, el de servicios, siguen reflejando un mayor dinamismo de la actividad con respecto a la Eurozona, gracias al empuje del sector terciario y, sobre todo, del turismo, en un escenario en donde el sector industrial también parece mostrar un mejor comportamiento que la media europea.

Ello ha llevado al Banco de España a elevar el crecimiento de nuestro país previsto para este año en tres décimas, hasta el 1,9%, aunque ha mantenido sin variación su previsión para 2025 y 2026 en el 1,9% y el 1,7%, respectivamente.

Sin embargo, pese a este mayor dinamismo, se debe recordar que nuestro país no está exento de la desaceleración que atraviesa la economía general y de los riesgos presentes en el contexto europeo e internacional, donde la evolución de los conflictos bélicos, el mercado de las materias primas y las decisiones de política monetaria también afectarán a su evolución futura.

En materia de precios, el IPC nacional registró, durante el pasado mes de febrero, un crecimiento del 0,4% mensual, el mismo resultado que en Canarias (+0,4%), si bien es cierto que, analizando por componentes, se aprecian diferencias en el comportamiento de los precios en uno y otro ámbito.

Por un lado, el IPC de “Transporte”, aunque creció en ambos territorios, lo hizo con menor intensidad en las Islas (+1,3%), que en el concierto nacional (+1,6%), lo que fue resultado del mayor encarecimiento de los carburantes en el conjunto del país (+2,8) que en el Archipiélago (+1,8%); mientras que, por otro, los precios del grupo “Alimentos y bebidas alcohólicas” crecieron en las Islas un 0,7%, en un contexto en el que la media nacional permaneció constante.

En el lado opuesto, “Vestido y calzado” fue el grupo cuyos precios se aminoraron de una forma más acusada durante el último mes, condicionados aún por la temporada de rebajas, con una caída del 3,8% en el Archipiélago, dos puntos más intensa que a escala nacional (-1,8%).

Trasladando el análisis a la comparativa interanual, la inflación siguió moderándose en los dos territorios, aunque manteniéndose en niveles superiores en Canarias, con un aumento del 3,1%, tres décimas más que en el ámbito estatal (+2,8%).

Desde este enfoque, el grupo “Alimentos y bebidas alcohólicas” continuó siendo el más inflacionista, sobre todo en las Islas, donde los precios crecieron un 6,3%, un punto más que en el conjunto nacional (+5,3%); al tiempo que los grupos más vinculados con los servicios también se encarecieron más en el Archipiélago, como es el caso de “Restaurantes y hoteles”, con un alza del 6,4% en Canarias, superior al 5,5% nacional.

Otra clave que explica el mayor crecimiento interanual de los precios en el Archipiélago es la menor caída que observó el IPC de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, toda vez que sus precios se redujeron un 0,8% en las Islas, frente al descenso del 2,7% registrado a escala estatal, en un escenario en el que la tarifa eléctrica también se redujo menos en Canarias (-8,0%) que en el conjunto de España (-10,5%).

En lo que respecta al mercado laboral, los datos más recientes de afiliación en el ámbito de España apuntan a un crecimiento del empleo durante el mes de febrero del 0,8%, sumando 154.929 nuevos trabajadores con respecto al mes anterior, al tiempo que, en relación con el dato de doce meses antes, también se apreció un ascenso, en este caso del 2,6%, con 529.732 efectivos adicionales en comparación con el mismo mes de 2023, hasta totalizar los 20.678.360 afiliados.

En Canarias, también se creó empleo durante el mes de febrero, aunque con una menor intensidad, constatándose un aumento de la afiliación del 0,3%, que supone incorporar 2.843 nuevos inscritos a la Seguridad Social, hasta alcanzar un total de 899.201 afiliados en las Islas.

El conjunto de los servicios volvió a ser el sector que lideró la creación de empleo, registrando en el segundo mes del año 2.443 nuevas altas, la práctica mayoría en la “Hostelería” (+1.897 empleados) y, en menor medida, en “Educación” (+835 efectivos).

También experimentaron crecimientos en comparación con el mes anterior, aunque de forma más moderada, otras ramas como las “Actividades administrativas y servicios auxiliares” (+333 trabajadores), las “Actividades profesionales”, científicas y técnicas” (+284 trabajadores) y los “Transportes” (+255 individuos).

Desde un enfoque interanual, la afiliación en Canarias contabilizó un ascenso del 3,9%, 33.499 trabajadores más, destacando de nuevo la “Hostelería”, con un incremento de 9.311 efectivos. También cifraron crecimientos significativos de la afiliación otras ramas como “Sanidad” (+5.095 afiliados), el “Comercio” (+3.836 trabajadores); o las “Actividades administrativas y servicios auxiliares” (+3.087 personas), con respecto al mes de febrero de 2023.

En relación con el paro registrado, tanto el conjunto nacional como Canarias aminoraron sus cifras en relación con el pasado mes de enero, aunque las Islas lo hicieron con una intensidad menor, registrando un ligero descenso del 0,05% (88 parados menos), frente al retroceso del 0,27% (7.452 desempleados menos) apuntado por la media estatal.

En términos interanuales, el Archipiélago experimentó una caída del 10,27%, lo que se traduce en 19.436 individuos menos; al tiempo que en el ámbito nacional se constató una contracción más moderada, del 5,17%, esto es, 150.607 parados menos en comparación con el mes de febrero del pasado año.

Los resultados de actividad y empleo se muestran en consonancia con la evolución que ha seguido mostrando la afluencia turística en las Islas. Según las últimas estadísticas de AENA, en febrero llegaron a Canarias desde el extranjero 86.608 viajeros más que en el mes precedente, un 6,4% adicional, hasta contabilizar un total de 1.433.500 visitantes foráneos. Desde un enfoque interanual, también se observó un avance, en este caso del 15,4%, esto es, 191.114 viajeros más.

De este modo, Canarias habría recibido, durante los dos primeros meses de 2024, un total 2.780.392 visitantes desde el extranjero, lo que implica 316.400 viajeros más que en el mismo periodo de 2023 (+12,8%); y superando en 247.067 personas (+20,8%) el volumen de visitas foráneas que se observaba en el intervalo enero-febrero de 2019, antes de que irrumpiera la pandemia.

Todos estos resultados vuelven a confirmar el importante soporte que están suponiendo las actividades de servicios, en particular, las más ligados al turismo, para la actividad y el empleo tanto en el conjunto de España, como en Canarias.

No obstante, los resultados también ponen de relieve que el entorno global continúa inmerso en un periodo de incertidumbre y de desaceleración económica, especialmente en Europa, lo que hace necesario promover un clima de seguridad jurídica y estabilidad regulatoria, que respete el diálogo social, que sirva para mejorar la productividad de nuestra economía y que genere la confianza suficiente para poder consolidar las decisiones de inversión que permitan seguir avanzando en el crecimiento y en la creación de empleo.