Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Enero de 2016
* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe enero 2016
El clima de incertidumbre que afecta al contexto económico mundial desde finales de 2015 ha comenzado a traducirse en revisiones a la baja en los modelos de predicción más recientes para 2016.
El cambio de modelo productivo que viene implementando la economía china continúa provocando ajustes con una intensidad mayor de lo que se había adelantado inicialmente, y ello, unido a la apreciación del dólar y al abaratamiento generalizado que vienen mostrando los precios de las materias primas en los mercados internacionales, especialmente del petróleo, que ya ha llegado a situarse por debajo de los 30 dólares por barril, están repercutiendo en una desaceleración del comercio mundial que propicia un clima de incertidumbre poco favorable para las decisiones de inversión empresarial, que a su vez han tenido reflejo en episodios de elevada volatilidad en, prácticamente, todos los mercados de capital durante las últimas semanas.
Tanto el FMI, a mediados de enero, como la Comisión Europea, en su último informe de predicciones de invierno, publicado en los primeros días de febrero, han rebajado en dos décimas sus expectativas sobre el crecimiento de la economía mundial para este ejercicio, hasta situarlo en el entorno del 3,4% y del 3,3%, respectivamente para 2016.
En ambos escenarios se hace especial hincapié en el deterioro que vienen experimentando las economías emergentes, principalmente las localizadas en América Latina, como es el caso de Brasil, que ha cerrado el ejercicio 2015 con un descenso del PIB cercano al 3,8 por ciento, aunque también preocupa la evolución de otras economías de referencia en otras partes del Globo como Rusia, que igualmente ha saldado el último año con una caída del PIB del 3,7 por ciento.
Las perspectivas para 2016 en estas dos economías de referencia se mantienen en el terreno negativo y acusarán, nuevas contracciones en el PIB.
Por lo que se refiere a la economía norteamericana, los datos oficiales apuntan a que durante 2015 logró mantener el ritmo de crecimiento del año anterior, cifrado en un 2,4%, y ello a pesar de la desaceleración que experimentó en la segunda mitad del año. Las perspectivas para EEUU durante 2016 se mantienen moderadas, y según las previsiones que han elaborado tanto el FMI como la Comisión Europea, podría registrar un avance ligeramente superior al contabilizado en 2015, por encima del 2,6 por ciento.
En la zona del euro las previsiones también apuntan a un crecimiento moderado, aunque en este caso, las expectativas se revisan al alza.
El FMI y la Comisión coinciden y prevén que la economía del área del euro también mejore el avance registrado en 2015 (1,5%) y se sitúe en torno a un 1,7% durante 2016.
En esta ocasión, el abaratamiento del crudo confiere al Banco Central Europeo margen suficiente para mantener una política monetaria expansiva que facilite el consumo y la concesión de crédito, sin la amenaza de superar el objetivo de inflación.
Cabe recordar que, en el mes de diciembre de 2015, el BCE decidió reforzar sus medidas de estímulo con una nueva rebaja del tipo de interés de la facilidad marginal de depósito, hasta el -0,3%, y aprobó ampliar el programa de compras de deuda hasta, al menos, marzo de 2017, y más recientemente, ha anunciado la posibilidad de aplicar estímulos adicionales en los próximos meses, en un contexto en el que el euro se mantiene estable frente al dólar en el entorno de los 1,08- 1,10 dólares por euro. Asimismo, el BCE, en declaraciones de su presidente, ha invitado esta semana a los socios a poner el énfasis en la inversión pública, en la inversión en infraestructuras y en bajar la imposición, así como finalizar las reformas estructurales que estimulan la demanda interna, aquellas que favorecen la inversión privada y el consumo privado.
Las previsiones que maneja la institución monetaria sitúan la inflación en apenas dos décimas de punto porcentual durante este año, y para 2017, se prevé que los precios en el conjunto de la Eurozona se sitúen en el 1,4%, alejada, como decimos, del objetivo de estabilidad.
La hipótesis que maneja el BCE sitúan el precio del barril de crudo durante 2016 en torno a los 30 dólares de media, y en este sentido cabe mencionar que en la última reunión que tuvo lugar a mediados de febrero entre representantes de Arabia Saudí, Rusia, Venezuela y Qatar, principales países productores de petróleo, se acordó no reducir la producción y mantenerla en los mismos niveles de enero, con el objetivo de estabilizar el precio del crudo.
En este contexto, parecen confirmarse las expectativas de recuperación y crecimiento para los próximos años en el conjunto del área del euro, si bien con intensidades diferentes en cada país.
Así, por ejemplo, mientras para Alemania la Comisión Europea estima que pueda registrar un crecimiento del 1,8% durante 2016, en países como Francia o Italia se prevén tasas de crecimiento más moderadas e inferiores a la media del área del euro.
Para el caso concreto de España, la Comisión Europea continúa mejorando sus previsiones y vuelve a revisarlas nuevamente al alza, hasta situarlas, en esta ocasión, en el 2,8% para el conjunto de 2016, por encima de la media europea.
Aunque este ritmo de crecimiento será más moderado que el registrado en 2015, cuando se registró un avance del PIB del 3,2%, lo cierto es que mantiene el dinamismo de la fase de recuperación que viene mostrando nuestra economía desde finales de 2014, y viene a consolidar la buena evolución de la demanda interna, auspiciada por el avance del consumo y de la inversión en bienes de equipo, en un contexto en el que cabe esperar que las exportaciones mantengan la fortaleza descrita en 2015.
Pese a ello, no debemos obviar que nuestra economía aún debe seguir haciendo frente a varios elementos que pueden distorsionar su recuperación en el medio y largo plazo.
Además de los derivados de un contexto internacional dominado por la incertidumbre, España debe culminar las reformas estructurales que garanticen ventajas competitivas a nuestro sistema productivo, reconducir la situación de déficit público y continuar mejorando los indicadores del mercado laboral.
En lo que respecta a Canarias, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha publicado recientemente sus estimaciones de crecimiento para el cuarto trimestre de 2015, en las que calcula un crecimiento de nuestra comunidad autónoma durante dicho periodo del 1,1% intertrimestral, el segundo mayor de entre las comunidades autónomas españolas, superada tan sólo por Baleares (1,3%), y 3 décimas por encima del resultado nacional, donde se alcanza un crecimiento trimestral del 0,8 por ciento.
Con este resultado, el PIB de Canarias aumentó en el conjunto de 2015 un 3,4%, con lo que se duplicaría la tasa de crecimiento del año anterior (+1,7%), situándose también el crecimiento de 2015 por encima de la media nacional, donde el PIB anotó un avance anual del 3,2 por ciento.
En este contexto, los indicadores de coyuntura más recientes, algunos de ellos ya referidos a enero de 2016, continúan ofreciendo muestras de significativo dinamismo.
En materia de afiliación a la Seguridad Social, a pesar de reducirse coyunturalmente el número de afiliados en enero, un 0,7% mensual (5.038 afiliados menos), debido fundamentalmente al efecto estacional derivado de la temporada navideña en el comercio, en términos interanuales, la afiliación alcanza un avance del 3,6%, estos son 24.781 personas más en alta laboral que en enero de 2015.
Este crecimiento del número de afiliados en Canarias resulta más intenso que en el conjunto del territorio nacional, donde se observa un aumento del 3,1% interanual.
Por sectores de actividad, resulta especialmente significativa la evolución de los servicios, donde tiene cabida 20.135 de los nuevos afiliados registrados en Canarias durante el último año, seguido de la construcción, con 3.499 afiliados más; de la industria, en donde el número de afiliaciones se eleva en 734 personas; y de la agricultura, que registra 413 afiliados más que en enero de 2015.
Mientras, el paro registrado volvió a bajar en Canarias durante el mes de enero, concretamente un 0,6% mensual, con lo que anota un descenso interanual del 5,3%, 13.759 parados menos que en el mismo mes del año anterior.
Este dato continúa confirmando la trayectoria de recuperación que ha venido dibujándose en los meses anteriores, gracias sobre todo la fortaleza del sector turístico y la demanda interna que se erigen como los principales factores que dan continuidad al crecimiento de la economía de las islas.
En este sentido, los principales indicadores de actividad y demanda continúan avalando la buena evolución de la economía canaria.
Los datos de la principal actividad de Canarias, el turismo, continúa siendo objeto de un fuerte crecimiento. El número de visitantes extranjeros que llegaron a Canarias durante el mes de enero superó los 1,1 millones de turistas, un 8,1% más que en el mismo mes del año anterior, mientras que el total de visitantes alojados por los establecimientos turísticos en diciembre de 2015 crecen un 5,5% con respecto al año mismo mes del anterior, con lo que acumulan en el balance de 2015 un crecimiento del 9,0 por ciento.
Resulta reseñable, en relación con el número de visitantes alojados durante el pasado ejercicio, el crecimiento observado por el turismo nacional, que registra un crecimiento en el número de viajeros del 16,5%, recuperando así, parte del terreno perdido en los peores años de la crisis.
En términos de gasto turístico, el gasto total de los turistas internacionales que visitaron Canarias alcanzó los 12.859 millones de euros al cierre de 2015, lo que supone un incremento del 3,3% interanual.
En cuanto a los indicadores de demanda interna, el comercio minorista vuelve a crecer en diciembre un 4,9% interanual, mientras que la matriculación de vehículos prosigue su trayectoria marcadamente creciente al registrar en diciembre de 2015 un aumento de las ventas del 26,9% interanual, con lo que se acumula en el balance del ejercicio un crecimiento del 23,3% con respecto a 2014, destacando entre los canales de venta la evolución de los vehículos de uso empresarial, que crecen en el acumulado del ejercicio un 44,9 por ciento.
En materia de precios, el IPC en Canarias cierra el ejercicio con una tasa interanual del -0,7%, cuatro décimas más intenso que en el ámbito estatal, donde los precios descienden un 0,3 por ciento.
La evolución de la inflación ha seguido condicionada por la tendencia bajista que persiste en los mercados internacionales del petróleo, lo que sin duda resulta positivo para nuestro tejido productivo, que soporta menores niveles de inflación de naturaleza importada que, cuando se produce, resta competitividad a nuestros productos en el exterior.
En este sentido, hay que destacar que la inflación subyacente, que es aquella que descuenta el efecto sobre los precios de los componentes más volátiles de la inflación, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, continúa en terreno positivo, al observar un avance interanual del 0,5%, lo que resulta un síntoma más de la recuperación en la que se encuentra inmerso el consumo de las islas tras haberse consolidado la mejoría de la actividad y el empleo en nuestra región.
De cara a los próximos meses, y pendientes aún de que pueda resolverse el escenario de incertidumbre política tras las pasadas elecciones del 20 de diciembre, las perspectivas siguen siendo positivas, si bien resulta necesario disipar cuanto antes la incertidumbre, así como seguir profundizando en el proceso reformista iniciado en los años anteriores y acometer, como reclama el BCE, bajadas de impuestos y medidas que fomenten la inversión y el consumo privado, para sentar así las bases del crecimiento sostenido de Canarias y de España en los próximos ejercicios.