Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Diciembre de 2014
* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe diciembre 2014
Concluido ya el año 2014, y pendientes aún de la publicación de datos definitivos sobre la evolución de la economía española, los primeros avances apuntan a que la recuperación iniciada por nuestra economía en la segunda mitad de 2013 se ha ido consolidando durante el último ejercicio.
Esta trayectoria vuelve a confirmarse en los últimos informes económicos del Banco de España y el Servicio de Estudios del BBVA apuntando en ambos casos a que la economía española podría haber registrado un crecimiento intertrimestral del 0,6% – 0,7%, durante el cuarto trimestre del año, en un contexto de mejora de la demanda interna.
De cumplirse estos pronósticos, nuestra economía habría logrado encadenar ya seis trimestres consecutivos en positivo, y cerraría el conjunto del año 2014 con un avance del 1,4%, mejorando, así, en una décima las últimas previsiones manejadas hasta el momento por esta institución.
Dicha cifra de crecimiento coincide con las previsiones del FMI, que acaba de revisar al alza las estimaciones que había publicado durante el pasado mes de octubre, cuando confiaba en que nuestro país podría cerrar el presente ejercicio con un avance del 1,2 por ciento.
Aunque el dato oficial de crecimiento será publicado por el INE a finales de febrero, la información disponible hasta el momento con la que trabaja el Servicio de Estudios del Banco de España adelanta que prácticamente todos los agregados macroeconómicos de la economía española han experimentado un crecimiento, con la única excepción de la inversión en construcción que, no obstante, habría moderado su caída en algo más de seis puntos porcentuales, en comparación con el dato de 2013.
Estos datos constatan, asimismo, la recuperación de la demanda interna, que según los cálculos iniciales podría contribuir al crecimiento de nuestro PIB en 2,1 puntos porcentuales en el conjunto de 2014.
La mejora relativa que ha ido mostrando el empleo, la recuperación de la confianza empresarial y las condiciones financieras más favorables habrían animado, según apunta el Banco de España, a un avance tanto del consumo privado como de la demanda de inversión en bienes de equipos y activos inmateriales.
En cambio, la contribución de la demanda exterior tornará en negativo, y restará, según apunta el estudio, ocho décimas al crecimiento del PIB, debido al fuerte impulso de las importaciones, que podrían registrar un avance superior al 7%, en un contexto en el que las exportaciones también avanzarán, aunque a un ritmo más moderado y muy similar al que registraron durante 2013, cuando se apreció un crecimiento del 4,3 por ciento.
Para el ejercicio 2015, las previsiones apuntan a que las condiciones que han favorecido la demanda interna en nuestro país se mantengan, e incluso puedan adquirir un impulso mayor habida cuenta del efecto previsto en la renta de los hogares como consecuencia de la reforma fiscal, y del escenario financiero más favorable.
Bajo este panorama, las previsiones de crecimiento para 2015 tanto del Banco de España como del FMI se sitúan en el entorno del 2,0%, si bien, apuntan, este crecimiento estará condicionado por la evolución de la Zona Euro, que podría crecer apenas un 1,0% durante 2015.
Precisamente, del entorno europeo provienen los principales riesgos a la baja para nuestra economía, si bien los modelos de predicción del crecimiento confían en la confluencia de varios factores que podrían compensar el estancamiento en la zona.
De un lado, la evolución del tipo de cambio del euro, que facilitará las exportaciones, y de otro lado, el efecto esperado de las medidas de políticas monetarias que podrían adoptar un carácter más expansivo, tal y como ha anunciado el BCE, se alinearán con el impacto positivo sobre las balanzas comerciales derivados del fuerte abaratamiento que están experimentando los precios del petróleo en los mercados internacionales.
No en vano, la cotización del crudo tipo BRENT ha caído más de un 50% durante la segunda mitad de 2014, y se ha situado ya en el entorno de los 47 dólares por barril durante la primera quincena de enero.
En cualquier caso, la caída en el precio beneficia a los países con una posición eminentemente importadora en el mercado, entre ellos España, aunque su efecto cuantitativo en el PIB dependerá, no sólo de cuánto se abarate, sino de cuánto tiempo persista el petróleo en estos niveles de precios.
Las causas apuntan a que la caída de los precios obedece a un aumento de la oferta como consecuencia del incremento de la producción en EEUU y la relativa recuperación de mercados productores como Irán o Libia que, a diferencia de periodos anteriores, en esta ocasión no se está compensando con reducciones en la oferta de petróleo procedente de Arabia Saudí. Esta situación está repercutiendo en un abaratamiento de los precios del petróleo que, según se ha apuntado, podría mantenerse, al menos, durante los próximos trimestres.
Esta caída en el precio del crudo ya está afectando a la evolución de los precios de consumo, y si bien es cierto que durante 2014 la debilidad de la demanda interna ha situado la inflación en el área euro en niveles muy moderados, el abaratamiento de los combustibles y su persistencia en el corto y medio plazo, han obligado a rebajar aún más las expectativas de inflación que manejaba el Banco Central Europeo para 2015.
Según los últimos datos facilitados, los precios cayeron un 0,2% en 2014 en el conjunto de la zona euro, debido a la fuerte caída que experimentaron los precios relacionados con la energía, que se redujeron en un 6,3% en el conjunto del año.
En nuestro país, y por extensión, también en Canarias, la inflación también cerró el año en negativo, con caídas del 1,0% en el ámbito nacional, y del 1,1% en las Islas.
En ambos escenarios, los descensos más acusados se sucedieron en el grupo de “Comunicaciones”, con una caída relativa del 5,7%, debido principalmente a la bajada de precios en los equipos telefónicos e informáticos.
Por otro lado, la cotización del crudo en los mercados internacionales también ha repercutido en un abaratamiento de los precios de los productos energéticos, especialmente visible en la evolución del grupo especial “carburantes y combustibles”, que experimentan una caída interanual del 11,8% en el conjunto del país y del 7,4% en Canarias.
De esta manera, el precio de los bienes y servicios relacionados con el “Transporte” cerraban el año con un descenso interanual del 2,5% en las Islas, inferior, no obstante, a la caída que experimentó este mismo grupo en el contexto nacional donde se apreció un descenso del 5,5 por ciento.
Pese al descenso que han acusado los precios durante 2014, el consumo interno ha continuado consolidando de manera gradual la recuperación iniciada en el segundo semestre de 2013.
Así lo demuestran la evolución de indicadores clave para nuestra economía como son la entrada de turistas extranjeros, la evolución del comercio al por menor, la matriculación de vehículos nuevos, el volumen de tráfico portuario, o los indicadores relativos al mercado laboral.
En cuanto a la evolución del sector turístico, la llegada de visitantes extranjeros durante 2014 superó en un 8,7% el dato registrado el año anterior, rebasándose así los 11,5 millones de turistas foráneos.
Por otro lado, la cifra de negocios en el sector comercial mantiene la tendencia positiva emprendida desde julio de 2013, cerrando el pasado mes de noviembre con un nuevo avance interanual del 4,2%, el segundo mayor crecimiento de todo el país, sólo por detrás de Baleares.
Del mismo modo, el crecimiento de las ventas de vehículos nuevos también mantiene la tendencia positiva que, de manera ininterrumpida, viene registrando desde finales de 2013, mientras que el movimiento de mercancías del conjunto de los puertos estatales adscritos a la Autoridad Portuaria de Las Palmas ha vuelto a retomar valores positivos durante los últimos meses, cerrándose en términos acumulados hasta noviembre, con un avance relativo del 2,47 por ciento.
En este escenario, el desempleo en las Islas volvió a registrar un nuevo descenso, situándose el paro registrado en los 260.682 demandantes según los datos oficiales del Servicio Canario de Empleo.
Estos datos suponen que el desempleo en Canarias se haya reducido en 13.371 personas con respecto al año anterior, concentrándose dicha caída, principalmente, en torno a los servicios, donde se contabilizaron 6.403 desempleados menos; y en la construcción, donde se registran 6.823 parados menos que hace un año.
Además, el descenso contabilizado por el desempleo se corresponde con un aumento de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en las Islas.
Según los datos de afiliación, a finales de diciembre se encontraban en situación de alta 691.727 trabajadores, 25.045 trabajadores más que en el mismo mes del año anterior que se traduce en un crecimiento del empleo del 3,7 por ciento.
Las ramas donde se aprecia una mayor capacidad de crear empleo están encuadradas en los servicios, principalmente en la hostelería y en la actividad comercial, donde el número de trabajadores afiliados superaba el dato registrado a finales de 2013 en 9.400 trabajadores, de manera conjunta.
El sector turístico continúa desempeñando un papel protagonista en la recuperación del mercado laboral de las Islas. Se trata, además, de una actividad que, lejos dar muestras de agotamiento, mantiene aún un alto potencial para su desarrollo y su repercusión sobre el empleo.
En este sentido, y aunque la demanda interna en las Islas comienza a dar síntomas sólidos de recuperación, aún debemos redoblar esfuerzos que impulsen la inversión productiva en Canarias que sea capaz de generar empleo y afianzar así la fase de crecimiento.