La Formación Profesional Europea y las deficiencias históricas en España.

La Formación Profesional (en adelante FP) en España no ha contado con el suficiente prestigio en comparación con los estudios universitarios. En los años 90, el 36% del alumnado universitario habían finalizado los estudios superando la media de los países de la OCDE que se situaba en un 28%.

Estos datos supusieron un cambio educativo sin precedentes ya que hasta esta década, España se había caracterízado por un déficit de capital humano en todos los niveles educativos.

Se han venido dando tres modelos europeos de formación profesional que corresponden a Gran Bretaña, Francia y Alemania basados en su papel en la Revolución Industrial, mientras que en España la formación profesional ha sido percibida desde un punto de vista social, concebida como un elemento de compensación social, una visión que aún se mantiene.width=572

Así, mientras que en estos países de Europa se implantaba la FP como base de la capacitación de la fuerza de trabajo de la Revolución Industrial, en España la concentración y debilidad de estos inicios industriales no condujo a articular un modelo en este sentido.

La FP basada en un oficio suponía una acción de beneficencia que propició la idea social que se ha mantenido de la FP en España hasta hace pocos años, considerada como una educación para las clases más desfavorecidas, más que como una necesidad del sistema productivo para dotarse de mano de obra cualificada.

Esto explicaría, hoy en día, la diferencia manifestada en el gráfico siguiente, donde se duplica el número de alumnos que optan por realizar FP en el resto de Europa con respecto a España.

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Por ello, España se enfrenta al reto no sólo de darle un mayor prestigio a esta formación, sino además reorientarla para dotar al alumnado de una mayor capacitación y habilidad profesional, más cercana a las necesidades del mercado laboral.


¿Cuánto cuesta ser emprendedor? II. (Gastos derivados del establecimiento de un negocio).

Entre los gastos derivados de la gestión de un negocio, y continuando con la línea trazada tras la publicación del primer artículo de esta serie titulado 1. ¿Cuánto cuesta ser emprendedor?. Medidas de apoyo en los gastos laborales del trabajador autónomo,nos adentramos ahora en los que surgen en torno a crear un entorno físico en el que ubicar nuestra empresa y a las costas que ello conlleva

Inicialmente debemos empezar por preguntarnos cuáles son las necesidades reales de nuestra idea. Plantearnos desde a quién va dirigido nuestro producto/servicio hasta la visibilidad que este requiere.

De hecho, existen múltiples actividades comerciales en las que no es necesario poseer un lugar físico para poder trabajar. Negocios relacionados con entornos en los que se venden productos o servicios o incluso, o bien este lugar físico puede llegar a ser nuestro propio domicilio, lo que supone importantes ahorros en materia de alquileres, instalaciones, luz, o agua. Ejemplo de ello resultan actividades tales como servicios sanitarios de atención a domicilio, reparaciones varias (fontanería, informática, albañilería, mantenimiento en general, jardineros...), o transporte/envío de productos

Existen asimismo múltiples actividades que tan solo requieren de una pequeña inversión inicial, como pueden ser los trabajos informáticos, diseñadores, arquitectos, arreglos varios comunitarios (costureros o esteticista), por citar algunos. De hecho, este tipo de actividades, por lo general, no precisan indispensablemente de una visibilidad en calles comerciales y transitadas, por lo que podrían incluso estar ubicados en locales comerciales poco transitados, o en calles y barrios periféricos, donde se reducen notablemente los costes vinculados a la instalación en la se desarrolla la actividad.

 

La importancia de la inversión inicial. El local comercial

Si ya tenemos clara la necesidad de contar con un local comercial para llevar a cabo nuestra actividad, debemos tener en cuenta algunos condicionantes.

En este sentido, un factor especialmente relevante sería el grado de preparación previa con que cuenta el local en el que vamos a desarrollar nuestro proyecto. Así, por ejemplo, la apertura de un negocio de hostelería en un local en el que anteriormente no lo había requerirá de mayor inversión al deber adecuarlo para cumplir con la legislación vigente para negocios de esta naturaleza. En este caso se deben contemplar gastos derivados de las obras y acondicionamiento del local: extracción de humos, baños adaptados o la instalación de maquinaria industrial.

 

 

Gastos legales vinculados al local comercial:

Licencia de apertura (municipales) Se trata del gasto derivado de la tramitación para la apertura de un negocio. En el momento de buscar un local, nave u oficina para tu proyecto, debes tener presente su adecuación a los requisitos exigidos para el tipo de actividad que vas a desarrollar. Es muy importante que averigües esos requisitos antes de empezar la búsqueda para poder utilizarlos a modo de guía.

Conviene asegurarse de que el local cumple todas nuestras necesidades antes de cerrar la compra o alquiler. Compruébalo incluso si en el local ya se ejercía esa actividad. La normativa en ocasiones ha cambiado con respecto a locales con licencias de apertura antiguas y muchas veces no cumplen con la actual.

La licencia de apertura se divide esencialmente en dos tipos de gasto:

  • Las tasas impuestas por el Ayuntamiento: Actualmente exentas -de momento hasta 2015- en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.  Si su ubicación no se encuentra en este municipio, la tasa se aplicará en función de criterios como la relevancia comercial de la zona/calle, el tamaño del local y el tipo de actividad. Las tasas son mayores para actividades calificadas y cuanto más relevante sea una calle y más grande el local.
  • Proyecto técnico: el coste del proyecto dependerá de la complejidad que tenga y la minuta que estime el profesional que elijamos, pudiendo oscilar desde un mínimo de 400 hasta 1.500 euros para actividades inocuas. La cantidad puede ser notablemente superior si la actividad que desarrollemos sea clasificada.

Licencias de apertura clasificadas: son aquellas actividades cuyo desarrollo normal puede ocasionar molestias o riesgos a terceros. Estas actividades se encuentran incluidas o son susceptibles de inclusión en el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas.

 

Gastos inherentes a nuestro establecimiento

En esta etapa inicial del proyecto, conviene ser previsor y realizar una estimación previa de otros desembolsos que podríamos tener que acometer y ahorrarnos así sorpresas. Entre otros, ha de tenerse una estimación de los gastos derivados de nuestra actividad directamente relacionados con el local, como podrían ser luz, agua y teléfono, impuestos municipales o gastos de mantenimiento, entre otros.

Asimismo, debemos planificar la posibilidad de tener que desembolsar una fianza (acordada previamente en el contrato de arrendamiento). Esta suele suponer, como mínimo, el mismo importe de una mensualidad de alquiler, pero tampoco resulta extraño que alcance las tres o cuatro mensualidades, dependiendo del riesgo y magnitud del negocio.

 

Viveros de empresa

Existen opciones para reducir en el comienzo de tu actividad los costes fijos. Una manera de abaratarlos puede ser ubicando nuestra actividad empresarial en un vivero de empresa. A través de la red de viveros de la isla, el emprendedor podrá optar a un espacio físico, así como acceder a una serie de servicios adicionales que potencien el desarrollo de su proyecto.

Existen múltiples formas y modelos, pero en esencia, lo que se busca con esto es facilitar la consolidación de nuevos proyectos empresariales facilitando un alquiler a un precio inferior al de mercado y con unas condiciones óptimas para nuestra etapa más complicada: la implantación de nuestra marca.

En general, suelen estar destinados a despachos profesionales, aunque también hay viveros que dan opción a otro tipo de proyectos, como pueden ser talleres, almacenes o empresas relacionadas con mecánica y reparaciones.


La entrevista por competencias

Cada vez es más común que en los procesos de selección se realice algún tipo de prueba de evaluación de competencias, por lo que en este artículo describiremos las dos más frecuentes.

 Para detectar en un candidato si posee las competencias necesarias para un determinado puesto de trabajo, se pueden utilizar varios métodos. Dos de los más utilizados son: las pruebas grupales o situacionales, y la entrevista de incidentes críticos.

 Pruebas grupales o situacionales.

Simulan situaciones, actividades o problemas de trabajo en los que los aspirantes al puesto tienen que poner de manifiesto las competencias necesarias para afrontar de forma eficaz, eficiente y segura dicha situación, actividad o problema.

 De las técnicas grupales o situacionales más utilizadas destacamos las siguientes:

  • Role-playing: se prepara una situación en la que uno o más participantes representan personajes y aspectos de una actividad laboral, actuando según el papel que se les ha asignado. Con este tipo de prueba se pueden evaluar las competencias como orientación al cliente, comunicación, planificación y organización, entre otras.
  • Simulación de entrevista: ejercicio situacional en la que el participante mantiene una conversación con otra persona que adquiere el papel de subordinado, compañero o cliente. Evalúa sobre todo las competencias de comunicación y solución de problemas.
  • Discusión de grupo sin líder: se reúne un grupo de cuatro a ocho personas con objeto de analizar un problema y resolverlo en un período de tiempo determinado, normalmente una hora. Esta prueba es muy utilizada para detectar las competencias de liderazgo, delegación, planificación y organización y toma de decisiones.

Entrevista de incidentes críticos.

En este tipo de entrevistas se solicita al candidato que relate tres o cuatro situaciones profesionales en la que considere que ha tenido una actuación exitosa, y otras tres o cuatro situaciones en las que no tuvo los resultados esperados. Además se abordan otras situaciones específicas haciendo preguntas concretas. Veamos algunos ejemplos:

- Preguntas destinadas a detectar el trabajo en equipo:

¿Cuándo fue la última vez que tuvo que trabajar en equipo?, ¿Cuál era su posición en dicho equipo?, cuándo les surgió algún tipo de conflicto ¿de qué manera lo  solucionaron?, ¿Qué hizo usted?, ¿Cómo se sentía en el equipo?

- Preguntas destinadas a detectar la adaptabilidad:

¿Qué hace cuando tiene dificultades para resolver un problema?, cuando entra a trabajar en una empresa nueva, ¿Qué es lo que más le cuesta de inicio?, ¿Cómo reacciona ante una situación inesperada?

- Preguntas destinadas a detectar la atención al cliente:

Describa una situación en la que supo anticiparse y responder a las necesidades de un cliente explique algún problema que haya tenido alguna vez con un cliente y como lo resolvió.

Conclusiones.

Si vas a acudir a una entrevista, es conveniente buscar información sobre la empresa y el puesto de trabajo. Es habitual hoy día que las empresas en su página Web, por ejemplo, informen qué buscan en sus trabajadores, cuáles son sus valores y cultura empresarial.

Tanto si encuentras esta información, como si no, haz un autoanálisis y valora si posees esas competencias y valores, de manera que si las posees destácalo en la entrevista de selección. Si posees sólo algunas, o ninguna, utiliza la reformulación positiva, cambiando el enfoque de las carencias a los puntos fuertes, o intentando poner énfasis en otras competencias que sean interesantes para el puesto y que sí poseas. Si quieres profundizar en consejos para entrevistas, lee los artículos anteriores que hemos publicado.