El Gobierno de Canarias y AVALCANARIAS ponen en marcha una línea avales por 180 MM€

El
Gobierno de Canarias pone en marcha una línea de avales por un importe máximo
de hasta 180 millones de euros a través de la Sociedad AVALCANARIAS.

Se trata de una línea de préstamos ante las
entidades financieras en condiciones ventajosas, avalados al 100% por
AvalCanarias, y destinados a financiar las necesidades de circulante de las
micropymes y autónomos de Canarias.

La línea tiene dos tramos:

- Un 80% de la misma para préstamos de hasta
50.000€

- Un 20% de la misma para préstamos de hasta
100.000€

Los préstamos tendrán un plazo de 5 años,
incluyendo un primer año de carencia de amortización de capital, durante el
cual los titulares únicamente pagarán intereses. Se pueden incluir los costes
del aval en el importe a solicitar.

Toda la tramitación se
hará a través de la plataforma online de AvalCanarias: https://www.avalcanarias-online.es/

El tipo de interés oscilará entre Euribor + 1% hasta el Euríbor + 2,5% en
función de la entidad financiera con la que el prestatario cierre la operación
y se avalará el 100% del importe del préstamo.

Estas y el resto de las condiciones del aval e información complementaria puedes consultarla en el siguiente enlace:

/ccelpapre/wp-content/uploads/2020/06/Comunicacion-Linea-COVID-19-AVALCANARIAS.pdf


La construcción contiene la pérdida de empleo en Canarias durante el mes de mayo

  • El número de afiliados medios se redujo en 631 efectivos en las Islas (-0,08%), mientras que en el ámbito nacional creció en 97.462 personas (+0,53%).
  • En los últimos doce meses, la afiliación cayó en 50.929 trabajadores en el Archipiélago (-6,29%) y en 885.985 en el conjunto del Estado (-4,56%).
  • El paro registrado mantuvo la tendencia ascendente en Canarias y sumó 6.093 nuevos desempleados más que en el mes de abril (+2,39%), y 55.033 desempleados más que en mayo de 2019 (+26,71%).

Los datos de afiliación media a la Seguridad Social publicados durante la mañana de hoy muestran que las Islas han continuado perdiendo empleo, aunque de manera más moderada.

En el mes de mayo, el empleo se redujo en 631 efectivos en comparación con el mes anterior, un descenso relativo del 0,08% que sitúa el número medio de afiliados en las Islas en 758.715 personas.

Estos datos contrastan con el resultado observado en el conjunto del país, donde comienzan a darse cifras positivas, aunque muy débiles, con un aumento de la afiliación media de 97.462 empleados, lo que vuelve a dar muestra de la mayor sensibilidad que continúa mostrando el Archipiélago a los efectos de la pandemia y la pérdida de actividad.

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La caída de la afiliación se reflejó en todos los
sectores de actividad, a excepción de la construcción, donde se apreció un
incremento de 2.144 efectivos durante el mes de mayo.

Pese a este incremento, la pérdida de empleo que
continúa acusando el resto de los sectores, y de manera especialmente intensa
al conjunto de los servicios donde se perdieron 2.475 afiliados, sobre todo en
la actividad comercial (-953 personas), en ”Educación” (-695 trabajadores) y en
las “Actividades administrativas” (-445 empleos).

El empleo también se redujo en la agricultura, en la
que se apreciaron 262 trabajadores menos que en abril; y en el sector
industrial, la cifra de afiliación retrocedió en 38 inscritos, en comparación
con el dato del mes precedente.

En términos interanuales, la cifra de afiliados medios en Canarias se mantuvo en
la senda negativa, con 50.929 efectivos menos que en el mismo mes del ejercicio
anterior, destacando la caída de 41.221 empleos que han experimentado el
conjunto de los servicios, la mayor parte de ellos en la “Hostelería” (-14.127
afiliados), el comercio (-9.296 personas) y las “Actividades administrativas”
(-6.891 efectivos).

El resto de los sectores también acusaron caídas interanuales en la afiliación media, apuntándose un importante decrecimiento de 6.703 afiliados en la construcción; tras el que se situaron el sector industrial, donde el número de afiliados se contrajo en 2.223 personas; y la agricultura, con 782 efectivos menos que en mayo de 2019.

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Por otro lado, los datos de paro registrado, publicados también durante esta mañana, ponen de relieve que el desempleo en las Islas continúa acusando el impacto del COVID-19 sobre la actividad, y anota un nuevo incremento mensual del 2,39%, sumando así, 6.093 parados más que en abril, con lo que contabiliza, al término del mes de mayo, un total de 261.074 personas en situación de desempleo.

En el conjunto nacional, el paro también aumentó aunque de manera más moderada, con un crecimiento del 0,69%, lo que supone 26.573 demandantes más que en abril, hasta alcanzar un total de 3.857.775 desempleados.

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En el último año, el paro registrado en el
Archipiélago aumentó en 55.033 personas, lo que implica un ascenso del 26,71% si
lo comparamos con el dato correspondiente al mismo mes del año anterior.

Por sectores, los datos mensuales revelan que el paro repuntó, principalmente, en los servicios, en los que se anotó un alza de 5.905 desempleados (+2,99%); y, en menor medida, en el sector agrario, con 220 demandantes adicionales (+4,32%), y en la industria, en la que se apreciaron 139 parados más que en abril (+1,41%); mientras que, por el contrario, la construcción anotó un descenso del paro cifrado en 908 personas (-3,44%).

Por su parte, el colectivo “Sin empleo anterior” también vio aumentar su cifra de desempleo en 737 inscritos con respecto el mes de abril (+4,52%).

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En los últimos
doce meses
, el conjunto de los servicios también anotó el incremento más
destacado, con 46.796 demandantes adicionales (+29,90%).

A continuación, se situó la construcción, que observó un
avance interanual de 5.656 desempleados (+28,55%); al tiempo que la industria y
la agricultura evidenciaron sendos incrementos de 2.180 parados (+27,95%) en el
primer caso; y de 503 (+10,47%) en el segundo.

En cambio, el colectivo “Sin empleo anterior” apuntó un retroceso de 102 demandantes (-0,60%).

A la luz de estas cifras, se observa que los efectos de la pandemia sobre la economía y el empleo continúan notándose en Canarias con una mayor intensidad que en el conjunto del Estado, por lo que se hace preciso impulsar el reinicio de la actividad económica y apoyar la reactivación de todos los sectores, además de seguir dotando al mercado laboral de la flexibilidad interna que este requiere para afrontar su recuperación.


Se sientan las bases para definir los instrumentos de apoyo a los países europeos para la lucha contra el impacto del COVID-19 sobre la economía y el empleo

ANTECEDENTES:


El jueves 9 de abril, el Consejo Europeo anunció la movilización de un paquete de medidas aprobado por el Eurogrupo, por un importe de 540.000 millones de euros en forma de préstamos, y adelantó la puesta en marcha de un fondo de recuperación para la reactivación económica de la zona una vez se supere la crisis sanitaria derivada de la pandemia.

El objetivo sería que estos 540.000 M€ se dispusieran de manera inmediata para proteger a los países, los trabajadores y las empresas de la UE, suponiendo:

  • la movilización de unos 240.000 M€ procedentes del MEDE (el fondo europeo de rescate) a través de líneas de crédito para los Estados miembros,
  • otros 200.000 M€ canalizados por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para aportar liquidez a las grandes empresas y las pymes,
  • y 100.000 M€ procedentes del SURE, el fondo especial propuesto por la Comisión Europea para luchar contra el desempleo.

En los últimos días se han producido importantes avances en cuanto a los tres instrumentos en forma de préstamos preferentes acordados a principios de abril por el Consejo Europeo (el MEDE, los préstamos a través del BEI y el programa para la lucha contra el desempleo SURE); además del Fondo de recuperación para la reactivación económica de la zona una vez se supere la crisis sanitaria.

AVANCES COMUNICADOS EN LA DEFINICIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE APOYO.
Fondo Europeo de Rescate (MEDE)

En la tarde del 8 de mayo, los Ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) rubricaron un acuerdo sobre las características y las condiciones que tendrá el Fondo Europeo de Rescate (MEDE), que a falta tan solo de ser aprobado por la Junta de Gobierno del Mecanismo Europeo de Estabilidad, supondría movilizar unos 240.000 millones de euros en forma de préstamos preferentes.

En un comunicado posterior emitido por el Eurogrupo, se confirmó la propuesta inicial de que cada uno de los países que lo soliciten podrán hacerlo hasta el 2,0% de su PIB, lo que en el caso de España implicaría poder solicitar hasta unos 25.000 M€ aproximadamente.

Del mismo modo, también se confirmó que la concesión de esta línea de crédito no exigirá la obligación de acometer reformas estructurales ni ninguna otra contraprestación, siendo las condiciones para su devolución especialmente favorables (a un tipo de interés del 0,115% y con un vencimiento de 10 años); si bien condicionado a que su uso sea destinado exclusivamente para financiar los costes sanitarios derivados del COVID-19, tanto directos como indirectos.

Según fue recogido también en el comunicado, el acceso al MEDE estará operativo para su aplicación a partir del próximo 1 de junio y disponible para ser solicitado hasta el próximo 31 de diciembre de 2022, contemplándose la posibilidad de ampliar su plazo en el caso de ser necesario.

FONDO SURE para el desempleo

En la mañana del 20 de mayo, ha sido publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el Reglamento (UE) 2020/672 del Consejo de 19 de mayo de 2020 relativo a la creación de un instrumento europeo de apoyo temporal para atenuar los riesgos de desempleo en una emergencia (SURE) a raíz del brote de COVID‐19, lo que supone la puesta a disposición de los países europeos de un fondo temporal de 100.000 millones de euros que podrán ser utilizados para financiar los sistemas nacionales de protección de empleo en el contexto de la pandemia.

De este modo, los Estados Miembros de la UE (salvo al Reino Unido, que se le excluye expresamente en el Reglamento) podrán sufragar los gastos contraídos dentro de sus propios programas para amortiguar los efectos del COVID-19 sobre el empleo, como es por ejemplo el caso de los ERTE en España tras la publicación del Real Decreto Ley 8/2020, de 17 de marzo, siempre que su gasto público real se haya visto incrementado de forma repentina a partir del 1 de febrero de 2020, por efecto del COVID-19.

Según se recoge en el Reglamento, la asistencia financiera adoptará la forma de un préstamo concedido por la Unión al Estado miembro, y sus características serán las acordadas previamente a la concesión por las dos partes, ofreciéndose además la posibilidad de poder ser refinanciados total o parcialmente, reestructuradas posteriormente sus condiciones o establecerse mejoras del tipo de interés, cuando las circunstancias lo permitan y a petición del Estado miembro beneficiario.

El instrumento podrá solicitarse hasta el 31 de diciembre de 2022 y solo estará disponible una vez que todos los Estados hayan contribuido a la constitución del fondo por un importe que alcance como mínimo el 25% del total del fondo, esto es, 25.000 millones euros en aportaciones de todos los países. La contribución de cada país al fondo será en función de la participación que ostente sobre la Renta Nacional Bruta del conjunto de la Unión.

Fondo Europeo de Reconstrucción

Por otro lado, durante los últimos días también se han producido avances al respecto del futuro Fondo de Reconstrucción europeo anunciado por el Consejo Europeo el pasado 9 de abril, y sobre el que el Parlamento Europeo ha estado debatiendo durante las últimas semanas.

En este sentido, Alemania y Francia han alcanzado recientemente un acuerdo para el diseño de dicho fondo, que estaría dotado con 500.000 millones de euros, financiados dentro del próximo presupuesto plurianual de la UE y que podrían tomar la forma de subvenciones a fondo perdido y no de créditos preferentes como si ocurre en los otros instrumentos, aunque esta opción todavía no ha sido confirmada.

Los recursos obtenidos se transferirían a los estados miembros más afectados por la crisis, mutualizando de este modo los costes de la deuda de forma solidaria entre los diferentes países que conforman la UE, y haciendo un especial énfasis en aquellos proyectos que estén destinados a acelerar las transiciones ecológica y digital.

Asimismo, en la propuesta de Alemania y Francia para la configuración de este fondo se recogen medidas de carácter fiscal y que plantean incrementar la recaudación de la UE mediante la creación de un canon digital y el establecimiento de una base imponible común en el Impuesto sobre Sociedades, con el objetivo de elevar el lado de los ingresos de los presupuestos europeos.

El texto presentado por estos dos países todavía debe ser aprobado por unanimidad entre los 27 estados miembros de la UE, y será puesto a consideración del Consejo Europeo probablemente el próximo 27 de mayo, debiendo ser tenida en cuenta que la respuesta inicial sobre sus contenidos está siendo muy discutida por países como Austria, los Países Bajos o Dinamarca, cuya postura oficial sigue siendo la de que estas ayudas sean concedidas a través de préstamos y no de subvenciones.

Por último, destacar que la creación de este fondo se enmarca como el eje principal dentro de una iniciativa de mayor envergadura con la que la UE pretende hacer frente a la recuperación desde tres perspectivas.

En primer lugar, desarrollar una Estrategia de Salud, para reducir la dependencia de suministros médicos de otras zonas geográficas y evitar situaciones de desabastecimiento en productos claves como ha ocurrido en la pandemia actual, así como potenciar la investigación médica europea para ser capaces de desarrollar nuevas vacunas y tratamientos. En segundo lugar, avanzar en los proyectos recogidos dentro del conocido como el Green Deal o Pacto Verde europeo y acelerar la digitalización del área. Y, en tercer lugar, dar un nuevo impulso al Mercado Único Europeo al tiempo
que se rediseña una estrategia industrial que aumente la soberanía económica e industrial de la UE.

FUENTE:
DOUE y Gabinete de prensa del Consejo Europeo y de la Comisión Europea


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Abril de 2020

* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe abril 2020

Los datos más recientes apuntan a que la actividad económica mundial ha experimentado una fuerte caída debido a los efectos del COVID-19 y las medidas de contención adoptadas en prácticamente todos los países del Globo, en un contexto en el que no ha existido homogeneidad en cuanto a los criterios sanitarios y económicos empleados en la toma decisiones para hacer frente a la emergencia sanitaria.

Países como China o las principales economías europeas ya han comenzado a aplicar procesos de desconfinamiento, e inician una primera fase de reconstrucción con ritmos de actividad aún muy limitados debido a las necesarias precauciones que aún deben aplicarse para evitar posibles repuntes de la pandemia, y que, sin duda, retrasará la recuperación económica.

En lo referente a los mercados financieros, la estabilización del número de contagios del coronavirus y las medidas de desescalada parecen haber conferido algo de confianza en los inversores, aunque estas primeras señales iniciales de optimismo se han visto rápidamente rebajadas por el temor a un aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, tras las últimas declaraciones del Presidente de EEUU que apuntan a nuevos aranceles.

Por otro lado, en cuanto a las materias primas, se prevé que a medida que se vaya recuperando la actividad productiva, pueda ir despejándose la incertidumbre que desde el comienzo de la pandemia ha llevado a reducido los precios de las principales materias primas, especialmente en el caso del petróleo que, a finales de abril llegó a situarse en torno a los 5 dólares por barril de Brent, aunque ya en el mes de mayo, ha comenzado a apreciar repuntes que han situado la cotización durante las primeras semanas sobre los 28 dólares/barril.

En este escenario, la Comisión Europea acaba de publicar su Informe de Previsiones de Primavera, en el que indica que el PIB mundial se reducirá un 3,5% al cierre del presente ejercicio, una tendencia que sería más acusada en buena parte de la economías avanzadas del mundo, especialmente en el conjunto del Área del euro donde se prevé una caída del PIB del 7,7%, como consecuencia de la fuerte contracción prevista en economías como Italia o España, donde se prevé descensos del 9,5% y del 9,4%, respectivamente.

En sus primeras estimaciones, la Comisión Europea alerta que la recuperación económica tras la pandemia no estará exenta de incertidumbre y riesgos bajistas, y que, en todo caso, será asimétrica entre los distintos países.
En este sentido, es importante destacar que el impacto del COVID-19 no ha tenido la misma intensidad en todos los lugares, ni tampoco se han tomado las mismas medidas de contención, tanto en términos sanitarios como económicos.

Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha aplicado medidas económicas de gran contundencia que podrían superar los 2,5 billones de dólares entre medidas fiscales, avales y otras inyecciones de liquidez, en un contexto en el que el empleo se ha visto afectado con una gran intensidad.
Así, se estima que el PIB estadounidense habría caído en el primer periodo del año un 1,2% trimestral, al tiempo que se prevé que la caída en el segundo trimestre será más intensa, dado que recogerá el efecto de la paralización de la actividad desde el mes de abril.

Por otra parte, en China, el descenso del PIB en el primer trimestre del ejercicio se habría situado en un 9,8% trimestral, siendo este el lugar donde apareció el primer caso de coronavirus y en el que antes se adoptaron medidas para su contención. Las medidas de confinamiento se han ido suavizando con el fin de reactivar la economía, y la producción y el consumo han comenzado a mostrar señales de recuperación, aunque a un nivel más lento del esperado.

En lo que concierne a la Eurozona, el desplome de la actividad ha llevado al PIB del área a experimentar un descenso trimestral del 3,8% en el primer trimestre, aunque, al igual que en el caso estadounidense, se espera que los resultados del segundo periodo del año sean más desfavorables. Las medidas de estímulo aprobadas han sido de distinta intensidad, según el país, dado que no todos tienen el mismo margen de actuación, en términos fiscales.

En este ámbito, tras las últimas reuniones del Eurogrupo, se ha anunciado que los recursos del MEDE ya estarán operativos y a disposición de los miembros de la Eurozona a partir del día 1 de junio, en forma de préstamos a un tipo de interés del 0,115% y con un vencimiento de 10 años.
Estos préstamos estarán limitados a financiar los costes directos e indirectos en el ámbito sanitario, con una cuantía máxima del 2% del PIB del país solicitante, lo que permitiría a España acceder a 25.000 millones de euros.

En el seno del Eurogrupo, también se acordó la puesta en marcha del programa SURE, para la financiación de los costes derivados de las medidas de regulación temporal de empleo (ERTEs), a falta todavía de completar su proceso de tramitación; y se informó de que la Comisión Europea presentará a finales del mes de mayo su propuesta para el fondo de recuperación de la pandemia.

Por su parte, el Banco Central Europeo prepara nuevos estímulos monetarios, a través de la mejora de las condiciones de su programa de financiación a largo plazo, conocido por las siglas TLTRO III, entre los meses de junio de 2020 y junio de 2021; al tiempo que ha anunciado una nueva serie de operaciones de financiación a plazo más largo frente a la pandemia (PELTRO), para apoyar la liquidez del sistema financiero de la Eurozona.

En otro orden de asuntos, la reanudación de las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido para establecer el acuerdo comercial que rija su relación al término del periodo transitorio, ha traído un nuevo traspiés en las conversaciones, bloqueadas, en este caso, por la falta de consenso en materia pesquera y en el establecimiento de las condiciones básicas que permitan garantizar una competencia económica abierta y leal.

En lo que respecta a la economía española, a finales de abril se conocieron los datos de avance de la Contabilidad Nacional Trimestral, correspondientes al primer trimestre del ejercicio, en los que se pone de manifiesto la intensa minoración que han experimentado el consumo de los hogares (-7,5%), la inversión (-5,3%) y el sector exterior, especialmente el gasto de los no residentes, que habría caído en un 18,6%, lo que da una primera medida aproximada del impacto de la pandemia sobre los ingresos de la actividad turística.

Bajo estas condiciones, el PIB del conjunto del país experimentó una caída del 5,2% durante el primer trimestre del año, y como cabía esperar, las ramas más castigadas han sido la actividad comercial, el transporte y la hostelería, que, en conjunto, habrían observado una minoración del 10,9%; al tiempo que el VAB de la construcción también habría descendido de forma destacada (-8,1%).

En términos interanuales, la contracción del PIB español se habría situado en un 4,1 por ciento.

En este contexto, como ya hemos indicado, la Comisión Europea prevé que el PIB español registrará una disminución del 9,4% en el conjunto del año 2020, y superará la caída prevista para el conjunto del Área del euro en 1,7 puntos (-7,7%), debido al parón de la práctica totalidad de la actividad económica derivado de las fuertes medidas de confinamiento adoptadas en respuesta a la pandemia, augurando efectos negativos sobre el empleo y un aumento considerable del déficit público, que podría situarse en el 10,1% al cierre del año, tan solo superado por el que se espera que alcance Italia que superará el 11 por ciento.

Asimismo, se espera que las actividades productivas reinicien la recuperación a medida que comiencen a retirarse las restricciones aprobadas durante el Estado de Alarma, si bien, lo harán a distinto ritmo que impedirá a la economía recuperar el terreno perdido no antes de 2021.

En cuanto al mercado laboral, las cifras de afiliación a la seguridad Social a último día del mes de abril muestran que continuó destruyéndose empleo, aunque a un ritmo menor, apuntando 49.074 efectivos menos que en marzo (-0,3%); mientras que el paro registrado sigue aumentando a una velocidad elevada, con 282.891 desempleados más que el mes anterior (+7,97%).

En lo concerniente a la economía canaria, las principales cifras siguen mostrando que las Islas sufren con una mayor intensidad el impacto de la crisis sanitaria y económica, dada su mayor sensibilidad ante la paralización de las actividades relacionadas con la hostelería, el comercio, o el transporte.

En este sentido, los datos de la Contabilidad Trimestral de Canarias ponen de relieve que el PIB del Archipiélago habría registrado una caída trimestral del 6,6% durante el primer trimestre de 2020, lo que supone una caída de 1,4 puntos por encima de la registrada por el conjunto del país (-5,2%), destacando, sobre todo, la caída del 6,9% en los servicios y del 6,4% en la construcción; al tiempo que la agricultura y la industria también vieron reducir el valor de su producción un 4,4% y un 2,3% trimestral, en cada caso.

En comparación con el mismo trimestre del año precedente, el retroceso del PIB en Canarias se sitúa en un 5,9%, 1,8 puntos más que en el ámbito nacional (-4,1%).

El empleo sigue arrojando cifras negativas, registrando a último día del mes de abril una disminución de 11.494 afiliados a la Seguridad Social, un 1,5% menos que en marzo, concentrándose la caída, principalmente en los servicios (-10.904 efectivos), especialmente, en ramas como el “Comercio” (-2.827 personas), las “Actividades administrativas” (-1.540 trabajadores) y la “Hostelería” (-1.307 afiliados), en un contexto en el que la Construcción apuntó un alza de 329 nuevas altas en comparación con el mes de marzo, fruto de la tenue reanudación de la actividad del sector durante el mes de abril.

El paro registrado continúa ofreciendo en Canarias peores resultados que a nivel nacional, anotando un aumento del 12,01% (+27.347 desempleados).
En este sentido cabe destacar que los ERTEs han constituido una herramienta esencial para mantener el empleo durante el periodo de inactividad, tramitándose hasta el pasado 9 de mayo (datos provisionales) 28.264 expedientes, que afectan a un total de 203.758 trabajadores en las Islas, lo que supone más del 26% de los trabajadores afiliados en Canarias.

Desde el inicio del estado de alarma, las ramas más afectadas por el frenazo de la actividad han sido la “Hostelería” y el “Comercio”, que, en conjunto, han concentrado el 56,7% de los ERTEs solicitados, debido a su mayor interrelación con el turismo y el consumo.

En este sentido, el parón del sector turístico, como consecuencia de la pandemia y las medidas para su contención, también puede observarse si analizamos la llegada de turistas extranjeros a Canarias entre los meses de enero y abril, que han acumulado un total de 2,8 millones de visitantes, 2,1 millones menos que en los cuatro primeros meses de 2019 (-43,0%).

En materia de precios, el estancamiento del consumo ha llevado al IPC a mantenerse en valores moderados durante el mes de abril, anotando un leve incremento del 0,4% mensual en las Islas, si bien, en términos acumulados la inflación aún se mantiene en valores negativos con una caída del 0,2 por ciento en los cuatro primeros meses del año.

El contexto actual, en el que pese al inicio de la desescalada la actividad económica aún permanece estancada, precisa de la aplicación de medidas de apoyo en el ámbito de todos los sectores económicos, que aseguren la supervivencia de nuestro tejido productivo y le permitan iniciar la recuperación con todas las garantías, hasta retomar la senda del crecimiento.

Para ello, es importante, de un lado, mantener y agilizar el acceso a la liquidez a las empresas y autónomos en estas circunstancias adversas, y, de otro, mantener las medidas de flexibilidad interna en el mercado laboral como los ERTEs que han evitado la destrucción de empleo, adecuándolas a un ritmo de reactivación de la economía que será lento y gradual, y prolongarlas, al menos, hasta el mes de diciembre de 2020.

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Los precios suben en Canarias un 0,4% durante el pasado mes de abril

  • A escala nacional, el IPC anota un aumento del 0,3%, una décima menos que en las Islas.
  • En términos interanuales, los precios en Canarias también se incrementaron un 0,4%, mientras que en el conjunto del país se redujeron un 0,7 por ciento.
  • La inflación subyacente creció un 1,1% mensual en Canarias y en el total nacional.

Antes de comenzar con nuestro
análisis del IPC, se debe indicar que el INE ha informado que los datos del mes
de abril han sido recopilados mediante una nueva metodología específica, como
respuesta a las dificultades encontradas en el muestreo tras la declaración del
estado de alarma y las medidas de confinamiento en nuestro país, en especial en
la recopilación de precios de servicios no disponibles para el consumo como
determinados servicios de hostelería, servicios de alojamiento, ocio y otros.

Sentada esta premisa, los datos
publicados en la mañana de hoy por el INE, indican que el IPC en el Archipiélago aumentó un 0,4% durante el pasado mes de abril, una
décima más que en el conjunto del país, donde los precios se elevaron un 0,3%
en el último mes, confirmando así el estancamiento que todavía continúa
afectando a la demanda interna.

El tímido avance observado durante
el mes de abril responde, principalmente, al incremento que experimentó el
grupo “Vestido y calzado” cifrado en un 11,7% en las Islas, 1,4 puntos por
encima de lo que lo hizo a escala nacional (+10,4%).

El resto de los grupos de bienes y
servicios que conforman el índice mostraron avances muy moderados o caídas en
los precios.

Este es el caso del grupo
“Transporte” que durante el pasado mes de abril volvió a registrar un nuevo
descenso en Canarias, cifrado, en esta ocasión, en un 1,6 por ciento, frente al
descenso del 3,3% que mostró este mismo grupo en el conjunto nacional, en un
contexto que sigue condicionado por la evolución a la baja del grupo especial
“Carburantes y combustibles”, que se redujo en ambos territorios, aunque con un
carácter mucho más contenido en las Islas (-4,7%) que en el total nacional
(-7,6%).

También descendieron los precios de
los bienes y los servicios relacionados con la “Vivienda, agua, electricidad,
gas y otros combustibles”, con una disminución del 1,3%, por el nuevo
abaratamiento de la electricidad en el último mes (-4,7%); seguido de los
grupos “Comunicaciones” y “Bebidas alcohólicas y tabaco”, cuyos precios
registraron una disminución del 0,2%, en ambos casos.

En cuanto al resto de los grupos que conforman el Índice General de Precios en Canarias, estos registraron aumentos muy moderados o permanecieron invariables, siendo a destacar el crecimiento observado en “Ocio y cultura” (+1,0%); en “Muebles y artículos del hogar” (+0,7%), y en “Restaurantes y hoteles” (+0,5%).

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Con respecto al dato de hace un año, el IPC anotó
también un incremento del 0,4% en las Islas
, y en sentido contrario al
comportamiento observado en el ámbito nacional, donde los precios se redujeron
un 0,7 por ciento.

Este comportamiento diferenciado respondió principalmente a la evolución del grupo “Transporte”, cuyos precios en Canarias se redujeron con mucha menor intensidad (-0,2%) que en la media nacional (-6,8%), debido a que al igual que en la comparativa mensual, los “Carburantes y los combustibles” también se redujeron con un carácter mucho más moderado en las Islas (-3,1%) que en el total nacional (-16,2%).

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Atendiendo al resto de grupos, destacó
el aumento contabilizado por “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, que se
incrementaron con respecto a abril de 2019 un 2,9% en Canarias y un 4,0% en el
conjunto del Estado.

En cambio, descendieron los precios
en el grupo de servicios relacionados con “Vivienda, agua, electricidad, gas y
otros combustibles”, con una caída interanual del 4,6%, debido al descenso del
17,1% del subgrupo “Electricidad, gas y otros combustibles”.

En este contexto, la inflación
acumulada permanece por cuarto mes consecutivo en terreno negativo, cifrando un
retroceso hasta abril del 0,2% en las Islas y del 1,2% en el conjunto del país.

Por su parte, la inflación subyacente, que descuenta el efecto sobre los precios de los componentes más volátiles, estos son, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, contabilizó en el Archipiélago un incremento del 1,1% mensual, y acumula una avance de 0,5% en lo que va de año.

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Los datos de abril muestran una fuerte destrucción de empleo y un incremento del paro en Canarias

  • La afiliación media a la Seguridad Social en las Islas desciende un 4,87% mensual (38.831 trabajadores menos), y un 6,27% interanual (50.776 afiliados menos), hasta situarse en los 759.346 afiliados.
  • El paro registrado en el Archipiélago experimenta un ascenso mensual del 12,01% (27.347 parados más), mientras que en el conjunto del país se incrementa un 7,97% (282.621 desempleados adicionales).
  • En términos interanuales, el paro aumentó en Canarias a razón de un 22,81%, 47.367 desempleados más que en abril de 2019.

Como se esperaba, los datos publicados en
la mañana de hoy por la Seguridad Social apuntan a una caída de la afiliación media en Canarias, que
registra un retroceso con respecto al
pasado mes de marzo del 4,87%,
esto es, 38.831 trabajadores menos inscritos
en el Sistema que en el mes anterior, y 20.753 afiliados en la provincia de Las
Palmas.

Aunque estos datos se publican en términos
de media mensual, y por tanto se incorporan en la comparación los datos de
afiliación que se registraba durante la primera mitad del mes marzo, lo cierto
es que estas cifras evidencian una caída más acusada del empleo en Canarias que
la registrada en el contexto nacional, donde la afiliación se redujo un 2,88%, equivalente
a 548.083 afiliados menos, en términos medios.

De este modo, Canarias se sitúa como la
región que más empleo destruyó durante el último mes, seguida de Andalucía,
cuya afiliación media se contrajo un 4,0% (123.259 trabajadores menos) y por la
Comunidad Valenciana, que lo hizo en un 3,82% (72.416 afiliados menos),
mientras que el resto de comunidades cifraron caídas inferiores al 3,0 por
ciento.

Diferenciando por sectores, todas las actividades productivas habrían destruido empleo durante el pasado mes de abril, si bien resultó especialmente intenso en los servicios, donde se concentró aproximadamente el 82,0% de la caída de la afiliación, con 31.653 afiliados menos, especialmente en las ramas de la “Hostelería” (-10.760 trabajadores menos) y del “Comercio” (-6.404 efectivos menos), seguidos por la Construcción (-4.912 empleados menos) y las “Actividades administrativas y de servicios auxiliares” (-4.192 individuos menos).

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Con respecto al dato de abril de 2019, Canarias anotó un descenso de la afiliación media del 6,27%, que se traduce, en términos absolutos, en 50.776 efectivos menos en situación de alta laboral en el Archipiélago, hasta los 759.346 trabajadores.

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Estos resultados se produjeron en un
contexto en el que, según los últimos datos publicados por el Servicio Público
de Empleo Estatal, el paro registrado en
Canarias habría contabilizado un notorio incremento del 12,01% mensual
(27.347
desempleados más que en marzo) y del
22,81% interanual
(47.363 demandantes más).

De este modo, el número de parados en Canarias se sitúa al cierre del
mes de abril en las 254.981 personas en situación de desempleo.

Sectores

Por sectores, el aumento mensual más destacado del paro se registró en el conjunto de los servicios, con un incremento de 22.549 parados (+12,90%), seguido por la construcción, que se elevó en 2.941 desempleados (+12,55%), la industria, que lo hizo en 981 efectivos (+11,07%) y la agricultura, cuyo desempleo se incrementó en 465 parados (+10,06%). Del mismo modo, el colectivo “Sin Empleo Anterior” observó un repunte de 411 inscritos más como demandantes de empleo (+2,59%) con respecto al pasado mes de marzo.

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En términos interanuales, el paro
registrado también se incrementó de forma destacada en los servicios, anotando 40.148
desempleados más que en abril del ejercicio precedente (-25,53%) y en la
construcción, con 5.920 parados adicionales (-28,94%).

A estos ascensos le siguieron los contabilizados
por la industria, donde se registraron 1.901 efectivos más en situación de
desempleo (-23,94%); y por la agricultura, que observó un aumento de 423
demandantes (-9,07%). Por el contrario, el colectivo “Sin Empleo Anterior” experimentó
un descenso de  1.029 parados (+1,61%)
con respecto al dato del mismo mes del año anterior.

En cuanto a la afiliación a la Seguridad
Social, los datos correspondientes a la media del mes de abril muestran un significativo
retroceso mensual en Canarias de 38.831 efectivos (-4,87%), que se fundamentó,
principalmente, en el sector de los servicios, que se redujeron en el último
mes en 31.653 trabajadores menos, debido, principalmente, al descenso observado
por la “Hostelería”, con 10.760 afiliaciones menos que en marzo y el
“Comercio”, que redujo su afiliación media en 6.404 afiliados menos.

Del mismo modo, la construcción también
redujo de manera notable su dato de afiliación en el último mes, con 4.912
trabajadores menos, la industria lo hizo en 1.309 afiliados y la agricultura en
957 efectivos menos con respecto al dato de marzo.

En comparación a hace un año, la caída de la afiliación media en las Islas también se fundamentó especialmente en la evolución de los servicios, apreciándose un destacado retroceso de 40.057 afiliados (-5,80%), sobre todo en la “Hostelería”, donde se observan 10.575 afiliaciones menos, en la actividad comercial, con 8.357 afiliaciones menos que en abril de 2019, y en las “actividades administrativas y de servicios auxiliares”, con 6.929 trabajadores menos que hace un año.

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MAPFRE ofrece a la CCE el servicio Savia

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El empleo cae en Canarias durante el primer trimestre del año, aunque las cifras no recogen el impacto real del Covid-19

  • Los resultados de la EPA del IT solo incorporan el efecto de la declaración del estado de alarma de las dos últimas semanas de marzo.
  • La ocupación se redujo en las Islas en 10.100 empleos en el periodo analizado, mientras que en los últimos doce meses aumentó en 37.700 trabajadores.
  • La tasa de paro se situó en el 18,79%, prácticamente la misma que en el trimestre previo.

Los datos de la EPA publicadas en el día de hoy estiman una caída del empleo de 10.100 trabajadores en Canarias durante el primer trimestre de 2020, lo que supone un descenso trimestral del 1,07 por ciento.

El descenso
del empleo se sucede en un contexto en el que también desciende la población
activa, que se ha visto aminorada en 12.200 personas.

Como
consecuencia, la población parada en las Islas se habría visto reducida en
2.100 desempleados, lo que implica un descenso relativo del 0,97 por ciento, y
la tasa de paro se ha situado en el 18,79%, muy similar a la estimada durante el trimestre
anterior.

En el conjunto del país, el empleo también se redujo en el periodo de referencia, y lo hizo con una intensidad superior, al anotar una contracción del 1,43%, lo que supuso 285.600 ocupados menos.

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En lo que se refiere a la naturaleza de la situación profesional de la población ocupada, se aprecia que el descenso del empleo en Canarias durante el primer trimestre se produjo, casi en su totalidad, en el sector privado, con 21.300 trabajadores menos que en el periodo inmediatamente anterior, frente a la disminución de 700 empleos registrada pos el sector público; en un escenario en el que, por el contrario, los trabajadores por cuenta propia aumentaron en 11.900 personas.

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Por su
parte, la población parada en el Archipiélago contabilizó un total de 215.300 desempleados,
lo que implica una reducción de 2.100 personas (-0,97%), en relación con el
trimestre anterior. En cuanto a la tasa de paro, esta se situó en el 18,79%,
0,01 puntos por encima de la estimada durante el trimestre anterior, debido a
que los activos cayeron (-12.200 personas; -1,05%) con mayor intensidad que los
parados.

Estos datos
deben tomarse con cautela, habida cuenta de que la EPA sigue considerando a los
trabajadores afectados por ERTEs dentro de la población ocupada, por lo que no
se refleja de forma precisa el efecto real de la pandemia sobre el empleo de la
segunda quincena del mes de marzo.

Otra de las
cuestiones metodológicas que afectan a la interpretación de los resultados
publicados hoy por el INE es el hecho de que puede haber desempleados que hayan
pasado a engrosar parte de la población inactiva, debido a la aplicación de los
criterios de clasificación que emplea el INE.

Para que el
INE califique a un trabajador como desempleado éste debe, además de no tener
empleo, haber estado en búsqueda activa de empleo y tener disponibilidad de
trabajar.

A raíz de la
declaración del estado de alarma, y según contempla el propio INE, muchos
trabajadores que hayan perdido su empleo no pueden utilizar ningún método de
búsqueda por estar cerradas las empresas que podrían contratarles o
imposibilitados de ejercer su actividad como autónomos o que no puedan
incorporarse a un hipotético trabajo por tener que permanecer en casa cuidando
de las personas dependientes de la familia (niños, ancianos, personas con
discapacidad, etc.).

A
este respecto, las personas en situación de desempleo que no cumplen con la
definición de parado del INE pasarían a contar como población inactiva, y en el
caso de Canarias, los inactivos se incrementaron en 19.700 personas durante el
primer trimestre del año.

Retomando
los datos de la EPA publicados en el día de hoy, y si comparamos los datos con
los estimados hace un año, el empleo ascendió en Canarias en 37.700
trabajadores (+4,22%)
.
El conjunto nacional también mostró un resultado positivo en términos
interanuales, con un repunte del empleo de 210.200 ocupados (+1,08%), con
respecto a los estimados en idéntico trimestre del ejercicio precedente.

Desde
este mismo enfoque, el número de parados en Canarias disminuyó en 22.400 personas,
lo que, en términos relativos, equivale a un decrecimiento del 9,42 por ciento.

Por otro lado, resulta de interés reseñar el comportamiento diferenciado que apreció el mercado laboral canario en términos provinciales, dado que en Las Palmas se observó un ascenso interanual de 44.700 empleos (+10,06%), mientras que en Santa Cruz de Tenerife se evidenció una caída de 6.900 ocupados (-1,54%). La población parada se contrajo en 29.800 personas (-22,41%) en las islas orientales; al contrario que en la provincia más occidental, donde el desempleo creció en 7.400 parados (+7,07%).

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Sectores

Si estudiamos la evolución de los
datos de empleo por sectores de actividad en
términos trimestrales
, se observa que el retroceso del empleo se localizó,
sobre todo, en los servicios, con 7.400 ocupados menos que en el cuarto
trimestre de 2019 (-0,90%), especialmente, en las “Actividades artísticas,
recreativas y de entretenimiento” (-7.800 trabajadores) y en las “Actividades
profesionales, administrativas y servicios auxiliares” (-3.800 ocupados).

En el mismo sentido, el sector agrario apuntó 3.000 empleos menos (-10,60%), al tiempo que la construcción anotó un descenso de 100 trabajadores (-0,20%), con respecto al trimestre anterior. En cambio, en sector industrial experimentó un alza trimestral de 400 ocupados (+1,07%).

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En
términos interanuales
,
las estimaciones de la EPA indican que el empleo creció de forma destacada en
los servicios, donde se habrían registrado 38.500 ocupados más (+4,94%); y en
menor medida, en la construcción y la agricultura, con 1.300 (+2,71%) y 900
(+3,69%) trabajadores adicionales, respectivamente.

Por el contrario, en la industria se apuntó
una minoración interanual de 2.900 ocupados (-7,11%).


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Marzo de 2020

* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe marzo 2020

La economía internacional se enfrenta a un
desafío común para la mayor parte de los países, sobre todo los más afectados
por el COVID-19.

Con grandes partidas de recursos dedicados a
financiar la lucha en el terreno sanitario, lo que resulta básico, en la otra
parte del tablero se encara la necesidad de medir y, sobre todo, aplicar
aquellas estrategias que sirvan de soporte vital al tejido productivo y al
empleo de los países, ya no solo para mantenerlo vivo durante la vigencia de
las medidas de confinamiento adoptadas en la mayoría de los lugares afectados,
sino para garantizar, en la medida de lo posible, una buena base que permita
una pronta recuperación de la actividad económica cuando se disipe la
emergencia sanitaria.

En esta línea, el FMI ha estimado que la economía
mundial registrará una caída del 3,0% en 2020, si bien, prevé, como escenario
más favorable, que si la pandemia logra superarse en la segunda mitad del
ejercicio y se va recuperando gradualmente el nivel de actividad, el PIB mundial
retomaría la senda positiva, observando un rebote del 5,8% en 2021.

Por su parte, la Organización Mundial del
Comercio (OMC) ha estimado que el comercio mundial se reducirá entre un 13% y
un 32% durante 2020, dependiendo de la intensidad y la duración de la crisis
sanitaria.

Por otro lado, el mercado de materias primas
permanece inmerso en un mar de incertidumbre, debido al parón de la actividad y
a la caída de los precios, especialmente en lo referente al petróleo. En este
último caso, el reciente acuerdo entre los principales productores
internacionales de crudo para reducir la producción diaria en 9,7 millones de
barriles debería situar los precios en un rango de mayor estabilidad, tras
continuar su desplome durante los primeros días de abril, en los que la
cotización del Brent llegó a situarse en valores cercanos a los 11 dólares por
unidad.

Esto debería afectar de forma positiva a los
mercados financieros, que tras haber descrito una tendencia errática, con
numerosos altibajos derivados de la alta volatilidad que ha impuesto el
panorama actual, se prevé que se estabilicen en cierta medida, debido a las
medidas de contención del coronavirus anunciadas en numerosos países, tanto de
carácter monetario como fiscal, y es que tras los instrumentos anunciados en
primera instancia por las principales autoridades monetarias, las medidas
fiscales han tomado el testigo en la mayoría de las economías, especialmente en
las avanzadas, anunciando medidas de estímulo y de liquidez con las que se
pretende contener la demanda a corto y medio plazo.

En este sentido, en Estados Unidos se
aprobó la aplicación de un paquete económico sin precedentes, que podría
situarse sobre los 2 billones de dólares, que abarcaría desde préstamos, avales
y subsidios a empresas, hasta pagos directos a los ciudadanos, entre otras
medidas para reforzar el sistema sanitario y la cobertura del seguro por
desempleo, en un contexto en el que las solicitudes en esta materia se han
situado en máximos históricos, debido a la destrucción masiva de empleo.

En el caso de China, la reacción del
Gobierno ha sido más moderada, reduciendo las cotizaciones a cargo de las
empresas y la tributación sobre el consumo, aminorando las tarifas eléctricas,
además de conceder subsidios a las empresas para fomentar al mantenimiento del
empleo.

En lo que concierne a la Zona del Euro, el
Eurogrupo finalmente alcanzó un acuerdo sobre las medidas para hacer frente a
los efectos del COVID-19 que supondrá la movilización de unos 500.000 millones
de euros.

En primer lugar, el Mecanismo Europeo de
Estabilidad (MEDE) dará acceso a 200.000 millones de euros, sin condiciones,
como solicitaban España e Italia, siempre que los fondos sean destinados a la
lucha contra la pandemia. En segundo lugar, otra partida de 200.000 millones de
euros irá a cargo del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y se dedicará a dar
apoyo a grandes empresas y pymes. Por último, se aprobó la propuesta de la
Comisión Europea sobre el Instrumento de Apoyo Temporal para Mitigar los
Riesgos de Desempleo en una Emergencia (SURE), que supondrá una ayuda
financiera por valor de 100.000 millones de euros, en forma de préstamos a los
Estados miembros en condiciones favorables para sufragar los costes
directamente relacionados con la creación o la ampliación de los regímenes
nacionales de reducción del tiempo de trabajo (como es el caso de los ERTES), y
que quedará suspendido una vez sea superada la emergencia sanitaria.

En cambio, no se han logrado avances en el
objetivo de la mutualización de la deuda pública asumida por los Estados para
luchar contra el coronavirus a través de la emisión de bonos, y aunque sí se
indicó que se trabajará en la creación de un fondo de recuperación que refuerce
la reactivación de la economía, todavía no se conocen ni los mecanismos, ni los
instrumentos financieros que podrán ser utilizados, únicamente ha trascendido
que será temporal, específico y limitado.

Por lo que respecta a España, se está
demorando la puesta en funcionamiento de algunas de las medidas aprobadas para
hacer frente a la emergencia sanitaria, aunque recientemente se ha activado el
segundo tramo de 20.000 millones de euros de la línea de avales anunciada por
el Ejecutivo, con lo que ya se habrían puesto a disposición de las empresas,
pymes y autónomos ayudas por valor de 40.000 millones de euros.

La paralización de la actividad económica tendrá
consecuencias para nuestro país, y supondrá un shock para el crecimiento
económico, tal y como sugiere la previsión del FMI, que estima que la economía
española entrará en recesión, con una notable caída del PIB del 8,0% al cierre
del presente ejercicio, aunque podría volver a valores positivos en 2021, con
un alza del 4,3%, si las condiciones de recuperación son las más favorables.

En esta misma línea, CEOE también prevé un decrecimiento
de la economía española que podría situarse en un intervalo de entre un 5% y un
9%, en función de si el escenario resulta más favorable, con una recuperación
relativamente rápida y minimizando la intensidad de la caída de la actividad; o
si, en cambio, el contexto resulta más adverso, y finalmente se produce un
parón más profundo de la actividad económica y la reactivación resulta más
lenta.

De cualquier forma, según estima CEOE, la gran
cantidad de medidas para paliar los efectos del coronavirus podría elevar el
gasto público en más de 25.000 millones de euros, al tiempo que los ingresos
del Estado se reducirían entre un 8% y un 15%, dado el fuerte descenso de la
actividad, con lo que el déficit podría alcanzar el 7,5% del PIB y superar
incluso los 100.000 millones de euros durante este año.

En el mercado laboral, tal y como resultaba
previsible, los datos de afiliación a último día del mes de marzo ya recogen el
fuerte impacto del COVID-19, y corrigen las cifras medias publicadas a
principios de abril, situando la pérdida de empleo en 833.979 efectivos con
respecto al mes anterior (-4,3%), la mayor caída de la serie histórica; al
tiempo que el paro registrado apreció un aumento de 302.265 personas (+9,31%).

Los efectos de la pandemia están siendo más
acusados en Canarias, dada la importancia que representan actividades
como el turismo en nuestra economía, que, además, se han visto especialmente
mermadas por las restricciones que se han aplicado a la actividad productiva,
en respuesta a la emergencia sanitaria.

Sin ninguna duda, estas limitaciones decretadas
están teniendo efectos profundos sobre nuestro tejido productivo, tal como
muestra la caída del 60,7% mensual en la entrada de turistas desde el
extranjero en marzo, o la caída del 57,1% que acusó la matriculación de
vehículos.

En este sentido, el Gobierno de Canarias ha
estimado, en el peor de los escenarios, que el PIB del Archipiélago podría
experimentar una caída histórica del 23%, si el sector turístico permanece
“cerrado” hasta el mes de septiembre y comienza a iniciarse la actividad
durante octubre. Asimismo, también prevén un escenario más favorable en el que
la actividad turística arrancaría parcialmente desde el mes de julio,
atendiendo viajeros locales, aumentando gradualmente las operaciones a partir
de octubre, conforme las condiciones sanitarias se normalicen y se recupere la
conectividad aérea. Aún en este escenario, la caída prevista en PIB seguiría
siendo elevada y se situaría en torno a un 20% en 2020.

Las especiales características de Canarias como
región ultraperiférica alejada del continente que, aún en fases favorables del
ciclo económico, siempre condicionan nuestra economía, en momentos como los
actuales añaden aún más barreras a la recuperación de nuestra región, por lo
que debe reclamarse medidas diferenciadas que contemplen la situación
específica de Canarias, y tengan una especial sensibilidad con el sector
turístico en las Islas, dado que se trata de uno de los principales motores de
nuestra economía.

En términos de empleo, el Archipiélago cerró el
mes de marzo con un descenso de 53.511 afiliados a la Seguridad Social, una
caída relativa del 6,5% mensual, por encima de la media nacional cifrada en un
4,3 por ciento.

La caída del empleo se concentró, sobre todo en
la “Hostelería”, en la que se registró una fuerte pérdida cifrada en 19.117
trabajadores; así como en la actividad comercial (7.331 afiliados menos), en
“Construcción” donde se perdieron 6.773 empleos.

En cuanto a la cifra de paro, el dato de marzo
también advierte un incremento más intenso que en el conjunto del país, del
orden del 9,53%, 19.797 desempleados más que en el mes de febrero.

La fuerte caída del empleo podría incluso haber
sido más elevada, y en este sentido la figura del ERTE está desempeñando un
papel clave en la gestión de la pandemia, al dotar de cierta flexibilidad al
mercado laboral.

En este escenario, los datos más recientes de
regulación temporal de empleo en Canarias, aún de carácter provisional, indican
que hasta el pasado 10 de abril se habían presentado 26.267 solicitudes ante la
autoridad laboral (2.024 de reducción y 25.529 de suspensión) que afectan a
195.183 trabajadores, un 25,5% del total de trabajadores afiliados en las
Islas, lo que resulta muy indicativo del efecto que supone para el Archipiélago
la paralización de la actividad económica.

La mayor parte de los expedientes, un 58,1% han
sido solicitados por empresas de la “Hostelería” y del “Comercio”, las más
vinculadas a la actividad turística y al consumo; mientras que también resulta
de interés que aproximadamente un 75% de las empresas solicitantes (19.448
entidades) tienen entre 1 y 5 trabajadores, lo que ilustra la necesidad
inaplazable de que las medidas de apoyo y ayuda a las pymes se hagan efectivas
cuanto antes.

Con respecto a la recaudación tributaria, los
datos más recientes, publicados por la Administración Tributaria Canaria,
evidencian que la recaudación líquida acumulada por el Bloque de Financiación
Canario (compuesto por el IGIC, el AIEM y el Impuesto sobre la Matriculación)
en los tres primeros meses del año ha caído en 52,97 millones de euros en
comparación con el mismo periodo de 2019 (-11%), pese al incremento de medio
punto que se aplicó al tipo de gravamen general del IGIC (hasta el 7%) desde el
pasado 1 de enero.

Dado que el plazo de las liquidaciones del primer
trimestre del año se ha ampliado hasta el mes de junio, los datos de
recaudación de los próximos meses continuarán arrojando cifras negativas,
debido a que solo incluirán en concepto de IGIC, la parte correspondiente a las
empresas o profesionales que están obligados a presentar autoliquidaciones
mensuales; y porque las cifras ya comenzarán a mostrar el impacto real de la
pérdida de actividad de estos meses.

La caída de la recaudación y la contención de los
precios de consumo que acaba de publicar el INE en el que pone de manifiesto
que la inflación en Canarias registró una variación nula durante el pasado mes
de marzo, y acumula una caída del 0,6% en los tres primeros meses del año
evidencian que el consumo en el Archipiélago ya venía dando muestras de
debilidad que, con el impacto de la pandemia, no harán más que agravarse.

El impacto final que pueda suponer la
interrupción de la actividad económica y social para contrarrestar los efectos
de la emergencia sanitaria tendrá un notable impacto en la economía las Islas y
de todo el territorio nacional, lo que otorga un rol esencial a las medidas que
se apliquen por parte del Gobierno en materia fiscal, económica y laboral, que
siempre deben ir encaminadas a disipar la incertidumbre y a asegurar la
pervivencia de las empresas y el empleo.

La situación actual requiere
una intervención precisa que permita una rápida recuperación cuando se supere
la pandemia, por lo que resulta necesario implementar medidas y herramientas
que permitan un desahogo financiero a las empresas y autónomos, respetando
siempre los cauces del diálogo social.

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El impacto del Covid-19 agudiza la fragilidad del consumo durante el mes de marzo con reflejo en la inflación

  • El IPC anota una tasa de variación nula en las Islas durante el pasado mes de marzo.
  • A escala nacional, los precios se redujeron un 0,4 por ciento.
  • La inflación subyacente creció un ligero 0,4% mensual en Canarias y un 0,5% en el total nacional.

En línea con lo esperado, los datos
publicados en la mañana de hoy por el INE, ponen de manifiesto los primeros
efectos que la pandemia y las medidas de confinamiento están suponiendo sobre
el consumo en Canarias, que ha agudizado la debilidad que ya venía mostrando
durante los últimos meses.

Según el INE, el IPC en el Archipiélago ha experimentado una
variación nula durante el pasado mes de marzo,
mientras que en el conjunto
del país han intensificado la trayectoria decreciente del mes anterior, con un
descenso del 0,4% en el último mes.

Diferenciando por grupos, cabe
destacar el comportamiento observado por los “Transportes” durante marzo, que
han registrado un retroceso mensual del 1,4% en Canarias y del 3,1% en el
territorio nacional, en un contexto condicionado por la evolución del grupo
especial “Carburantes y combustibles”, que se redujo en ambos territorios,
aunque con un carácter mucho más contenido en las Islas (-3,0%) que en el
conjunto nacional (-6,6%).

Podemos relacionar esta caída de
precios con el fuerte descenso que mostró el precio internacional del petróleo
durante los primeros meses de 2020, que llegó a caer un 70,9% entre los meses
de enero y marzo, y que ya se sitúa en las primeras semanas de abril en el
mínimo histórico de 18,72 $/barril, lo que responde tanto a perturbaciones de demanda por
la rápida propagación de Covid-19 y la paralización de la actividad, y shocks
de oferta debido a la guerra de precios librada entre Arabia Saudí y Rusia.

También descendieron los precios de
los bienes y servicios relacionados con la “Vivienda, agua, electricidad, gas y
otros combustibles”, con una disminución del 1,4%, por el nuevo abaratamiento
de la electricidad en el último mes (-4,6%); seguido de los grupos “Ocio y
Cultura” y “Restaurantes y Hoteles”, cuyos precios en Canarias continuaron la
tendencia descendente de meses anteriores, registrando en esta ocasión
disminuciones en precios del 0,5% y el 0,1%, respectivamente.

En el lado opuesto, destacó el
aumento de los precios del grupo “Vestido y Calzado”, que se incrementaron un
6,5%; seguido de las “Comunicaciones”, donde se constató un aumento del 1,2%
mensual, y el grupo “Bebidas alcohólicas y tabaco, que registró un nuevo repunte
del orden del 1,0%, como consecuencia del encarecimiento que continúa
protagonizando el tabaco en las Islas.

El resto de los grupos que conforman el Índice General de Precios han experimentado variaciones positivas -aunque muy débiles- o han permanecido invariables.

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En este contexto, con respecto al
dato de hace un año
, el IPC anotó un moderado incremento
del 0,8% en las Islas
, tres décimas menos que en febrero (+1,1%), mientras
que en el ámbito nacional registraron una tasa de variación nula.

Desde esta perspectiva, es a destacar
el encarecimiento experimentado por el grupo “Transporte” en el Archipiélago,
cifrado en un 1,9% -por el ascenso del 1,7% interanual de “Carburantes y
combustibles”-; que se produjo en contraposición con el retroceso observado por
este mismo grupo en el conjunto del país, donde se redujo un 2,4%, influido por
la notable caída de los “Carburantes y combustibles” en este ámbito (-8,0%).

En el sentido opuesto, los precios
del grupo “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” evidenciaron
una caída interanual del 3,1%, debido al descenso del 12,8% del subgrupo
“Electricidad, gas y otros combustibles”.

Por su parte, la inflación subyacente, que descuenta el efecto sobre los precios de los componentes más volátiles, estos son, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, contabilizó en el Archipiélago un incremento del 0,4% mensual, y del 0,5% interanual.

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Análisis de los grupos del IPC

En términos mensuales, se
evidenciaron caídas de los precios en los grupos “Transporte” (-1,4%), “Vivienda,
agua, electricidad, gas y otros combustibles” (-1,4%), “Ocio y cultura” (-0,5%),
y “Restaurantes y hoteles” (-0,1%)

Por el contrario, el índice general
de precios apreció aumentos mensuales en “Vestido y calzado” (+6,5%),
“Comunicaciones” (+1,2%), Bebidas alcohólicas y tabaco” (+1,0%), “Alimentos y
bebidas no alcohólicas” (+0,2%) y “Muebles, artículos del hogar y artículos
para el mantenimiento corriente del hogar” (+0,1%); mientras que los grupos
“Enseñanza”, “Otros bienes y servicios” y “Sanidad” observaron una variación
mensual nula.

En comparación con el dato de hace
doce meses
, se apuntaron crecimientos de precios en “Alimentos y bebidas no
alcohólicas” (+2,7%), “Bebidas alcohólicas y tabaco” (+2,5%) “Transporte” (+1,9%),
“Restaurantes y hoteles” (+1,3%), “Otros bienes y servicios” (+1,5%), “Vestido
y calzado” (+1,1%), “Comunicaciones” (+0,7%) “Sanidad” (+0,5%), “Muebles,
artículos del hogar y artículos para el mantenimiento corriente del hogar” (+0,3%),
y “Enseñanza” (+0,1%).

No obstante, se constataron descensos en los grupos “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-3,1%) y “Ocio y cultura” (-1,4%)

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