La importancia de hacer un plan de empresa

La mayor parte de los emprendedores, en el momento de constituir su empresa, no son conscientes de la vital importancia que puede llegar a tener el realizar o no un plan de negocio. La falta de tiempo o el desconocimiento, pueden llevar al promotor de una actividad empresarial a dar algún paso sin haberse tomado con la necesaria importancia la planificación de su actividad.

Un plan de empresa es mucho más que un documento en donde se indica que clase de actividad económica se desea acometer. Se trata de plasmar una previsión, lo más fidedigna posible, que nos ayude a saber qué pautas debe seguir nuestra empresa si queremos que sea viable y duradera en el tiempo. Elaborar un plan te ayudará a poner en orden tus ideas. También permitirá descubrir posibles debilidades y proponer las alternativas más adecuadas para solucionarlas.

Además, se trata de una herramienta que puede resultarnos muy beneficiosa por diferentes motivos:

En el momento de buscar financiación podremos utilizarlo como tarjeta de presentación. Le podemos sacar partido presentándolo en las diferentes entidades bancarias o en sociedades inversoras privadas. Estas instituciones toman muy en cuenta el plan de empresa, utilizándolo para estudiar la posible solvencia que puede llegar a tener una empresa o el margen de riesgo con el que cuentan en el momento de realizar el préstamo.

  • Cuando nos sentemos a negociar con diferentes proveedores conviene tener presente una previsión del nivel de gastos e ingresos de nuestro proyecto. Con lo que podemos conocer las necesidades de aprovisionamiento que tendremos.

Este tipo de informes pueden ser redactados y orientados de diferente forma dependiendo del tipo de actividad en la que nos vamos a adentrar o a quién queremos presentárselo. Pero antes, debemos presentar unos aspectos mínimos que serán las bases en las que se asiente la exposición de nuestra idea.

Entre estos puntos esenciales, se podría hacer una pequeña clasificación de lo que es necesario tener en cuenta en el momento de plasmar un correcto plan de empresa:

  1. Objetivos. Definir con claridad los objetivos y metas que nos marquemos. Ya sean a corto, medio o largo plazo.
  2.  Análisis del Mercado. Consideraciones en el entorno del negocio, demanda potencial, análisis de la competencia, políticas de precios, mercado objetivo para los productos y servicios del negocio.
  3. Estrategia de Negocios. Realizar un estudio de hacia dónde queremos dirigir nuestro negocio. A quién le ofreceremos el producto/servicio. Qué y cómo nos ofertaremos. El método FODA  es una herramienta ideal para este punto.
  4. Estructura de la Empresa. Describir con nitidez como se dirigirá la empresa. Se deben asignar las funciones de cada trabajador, definiendo claramente las políticas de recursos humanos que se llevaran a cabo, teniendo en cuenta el nivel de autoridad y responsabilidad.
  5. Análisis Financiero. Debemos plasmar con claridad el presupuesto necesario para arrancar, el balance financiero, proyecciones de ventas y de gastos, y otros.
  6. Resumen Ejecutivo. Éste parte del informe que debe contener todos los puntos anteriores, descritos de tal manera que pueda ser utilizado para mostrar el proyecto y tramitar solicitudes de financiamiento. Este resumen no debería ser mayor a una página.

En el momento de estudiar la viabilidad de un proyecto, debemos de tener presente el riesgo que pueda conllevar, realizando una correcta evaluación, previniendo así los posibles conflictos que puedan surgir. Para ello existe la clasificación de riesgos, en la que destacamos:

R. por sector: que factores externos e independientes de la gestión del emprendedor pueden influir directa o indirectamente en el logro de los objetivos y estrategias. Ejemplo: aparición de nuevos mercados.

R. operativos: están relacionados con la habilidad del emprendedor para convertir las actuaciones elegidas en planes concretos, ajustando los recursos disponibles. Ejemplo: elevado coste de las acciones.

R. tecnológico: las inversiones necesarias para el desarrollo tecnológico especializado en cada caso, o bien la compra de estos activos. Ejemplo: baja presencia tecnológica en la empresa.

R. por los competidores: el tamaño, la capacidad financiera y operativa de los agentes de un sector determinan el grado de rivalidad existente y establece las “reglas de juego”. Ejemplo: competencia especializada.

R. derivados de proveedores: las variaciones en el precio y condiciones de compra y aprovisionamientos de las materias primas y productos semielaborados. Ejemplo: incremento en el poder de negociación de los proveedores.

R. por clientes: el riesgo puede proceder de cambios en sus gustos y necesidades, de generar presiones a la baja en los precios o de dilatar el periodo de pago entre otros. Ejemplo: cambios sociales y demográficos, estacionalidad o disminución de la demanda.

R. financiero: hace referencia a la incertidumbre asociada a la gestión efectiva y al control de las finanzas que lleve a cabo el emprendedor, así como a los efectos de factores externos como la disponibilidad de crédito, tipos de cambio, movimientos de los tipos de interés, etc. Ejemplo: incapacidad financiera a largo plazo, exposición a cambios en el tipo de interés, entre otros.

El análisis de los riesgos determinará cuáles son los factores de riesgo que potencialmente tendrían un mayor efecto sobre nuestro proyecto y, por lo tanto, deben ser gestionados por el emprendedor con especial atención.

En definitiva, el plan de negocios es una herramienta indispensable, que nos ayuda, a nosotros mismos y a nuestros socios, a definir mejor nuestra idea de negocio, marcar nuestros objetivos de forma clara, y obtener a una visión real de cómo debe ser nuestra actividad para conseguir beneficios.

Desde el Servicio Integral de Empleo (SIE) de la Confederación Canaria de Empresarios ofrecemos, de manera gratuita, asesoramiento para la elaboración de planes de empresa, planes de viabilidad u otras cuestiones relacionadas con la viabilidad de su proyecto.

Recuerda, debes elaborar tu plan de la forma más realista posible, teniendo los pies en el suelo. Y no olvides comenzar con tus proyectos lleno de entusiasmo, optimismo y visualizando un futuro negocio como una opción de éxito.


Nuevos yacimientos de empleo I. Introducción

En la búsqueda de empleo es necesario conocer el mercado laboral y saber, según nuestro perfil profesional, donde podremos tener más posibilidades de éxito en esta ardua tarea.

El objetivo de este artículo es que, aquellas personas que buscan trabajo, o que quieran recualificarse en una nueva profesión, conozcan aquellas actividades económicas que generan empleo.

¿Qué son los Nuevos Yacimientos de Empleo?

Los Nuevos Yacimientos de Empleo (NYE) son todas aquellas actividades laborales que surgen como consecuencia de los cambios sociales y tecnológicos, y que generan nuevas demandas que necesitan ser cubiertas. Estas actividades tienen un alto potencial de creación de empleo ya que suelen ser sectores que están poco cubiertos por el mercado, ya sea por formar parte de las nuevas necesidades de la sociedad, o por las dificultades para su desarrollo.

El concepto de Nuevos Yacimientos de Empleo aparece por primera vez en 1993, en el documento de la Comisión Europea “Crecimiento, competitividad y empleo. Retos y pistas para entrar en el siglo XXI”, conocido como el Libro Blanco de Delors. Desde entonces, los Nuevos Yacimientos de Empleo han formado parte de las políticas y programas de empleo de todos los países de la Unión Europea, y han ido transformándose según ha evolucionado la sociedad.

Los Nuevos Yacimientos de Empleo se clasifican en cuatro grandes servicios, en los que se engloban 19 ámbitos de actividad ocupacional claves para el  desarrollo económico y generadores del empleo.

  • Servicios de la vida diaria: Servicios a domicilio, atención a la infancia, nuevas tecnologías de la información y la comunicación y ayuda a los jóvenes con dificultades, servicios de mediación y asesoramiento en la resolución de conflictos.
  • Servicios para la mejora de la calidad de vida: Mejora de la vivienda, seguridad y prevención de riesgos laborales, transportes colectivos locales, aprovechamiento y revalorización de los espacios públicos urbanos y comercios de proximidad.
  • Servicios culturales y de ocio: Turismo, sector audiovisual, patrimonio cultural, desarrollo cultural local y deporte.
  • Servicios medioambientales: Gestión y tratamiento de residuos, gestión del agua, gestión de la energía, energías alternativas, protección y mantenimiento de áreas naturales y reglamentación y control de la contaminación e instalaciones correspondientes.

¿Cuáles son los sectores emergentes con más salida profesional?.

De los yacimientos de empleo comentados en los párrafos anteriores, se encuentran los nuevos sectores de actividad que están surgiendo por las transformaciones que está sufriendo el mercado laboral.

Entre esos cambios destacan algunos que todos podemos comprobar a primera vista: la reducción de costes para hacer frente a la nueva situación, el envejecimiento de la población; la incorporación de más mujeres al mercado de trabajo; la toma de conciencia de nuevos problemas en el ámbito empresarial; el avance y uso masivo de las nuevas tecnologías de la información, el deterioro del medio ambiente o el creciente interés por el ocio o la cultura.

Pasamos a enumerar estos nuevos sectores con mayor potencial en el mercado laboral.

Medio ambiente y energías renovables.

Las profesiones relacionadas con las nuevas energías renovables tienen cada vez más futuro. Se necesitarán cada vez más ingenieros, expertos en residuos y reciclaje, expertos y mecánicos en motores híbridos y eléctricos; y técnicos en energías renovables.

Por otro lado, la conservación de los espacios naturales está dejando de ser acometida exclusivamente desde la Administración puesto que, en momentos de crisis, sus recursos son limitados. Es por esto que ha comenzado a surgir empresas que ofrecen este tipo de servicios.

Nuevas tecnologías.

Este es el sector con mayor potencial de empleo. El avance de las nuevas tecnologías y su incorporación al mundo empresarial y a todos los aspectos de nuestra vida han hecho que aumente la oferta en expertos en redes sociales, telecomunicaciones, internet e informática.

Hoy día un buen negocio está en internet, cada vez más empresas tienen presencia en las redes sociales, y las Startups – empresas de nueva creación con un perfil de riesgo/recompensa – son el futuro.

Adaptación de las empresas al nuevo entorno.

Las empresas se han tenido que adaptar a los continuos cambios en el mercado, por lo que necesitan otro tipo de profesional con un alto conocimiento de las nuevas tecnologías, idiomas y una ágil capacidad de resolución de conflictos.

Turismo.

El turismo es una de las principales fuentes de ingresos a nivel insular y nacional; aparte de ser un sector en auge, aún en momentos de crisis.

Se están produciendo nuevas demandas que crean puestos de trabajo. Ejemplo de esto es el turismo especializado: salud, aventura, cruceros, golf o rural. En relación con este último por ejemplo,  el programa europeo LEADER, destinado a la recuperación y promoción de hoteles familiares y los alojamientos rurales, ha contribuido notablemente al relativo “boom” de esta alternativa turística.

Además es un sector que comprende un buen número de actividades, tales como las de alojamientos, restauración, administración, limpieza, transporte, viajes, etc.

Atención a la Infancia y a Mayores.

El envejecimiento de la población y la incorporación de la mujer al trabajo son los motores que han activado este sector laboral: asistencia en tareas domésticas, cuidado de ancianos, entrega de comidas y mercancías a domicilio, cuidado de niños, guarderías, escuelas infantiles y actividades extraescolares.

Por otro lado, la elevada tasa de jóvenes desempleados y las políticas dirigidas a paliar esta situación, fomentan la puesta en marcha de proyectos que aumentan la demanda de profesiones relativas a la inserción laboral y la integración social de este colectivo.

En definitiva, los nuevos yacimientos de empleo ofrecen oportunidades de empleo o autoempleo en sectores emergentes. Este artículo es una introducción a este interesante tema que seguiremos desarrollando.


La información y la formación en prevención de riesgos laborales

La información y la formación en prevención de riesgos laborales

La Ley 31/1995, de 8 noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, tiene como uno de sus objetivos básicos y de mayor trascendencia para el futuro de esta ley, el fomentar una auténtica cultura preventiva.

Para conseguir este objetivo es fundamental promover la mejora de la educación en dicha materia en todos los niveles educativos, involucrando a la sociedad en su conjunto. Si la formación se empezara a impartir a edades tempranas en los colegios, los resultados serian mayores y mejores, y el adolescente cuando terminara su enseñanza obligatoria tendría una visión y una filosofía en esta materia totalmente diferente a la que pudieran tener sus padres.

La información y la formación en prevención de riesgos laborales, son elementos esenciales de la actividad preventiva, con objetivos marcados tanto a corto como a largo plazo. Los objetivos inmediatos, son los de aportar al trabajador los datos, conocimientos y habilidades para que sea capaz de desarrollar sus funciones con las mayores garantías de seguridad y salud. A largo plazo, la meta de la información y la formación es la de lograr una cultura preventiva que facilite la integración de la prevención en todas las actividades y decisiones de la organización.

Podemos definir la “información” como el conjunto de datos que permiten aumentar los conocimientos o el proceso de transmisión de datos de una persona a otra. En Prevención de Riesgos Laborales, podemos definirla como el conjunto de “instrucciones” que necesita el trabajador para realizar el trabajo de forma segura.

Y la “formación”, la podemos definir como las comunicaciones orales o escritas que se imparten al trabajador con el objeto de que se incremente su habilidad y competencia para el desempeño de la actividad laboral asignada en condiciones de seguridad y salud adecuadas.

La diferencia esencial entre la información y la formación, es que con la información, se transmiten datos sin esperar una respuesta o cambio de actitud por parte del receptor.

La Ley de PRL, recoge en sus artículos 18 y 19, las obligaciones en materia formativa a llevar a cabo por el empresario, entre las que identificamos, que la “información y la formación”, debe ser suministrada a todos los trabajadores de la empresa, independiente de su relación laboral, ya sean indefinidos o de duración determinada, y a los trabajadores autónomos que prestan servicios en la empresa.

Debe ser impartida en el momento de la contratación, y periódicamente, cuando cambien las condiciones de trabajo tanto por las funciones desempeñadas por el trabajador, como por la introducción de nuevos equipos de trabajo y tecnologías.

Debe contener los riesgos generales y específicos del puesto de trabajo, las medidas preventivas a adoptar y las medidas de emergencia.

La formación debe ser teórica y práctica, el trabajador dispondrá de conocimientos para utilizar correctamente un extintor, para la elección y utilización adecuada de los equipos de protección individual (EPI,s), para el manejo de equipos de trabajo, para la manipulación de sustancias químicas,…, en resumen, cualquier instalación, equipo, producto o sustancia utilizada durante el trabajo.

La formación deberá impartirse dentro de la jornada de trabajo o fuera de ella, previa negociación con los trabajadores o sus representantes, ya que el tiempo dedicado a la formación se considera como tiempo de trabajo y su coste nunca deberá recaer en ningún caso sobre el trabajador. Deberá existir registro por escrito de la información y formación impartida.

Además, de todo lo expuesto anteriormente, debemos resaltar la importancia de la eficacia de la formación, que está directamente relacionada con la planificación de la misma. Por ello, debe estar enfocada a resolver problemas reales y orientada a obtener resultados. Los pasos a seguir para que una formación sea eficaz son:

  • Identificar que formación necesita la empresa.
  • Decidir las prioridades formativas.
  • Elegir los métodos y recursos para la formación.
  • Comprobar su eficacia: evaluación de la formación.

El proceso de evaluación de la eficacia de la acción formativa incluye los siguientes aspectos: medir, valorar y controlar. Se puede hablar de una doble evaluación:

  • Evaluación puntual al finalizar la acción formativa.
  • Evaluación después de haber transcurrido un tiempo.

La evaluación puntual es la más utilizada, pero también la menos útil, ya que su objetivo es comprobar si el alumno recuerda una serie de datos, lo que no implica que esta información haya sido integrada eficazmente en la conducta del alumno. Por este motivo, la evaluación debe ser continua a lo largo del tiempo.

Los instrumentos de evaluación son múltiples y de muy diversa índole, vamos a destacar los utilizados en a evaluación de la modificación de actitudes y conductas, que es lo más nos interesa en prevención de riesgos laborales, que se lleva a cabo mediante:

  • Cuestionarios de escalas actitudinales.
  • Entrevistas personales a los trabajadores y jefes jerárquicos.
  • La observación del trabajo cotidiano, al objeto de comprobar si se aplican los conocimientos adquiridos.
  • El análisis de los controles activos y reactivos (investigación de los daños a la salud, inspecciones de seguridad, auditorias de prevención, etc.).

Por tanto, como conclusión, queda patente la importancia de la información y la formación en prevención de riesgos laborales, herramientas fundamentales que nos ataña a todos, Administración Pública, Empresa, y Trabajadores, y todos debemos poner nuestro granito de arena para fomentar una auténtica cultura preventiva y facilitar la integración de la Prevención en la empresa en todos los niveles, con un fin común, conseguir una mejor calidad de vida.


Qué son las cualificaciones profesionales

El Sistema de Reconocimiento, Evaluación, Acreditación y Registro de las Cualificaciones Profesionales se basa en la Ley 5/2002 del 19 de Junio de Cualificaciones y de la Formación Profesional. Es el instrumento técnico que trabaja como centro integrador y mediador entre la formación no reglada del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la formación reglada del Ministerio de Educación y Ciencia. Hasta ahora ambos ministerios expedían títulos y certificados profesionales sin que existiera una relación académica o profesional entre ambos. Con  esta Ley se pretende que dichos títulos y certificados sean más coherentes con las necesidades del mercado laboral y que sean reconocidos de igual manera por ambos Ministerios.

Para ello se está creando a nivel europeo y nacional un Sistema de Cualificaciones Profesionales y de Formación Profesional que refuerce la formación continua, facilite la adecuación entre la oferta y la demanda del mercado de trabajo y la acreditación de la experiencia laboral a través del marco de las competencias profesionales.

Esta labor es asumida a nivel nacional por el Instituto Nacional de las Cualificaciones (INCUAL) y en nuestro archipiélago es representado por el Instituto Canario de Cualificaciones Profesionales (ICCP).

Las Cualificaciones Profesionales se definen como un conjunto de competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral acreditada o a través de la formación ocupacional o reglada. Cada una de estas competencias está asociada a un módulo formativo. Una vez conseguida el conjunto de competencias de una Cualificación Profesional un sujeto obtendrá el certificado profesional correspondiente a dicha cualificación.

Uno de los instrumentos que está desarrollando en estos momentos el ICCP es el Catálogo Nacional de las Cualificaciones Profesionales.  Este Catálogo ordena las Cualificaciones Profesionales en función de las competencias profesionales. Comprende las cualificaciones profesionales más significativas del sistema productivo español, organizadas en 26 familias profesionales (teniendo en cuenta las competencias profesionales y la afinidad a los puestos de trabajo) y 5 niveles de cualificación que corresponden  al grado de conocimiento, responsabilidad y autonomía de la persona en el puesto de trabajo. Este catálogo constituye la base para elaborar la oferta formativa de los títulos y los certificados de profesionalidad.

MÁS INFORMACIÓN EN EL SIGUIENTE ENLACE.


La CCE se reúne con el Viceconsejero de Formación Profesional y Cualificaciones Profesionales para avanzar en el diseño de un modelo de Formación Profesional Dual en Canarias

La CCE se ha reunido con Francisco Rodríguez Machado, Viceconsejero de Formación Profesional y  Cualificaciones Profesionales y con Alfredo Espinosa Vega, Director General de Cualificaciones Profesionales del Gobierno de Canarias para conocer las principales demandas del sector productivo de Canarias en materia de formación y avanzar en el diseño de un modelo de Formación Profesional Dual en Canarias.

La reunión estuvo presidida por el Vicepresidente Ejecutivo de la CCE, José Cristóbal García y Montserrat Villalba, presidenta de la Comisión de Formación para el Empleo de la CCE.

En este encuentro participaron representantes empresariales de los diferentes sectores productivos y pudieron exponer las dudas que genera la implantación de la nueva FP a partir de la publicación de la Ley Orgánica de ordenación e integración de la Formación Profesional.

Durante la reunión, el Viceconsejero también expuso a los miembros de la Confederación las prioridades estratégicas sobre las que pivota el trabajo del Gobierno de Canarias en esta materia, y puso especial énfasis en la necesidad de potenciar la orientación, la acreditación y la formación para reducir los niveles de abandono escolar temprano y el desempleo en las Islas.


El Director General de Cualificaciones Profesionales del Gobierno de Canarias visita la CCE para impulsar la colaboración en los Procedimientos para la Evaluación y Acreditación de las Competencias Profesionales

 
  • Las administraciones competentes diseñarán, conjuntamente con las organizaciones empresariales y sindicales, planes estratégicos anuales para promover y fomentar la acreditación de competencias profesionales entre su población activa, poniendo en marcha iniciativas y proyectos que garanticen la máxima difusión del procedimiento.
  • Se ponen en valor la dimensión de los Procedimientos para la Evaluación y Acreditación de las Competencias Profesionales en un marco de colaboración público-privada entre administraciones y organizaciones empresariales para la mejora de la productividad de las empresas y la empleabilidad de los trabajadores.

En la mañana de hoy, 4 de enero, el vicepresidente ejecutivo de la CCE, José Cristóbal García, recibió la visita del Director General de Cualificaciones Profesionales del Gobierno de Canarias, Alfredo Espinosa, en una reunión que tuvo como punto del orden del día principal, el impulso de la colaboración entre el Gobierno de Canarias y la CCE en el Procedimiento para la Evaluación y Acreditación de las Competencias Profesionales.

En la reunión se abordaron los términos y condiciones en que ambas partes van a participar en el desarrollo del procedimiento de evaluación y acreditación de experiencia profesional, para la mejora de la calidad y la eficiencia del mercado laboral de Canarias.

En este sentido, se abrió un debate sobre la necesidad de implantar las medidas que resulten necesarias para, entre otros aspectos, impulsar dichos procedimientos, con mejoras que favorezcan su continuidad, agilidad y eficiencia para garantizar la calidad y las oportunidades de cualificación, en igualdad de condiciones, para todas las personas trabajadoras.

Se dejó constancia de la importancia de proporcionar un servicio de información y orientación a empresas y a las personas que lo requieran, sobre la naturaleza y las fases del procedimiento de evaluación y acreditación de competencias, el acceso al mismo, las acreditaciones oficiales que pueden obtener y sus efectos, y facilitar la inscripción de las mismas.

Se llegó a la conclusión que este procedimiento, se convierte en una inversión productiva que beneficia a todas las partes, toda vez que posibilita a las personas la acreditación de las competencias profesionales que han adquirido a través de la experiencia laboral o por vías no formales de formación, facilitándoles así que puedan mejorar su nivel de cualificación y continuar con su formación, lo que contribuye a mejorar la capacitación profesional y empleabilidad de las personas, así como la competitividad de las empresas.

En dicho encuentro también se puso en valor la dimensión de los Procedimientos para la Evaluación y Acreditación de las Competencias Profesionales y de sus vínculos con el sistema productivo en un marco de colaboración público-privada entre administraciones y organizaciones empresariales para el alineamiento de los objetivos y proyectos estratégicos comunes, y el uso eficaz de los recursos en entornos formativos y profesionales.

La reunión concluyó destacando la necesidad de operar con arreglo a un modelo de gobernanza que, respetando las competencias de las administraciones concernidas, incorpore el papel de las organizaciones empresariales y su participación y cooperación con los poderes públicos en las políticas del Sistema de Formación Profesional


La afiliación media se incrementó en diciembre en 6.520 trabajadores (+0,7%), debido al buen comportamiento del Comercio y la Hostelería, que crearon 4.529 nuevos empleos

El empleo público
también ha crecido en ramas como la Sanidad y la Administración Pública,
sumando 2.847 nuevos afiliados

En el conjunto
nacional, la afiliación media también ascendió, aunque con menor intensidad
(+0,1%), debido, principalmente, al aumento más moderado del conjunto de los
servicios, y especialmente, a la caída del empleo en Hostelería

De esta manera,
el año 2023 se saldó con 34.634 afiliados más que en 2022 (+4,0%), de nuevo por
encima del crecimiento de la media estatal (+2,7%; +539.740 trabajadores)

El desempleo en las Islas se redujo un 1,58% mensual, 2.689 parados menos que en noviembre, y cierra el año con 15.315 desempleados menos que doce meses antes (-8,36%)

Tal y como indican las últimas estadísticas publicadas
a lo largo de la mañana de hoy, la afiliación media en Canarias cerró el
último mes del año con un alza mensual de 6.520 afiliados
,un 0,7% más
que en el mes anterior, hasta alcanzar un total de 910.207 personas en alta
laboral.

En el conjunto del territorio nacional, el empleo también se incrementó, aunque de manera más moderada, cifrando un avance del 0,1%, 29.937 efectivos adicionales, totalizando 20.836.010 trabajadores al término del mes de referencia.

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En las Islas, la creación de empleo se concentró, casi
en su totalidad, en los servicios, con 7.207 trabajadores más que en noviembre,
destacando, especialmente, el aumento anotado por las ramas del “Comercio” y la
“Hostelería”, cifrado en 2.765 efectivos en el primer caso (+1,7%), y en 1.764
trabajadores en el segundo (+1,1%).

Por su parte, el empleo público también mostró una evolución positiva en ramas como “Sanidad” y “Administración Pública”, apuntando incrementos mensuales de 1.684 (+1,8%) y 1.163 nuevas altas (+2,3%), respectivamente.

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Por otro lado, la principal diferencia con el
comportamiento descrito por el empleo a escala estatal radica, fundamentalmente,
en el menor ascenso mensual mostrado por los servicios en el conjunto del país,
cifrado en un 0,2% (+35.554 afiliados medios), y de forma particular, en el
caso de la “Hostelería”, que observó una caída de 22.257 trabajadores en
comparación con el mes anterior (-1,3%).

Si bien, la Administración Pública también mostró una
evolución diferente en el caso de la media nacional, con una minoración del
0,6%, 6.632 personas menos que el undécimo mes del año.

En lo concerniente al resto de los sectores en Canarias, la industria también vio repuntar sus cifras de empleo, computando un alza mensual de 28 trabajadores (+0,1%). En cambio, la construcción y la agricultura redujeron sus registros en 491 (-0,8%) y 224 efectivos (-0,8%), en cada caso.

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En términos interanuales, el empleo en Canarias saldó
2023 anotando un incremento de 34.634 trabajadores, lo que supone un avance del
4,0% en relación con el pasado ejercicio
, que, además, se sitúa por encima del apreciado en el conjunto del
territorio nacional, cifrado en un 2,7%, con 539.740 efectivos más que doce
meses antes.

Retomando los datos del Archipiélago, los servicios
fueron el sector que exhibió un mayor dinamismo, culminando el último mes del
año con un incremento interanual de 32.113 afiliados medios (+4,3%).

Desde este enfoque, la “Hostelería” apuntó el avance
más relevante, sumando 9.681 nuevos trabajadores (+6,3%); seguida de la “Sanidad”
y el “Comercio”, con sendos ascensos interanuales de 4.802 (+5,4%) y 4.274 personas
(+2,7%), en cada caso; así como de las “Actividades administrativas y servicios
auxiliares”, que experimentaron un avance de 3.537 individuos (+5,2%).

Por otra parte, la construcción también apuntó un
aumento interanual, en este caso de 2.291 trabajadores (+4,0%), al igual que
sucedió en el sector industrial, con 1.160 nuevas altas laborales (+3,0%);
mientras que, por el contrario, la agricultura anotó una disminución de 930 afiliados
medios (-3,3%), con respecto al mismo mes del año precedente.

En lo concerniente a las cifras de paro registrado, el número de desempleados inscritos en las listas oficiales del Servicio Público de Empleo Estatal se redujo un 1,58% en el Archipiélago con respecto a noviembre, lo que implica 2.689 parados menos que en el mes anterior. Esta caída resulta más intensa que en el ámbito nacional, donde el desempleo registró un retroceso del 1,00%, con 27.375 demandantes menos.

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Por sectores, la caída del paro en las Islas se
concentró, sobre todo, en los servicios, que destacaron con un descenso de 2.023
parados (-1,55%), en comparación con el mes previo.

A continuación, se situó el colectivo “Sin empleo anterior”, que contabilizó 563 desempleados menos que en el mes precedente (-3,89%); el sector agrario, con un descenso de 135 parados (-3,84%); así como la industria, donde las listas oficiales registraron 36 parados menos que un año antes (-0,56%). En cambio, la construcción fue la única actividad que registró un incremento mensual del paro en diciembre, cifrado en 68 desempleados adicionales (+0,44%).

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En comparación con los datos de hace un año, el paro
en las Islas se ha reducido en 15.315 personas, un descenso interanual de 8,36%
, que vuelve a ser más intenso que el anotado a nivel
nacional, del orden del 4,59% (-130.197 parados).

Una vez más, los servicios sobresalieron con el
descenso más notable del paro, con 10.660 desempleados menos que en el mismo
mes de 2022 (-7,65%); tras los que se situaron el colectivo “Sin empleo anterior”,
que apuntó 1.879 parados menos (-11,90%); la construcción, con un descenso de
1.611 demandantes (-9,45%); la industria, cuya cifra de paro se aminoró en 675
efectivos (-9,55%); y la agricultura, con 490 individuos menos en situación de
desempleo (-12,65%).